Jennie: -Luego te diré, ahora debemos deshacernos de este auto.
Rosé: -¿Y en qué andaremos?
Jennie: -Déjame pensar...¡Lo tengo! Debemos chocar este auto y dejarlo donde sea.
Rosé: -¿Y a dónde nos iremos?
Jennie: -A un hotel y no un cinco estrellas amiga, debemos sacrificarnos un poco...y daremos nombres falsos.
Rosé: -Pero nos pueden identificar con los número de tarjetas o describiéndonos.
Jennie: -Ok, ya arreglo eso- quedé pensativa ''¿Cómo rayos me deshago de esa idiota sexy?''
Rosé: -¿Qué tanto estarías dispuesta a sacrificar por no ir a ese internado?
Jennie: -En este instante, todo ¿Qué tienes en mente?
Rosé: -Efectivo, pagar con efectivo. Cambiarnos el look mega rápido y fingirnos lesbianas, bueno aunque eso ultimo no será tan difícil para ti-sonrío
Jennie: -callate idiota-ambas reímos-aunque pensándolo bien es buena idea,Bien, hecho. Ya estás aprendiendo- chocamos las manos.
Rosé: -Bien, me dirijo hacia un salón a que nos cambien el peinado, luego vamos a una tienda alejada de la ciudad para la ropa y sacamos dinero de las tarjetas, pero espera ¿No te las han cancelado ya?
Jennie: -Ay Rosé. Una debe estar preparada para situaciones como esta. Hice una tarjeta a mi nombre únicamente sin el más mínimo contacto con mis padres a una cuenta sin límite.
Rosé: -Eres una genio.
Jennie: -Sin halagos por favor- dije riendo.
Nos dirigimos a un lugar que supuestamente Rosé conocía, hasta que llegamos al final de una calle y entramos a un "salón de belleza" si se le puede llamas así
Jennie: -Rosé ¿Qué es este lugar? - le susurré.
Rosé: -Aquí trabaja un amigo mío que fue despedido del salón que voy hace unos meses.
Jennie: -Dime que no lo despidieron por hacer un mal corte.
Rosé: -No. La jefa lo hallo en el baño dándose de halones con otro chico.
Rosé y yo soltamos una carcajada,Entramos.
Harry: -Rosé, cariño. No pensé que vendrías aquí- le dio doble beso.
Rosé: -Es que mi amiga y yo queremos un cambio de look radical pero muy calladito.
Harry: -Soy una tumba. Hola hermosa- se dirigió a mí.
Rosé: -Jennie el es Harry
Jennie: -Hola ¿Podemos hacer esto rápido?
Harry: -Por acá-me hizo un gesto para que lo siguiera
Ambas nos sentamos frente a los espejos. Harry me atendió a mí y otra chica a Rosé
Harry: -Dime ¿Qué tan radical lo quieres?
Jennie: -rubio y liso ¡Es todo!
Harry: -¿Estás segura? Tienes un hermoso cabello.
Jennie: -¿De quién es la cabeza? ¡Hazme lo que te digo pero ya!
Harry: -Ok ok- comenzó cepillarme el cabello.
Rosé: -Negro y corto...
Jennie: -¡Mierda Rosé!-grite llamando la atención de mi mejor amiga
Rosé: -¿Qué pasa?- preguntó asustada.
Jennie: -Existen las malditas pelucas...Gay, tráenos una peluca rubia lisa y una negra corta ¡Pero ya!
Harry salió corriendo a buscar las pelucas.
Rosé: -¡Y no te quedes con nadie en el baño!
Harry regresó...nos puso las pelucas que pudo encontrar en la bodega
Jennie: -Maldito gay ¡Te dije liso!
Harry: -L-l-lo siento. El cabello ondulado está de moda y creí que...
Jennie: -¡Cállate!
Rosé:¡Vámonos!-salimos.
Harry: -¡Pero son $500!
Rosé: Harry no andamos con efectivo. Prometo pagarte pronto.
Subimos al auto y huimos del lugar y nos fuimos a una tienda, compramos ropa normal pero de otro estilo, luego echamos a andar el auto hasta que chocó con un árbol en un parque, salimos corriendo y caminamos como unos 20 minutos hasta que hallamos este hotel.
Rosé: -Pero que discreto.
Jennie: -Entre más grande más se les dificultará encontrarnos.
Nos tomamos de la mano y entramos.
Recepcionista: -Buenas noches, Señoritas. ¿En qué podemos atenderlas?
Rosé: -Mi novia y yo queremos pasar una noche candente. Denos una habitación.
Recepcionista: -¿Con registro o anónimas?-preguntó mientras tecleaba nuestros datos en la computadora
Rosé: -Anónimas.
Jennie: -Pero que tímida eres mi Amor, así no te portas en la cama.
Rosé: -Es que mi lado salvaje sólo es para ti.
Recepcionista: -¿Tarjeta o efectivo?
Jennie: -Tarjeta- saqué mi tarjeta especial.
Rosé: -¿Tus padres no saben de la existencia de esa tarjeta, cierto?-me susurró
Jennie: -No tienen ni idea. Ahora actúa lésbica o no nos creerán.
Recepcionista: -Aquí tienen, señoritas. Sus llaves. Botones, por favor guíelas a su habitación.
Seguimos al idiota bonotes, subimos al décimo piso y entramos a la habitación.
Rosé: -Si quieres que hagamos el amor debes convencerme- bromeó.
Jennie: -Loca. ¿Qué hora es?
Rosé: -Cuatro de la mañana.
Jennie: -Nunca pensé decir esto pero, debemos irnos a dormir.
Rosé: -Está bien.
Nos quitamos la ropa y usamos una más holgada que habíamos comprado y nos recostamos en la cama, luego de unos minutos quedamos dormidas,A la mañana desperté primero que mi mejor amiga
Jennie: -¡ROSEEEE!- la desperté
Rosé: -¡No, Lisa, No estamos en el hotel Flamenco!- dijo exaltada.
Di una carcajada.
Jennie: -Rosé, que negra conciencia tienes que ya ni duermes bien.
Rosé: -¿No nos hallaron?
Jennie: -¡No! Lo logramos, amiga.
Rosé: -Bien, voy a darme una ducha. Llama a la recepción para que nos manden el desayuno.
Jennie: -Bien- tomé el teléfono que estaba al lado de la cama.
Recepcionista: -¿Hola?
Jennie: -Quería ordenar dos órdenes de desayuno imperial, por favor.
Recepcionista: Si, señorita- colgó.
Salté de la cama y me paré sobre ella, me quité la camisa quedando únicamente en ropa interior y comencé a bailar como loca, Rosé salió en una bata aún con unas cuantas gotas cayendo por su cuerpo
Jennie: -¡Ganamos!- Rosé se lanzó a la cama conmigo y comenzamos a saltar sobre ella.
Rosé: -No nos llevarán a ese estúpido internado.
Lisa: -No estés tan segura...-dijo abriendo la puerta de golpe
