Jennie: -Wow ¿Con que ahora sabes de diversión?
Lisa: -Contigo hay una que quiero mostrarte ahorita mismo- se inclinó sobre mí.
Jennie: -¿Faje?
Lisa: -Faje tendrá un nuevo significado para tí- mojó sus labios, esto me provocó.
Jennie: -Muéstrame- la reté.
Lisa: -¿Recuerdas cuando nos conocimos y tú me tentabas?- yo sonreí y asentí- Mira- sacó un sirope de su bolsa.
Jennie: -¿Me quieres hacer diabética?
Lisa: -Te quiero hacer mía- se avalanzó sobre mis labios, sentí como la piel de mi cuerpo se erizaba.
Lisa deslizó mi camisa y se deshizo de ella, yo hice lo mismo con la suya, extrañaba su torso, su piel perfecta que moría por sentir.
Jennie: -Enséñame lo que puedes hacer, hazme perder el control.
Lisa: -No me retes.
Jennie: -Te reto a que me muestres que tanto placer puedes dar.
Lisa sonrió y mordió su labio inferior. Bajó su rostro a mi cuello y comenzó a besarlo, quitó lo que me restaba de ropa, yo hacía lo mismo con la suya.
Lisa besaba cada centímetro de mi cuerpo con una pasión inigualable.
Lisa: -No sabes cuanto te necesité.
Jennie: -Muestrame cuanto.
Lisa: -Con gusto.-bajó su rostro hasta mi pelvis y me daba lamidas constantes que me hacían estremecer y gemir de placer, presionaba sus manos contra mis muslos y me aferraba a ella. -¿Te gusta?
Jennie: -Si- dije en un gemido.
Lisa: -No te escucho.
Jennie: -¡Sí!
Lisa: -¿Quieres más?
Jennie: -Si, quiero más- solté un grito de placer cuando continuó- Oh por Dios- gritaba sin censura.
Lisa:Date la vuelta- susurro jadeante.
No pregunte ni proteste, simplemente hice lo que me pidio.
Lisa me ayudo a colocarme en cuatro y con su dedo índice y corazón, separo mis pliegues deleitándose con la vista lo pude notar por un gemido ronco que se escucho.
Rápidamente se incorporó, y de una sola estocada, entro por completo en mi haciendo que gimiera audiblemente y arqueara la espalda.Lisa sonrió, satisfecha y empezó a moverse. Esa posición era más excitante de lo que me había imaginado. Nuestros sexos creaban una fricción delirante con cada embestida. Lisa tomo mis caderas y me embistió rápido y fuerte, sintiendo mis gemidos con cada embestida le pedía que fuera más rápido, más duro,que no parase. Eso solo la excitaba más.
Mi cuerpo colapso, sintiendo como un orgasmo se avecinaba mientras Lisa seguía embistiéndome y sosteniéndome de mis caderas.
El orgasmo sacudió mi cuerpo y el agotamiento se apodero de mi, pero Lisa aun no llegaba. Lisa seguía embistiendome en la misma posición, cada vez lo hacía más rápido y fuerte. Sus ojos estaban cerrados, y su mandíbula apretada mientras entraba y salía de mi cuerpo. Apretaba fuertemente mis caderas, pero eso no me importaba, pues sentía como otro orgasmo crecía en mi interior.
La respiración de Lisa era pesada, y pequeño gemidos escapaban de sus labios.
Llegue a mi tercer orgasmo y mi cuerpo ya no soportaba más, hasta que senti como Lisa se detuvo por completo, enterrada en lo más profundo de mi interior.