Capítulo 26: Escape

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Capítulo 26:
Escape

Capítulo 26:Escape

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Danna

Nunca me han gustado los hospitales. Trato en la medida de lo posible de no ir a uno, al menos que sea una estricta, muy estricta emergencia. Estela se acerca a preguntar en la recepción, mientras que Nick y yo estamos en la sala de espera donde hay muy pocas personas.

Los pasillos parecen túneles desolados e interminables, no me agrada para nada la idea de pasar la noche aquí con tantos enfermos, personas lesionadas; además de los fantasmas que deben habitar este lugar.

Me estremezco al pensar en la idea de los fantasmas, antes ni siquiera pensaba en eso y ahora parece que mi vida gira en torno a los muertos.

—¿Tienes frío? —pregunta Nick a mi lado.

—No. Es solo que me aterra quedarme en este lugar —él me mira extrañado—, no me gustan los hospitales.

—Se nota —dice en medio de una risita, y yo pongo mala cara. —Todo estará bien.

—Ema dice que Danny me quiere a mí —hablo en voz baja—, este juego es para atraerme. Ella sabe que no puedo permitir que lastime a mis amigos, ni a los niños.

—Lo sé. Pero no lo va a conseguir, nosotros podemos con ella...

—Lastimó a Thomas —me tiembla la voz. Mi gemela le ha hecho a daño a un cazador que se supone puede enfrentarla. —Danny les hará daño a ustedes también.

Toma mi rostro entre sus manos.

—No tienes por qué preocuparte por nosotros, sabemos lo que estamos haciendo —eso no me tranquiliza—. ¿Confías en mí?

—Sí. En quien no confió es en Danny —replico.

—¡Ey! Vamos a estar bien. Todos lo estaremos —me da una rápida caricia de sus labios sobre los míos.

Su madre nos dirige por uno de los pasillos del hospital, subimos a un tercer piso donde se encuentran las habitaciones y entramos en una.

Cristal está recostada en la única e incómoda silla existente en la habitación, Alexis está de pie mirando por la ventana a la oscuridad y Thomas está despierto con cara de moribundo.

Él permanece conectado a unos aparatos con varios moretones y cortes en los brazos, y una aguja estilo mariposa se encuentra en su antebrazo conexo al suero.

—¿Cómo te sientes? —pregunta Estela acercándose a él.

—Bien, aunque tengo que pasar la noche aquí —dice adolorido.

—Y tendrás compañía —dice ella con una sonrisa. Solo lo hacía para irritarme— Danna se quedará, junto con Alexis.

—¿Y ustedes a dónde irán? ¿Dónde están Amaia y Manuel? Estos dos no me han querido decir nada —se queja.

Sangre Maldita (Trilogía- Más allá de la muerte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora