Nayeon: -¿A dónde vas? La sesión de tenis es por allá
Jennie: -Voy a la oficina de la directora, verdulera
Nayeon: -Ah sí, olvidaba que anoche te cacharon con seis chicos semidesnudos en una habitación.
Jennie: -Y a ti te van a cachar con una docena de plátanos verdes atravesados-sonrei y la sonrisa de Nayeon se desvaneció de inmediato
Nayeon: -Eres una estúpida, no dejo que nadie me hable así.
Jennie: -Si...ajá...me retiro, aquí huele a apio podrido,,,,¡Ah no! Es tu entrepierna, adiós.
Nayeon me haló del cabello, yo la aventé.
Jennie: -Tú a mí no me vuelves a tocar. A ti lo que te falta dentro es carne pero lastimosamente a ti ahí no te entra nada más que verduras- dí una carcajada y me fui.
Subí hasta la habitación, antes tomé dos sogas que había en un cuarto de mantenimiento, una la até a la ventana y la dejé caer fuera del edificio, bajé por ella y llegué al campo, quedé frente al enorme árbol.
Luego de varios intentos atravesé la otra soga por una rama, até la otra soga que estaba amarrada a mi cintura para no perderla y comencé a escalar con los pies en un árbol y mis manos tirando por la soga de la rama. Me costaba mucho subir, a la mitad de la soga no aguante y me solté hasta que fui atrapada por unos brazos.
Jisoo: -¿Vas a algún lado?-me susurró
Jennie: -¡Jisoo!-suspire aliviada
Jisoo: -Supuse que necesitarías ayuda.
Jennie: -¿Cómo huíste del campo?
Jisoo: -Le dije a la profesora que me había lastimado el tobillo y me dejó ir a descansar a la habitación sóla ¡Error!-ambas reímos
Jennie: -Eres genial. Bueno, ayúdame.
Jisoo: -Mira, te muestro como es más fácil- haló la soga y esta cayó al suelo
Jennie: -¿Qué haces? ¡Me costó subirla!
Jiso le hizo nudos cada medio metro, la tiró y de un sólo intento la atravesó al otro lado de la rama.
Jisoo: -Así es mejor- sonrió.
Jennie: -No me imagino cuantas veces hiciste esto para salir de tu casa e irte a los clubes.
Jisoo: -Incontables veces-reímos.
Jisoo sostuvo de un lado la soga mientras yo subía por el otro, era sorprendente la fuerza que tenía esa chica.
Jennie: -¡Qué fuerte eres!
Al fin subí al muro y amarré la otra soga al árbol.
Jennie: -Ahora sube a la habitación, cierra la ventana y pásale la cortina por si se le ocurre llegar a alguien, te mantienes pendiente de la ventana para darte la señal- dije desde arriba.
Jisoo: -Las traes bien frías.
Jennie: -A punto de congelar- bromeé.
Amarré la otra soga al árbol y me bajé por los mismos nudos, estaba en un campo vacío y corrí hasta cansarme, caminé un poco más y llegué a la carretera, este iba a ser una de esas veces igual a la que tuve con Rosé la noche antes de venirme.
Detuve una camioneta, ahí venían unas monjitas.
Jennie: -Disculpen hermanas, me perdí y no sé cómo regresar.
Monja 1: -¿Que?-
Jennie: -Estoy perdida no sé cómo regresar a casa
Monja 2:Te llevaremos
