EPÍLOGO.

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Solo lean...

-o-

-Larga vida a nuestra Reina: Joanna Baratheon, la primera de su nombre, reina de los Seis Reinos.

Bran abrió los ojos al ver esa imagen de su sobrina siendo coronada como la primera Reina de los Seis Reinos. Él sonrió.

-¿Papá? ¿Estás bien?- un niño de cinco años pelirrojo le preguntó.

-Muy bien mi pequeño Rickard, ¿dónde está tu mamá?

-Está cambiando a la pequeña Cat.

-Muy bien, ven siéntate, te contaré una historia, ¿Cuál quieres?- él preguntó feliz.

-La de la larga noche, es mi favorita papá- el niño le dijo y Bran sonrió. Esa historia se la había contado tantas veces y parecía que siempre era la primera vez que lo hacía debido a la felicidad que él mostraba.

-Bueno, como gustes- Bran dijo sonriendo- Había una vez...

La puerta se abrió y entró su amada esposa con un bebé de cinco lunas en los brazos. Era su segunda hija: Catelyn.

-¿Qué están haciendo?- La reina Meera preguntó.

-Papá me está contando la historia de la larga noche. Mamá quiero saber cómo el tío Theon salvó a papá del Rey de la noche.

Meera sonrió ante la inocencia de su hijo y se sentó junto a ellos para escuchar la historia por décima vez.

-Aquella ocasión, todos los ejércitos estaban reunidos en el Norte, en específico en Winterfell, la batalla era vivos contra los muertos, era la batalla por la vida...

-o-

Sansa terminaba una vez más de escuchar las peticiones de su gente, por años había hecho un extraordinario trabajo siendo la Reina del Norte, era un trabajo cansado pero muy satisfactorio. Le habían pedido tantas veces que se casara, pero ella había declinado todas las ofertas una y otra vez, ella no necesitaba a un hombre para gobernar, lo había hecho bien sola en todos estos años.

-Bueno no sola, ella sonrió al ver entrar a su primo: Jon.

Jon había sido su mano derecha todo este tiempo, la había apoyado y consolado en estos cinco años que había estado viviendo aquí en el Norte, ella sabía que muchos decían que quien debería ser Rey era él no ella pero Jon había sido muy claro con eso. No le importaba gobernar pero estaba para apoyar a su familia.

Ella misma le había sugerido que se casara con una buena chica del Norte, él había declinado. Sus experiencias anteriores lo habían dejado marcado de por vida. Así que él no tenía intención alguna de unirse a nadie.

Jon también le había dicho a Sansa que todavía era tiempo para que ella conociera a alguien y se enamorara. Sansa había sonreído ante esa idea, aunque no podía negar que en más de una ocasión se había preguntado cómo sería tener a un hombre en su cama simplemente por placer.

Y así lo hizo, en más de una ocasión había invitado a Podrick Payne a compartir su lecho, por simple placer. Ella entendió que eso era lo único que necesitaba y quería y nadie se atrevería a cuestionar sus decisiones.

Ni siquiera Jon.

Ella estaba entrando al comedor para cenar, ahí se encontraba Jon quien estaba muy entretenido leyendo un pergamino.

-¿Quien escribió?- ella preguntó mientras se sentaba.

-Tormund, me pregunta si los visitaré pronto, su mujer acaba de tener a su quinto hijo- él sonrió- Dice que a uno de ellos le puso Jon- él estaba feliz por eso.

UN AMOR SIN FINAL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora