Salí de la oficina resguardada por varios escoltas y mi padre, mis maletas estaban en la entrada, junto con varios reporteros, cámaras y paparazzis.
XxX: -¿Fue expulsada?
XxX: -¿Es cierto que estás embarazada?
XxX: -¿Es verdad que asesinaste a una interna?
XxX: -¿Volverás a tus andanzas?
Jennie: -Si a todo- reí.
Seung: -Cállate y entra al auto.
Entré al auto y luego llegamos al aeropuerto, habían más reporteros ahí, subí al jet privado de regreso, mi padre no me habló en todo el camino.
Al fin aterrizamos en mi hermosa y adorada ciudad. Entré a mi tan extrañada casa.
Seung: -Vete si quieres, piérdete, emborráchate hasta caer en las calles, vive tu vida nocturna tan adorada, ya estás de regreso en tu amada Las Vegas, espero que estés orgullosa porque yo estoy muy decepcionado. No quiero verte por ahora, luego veré que hacer contigo, necesito pensar. Sólo desaparece- subió por las escaleras.
Jennie: -¡Siiiiii!- corrí hacia afuera- ¡Soy libre de nuevo!
Subí a mi auto y recorrí toda Las Vegas.
Jennie: -Si hay algo que amo en este mundo es esta ciudad, nada ni a nadie más.
Esa noche me preparé para salir, justo al estacionar mi auto en un club nocturno recibí una llamada,
Jennie: -¿Hola?
Lisa: -Hola, princesa.
Jennie: -¿Lisa? ¿Qué pasa?
Lisa: -Quería saber como llegaste, aquí es muy tarde ya pero no puedo dormir pensando en ti.
Jennie: -Estoy bien pero...mi papá me tiene vigilada y no puedo hablar por teléfono, mañana te marco, bye.
Lisa: -Buenas noches- colgué.
Jennie: -¡A divertirse!
Bajé del auto y festejé toda la noche mi libertad. Sólo me faltaba una parte de mí; Rosé. Pero festejaría en su honor y pronto la sacaría de ese maldito internado.
Pasaban los días, Lisa me llamaba diario, me tenía que tragar sus cursilerías para poder sacar a Rosé del hoyo en el que estaba. Tambien debía decirle una que otra cosa bonita pero enmarañado entre groserías para que no sospechara de mí.Pasaron exactamente quince días, Lisa siempre me llamaba a la misma hora. Su madre le había prohibido contactar conmigo si quería mantener su empleo, me llamaba todos los días a las dos de la mañana para ella que eran las ocho de la noche para mí. Ése día decidí no salir pues quería hablar con ella, no sé de qué pero enserio quería hablar con Lisa, ya me había acostumbrado a sus platicas, su voz, sus palabras. Me recosté en la cama y el teléfono sonó, tenía de foto de contacto la foto de Lisa con las bailarinas encima, siempre me hacía reír verla cuando sonaba el teléfono.
Jennie: -¿Hola?
Lisa: -¿Cómo estuvo tu día?
Jennie: -Aburrido, hoy no salí.
Lisa: -Bueno, ya llevas tres días sin salir- ''Es lo que tú crees'' dije en mis adentros.
Jennie: -Creo que salir ya no me llama tanto la atención- mentí.
Lisa: -¿Te estás haciendo niña bien?
Jennie: -Ni lo sueñes, Manoban ese día será cuando tú seas virgen.
Lisa: -Pero ya no lo soy.
Jennie: -Por eso mismo- reí.
Lisa: -Te extraño.
