Emma:
Ellos se habían ido, yo había quedado sola en el pasillo, nisiquiera se acercaron a dónde yo estaba, simplemente creyeron en él y continuaron.
A los minutos sonó la campana de salida, ya era hora de regresar a casa, era hora de hablar con mi mamá, como me había prometido le daría una sorpresa para intentar solucionar las cosas entre nosotras. Las tartas de durazno siempre fueron sus favoritas, ella siempre los preparaba cuando yo era más pequeña, aunque no recordaba los ingredientes ella debería tenerlos escritos en alguna parte.
Por otro lado las cosas con Samantha seguía igual, no me había topado con ella en todo el día "no te preocupaste siquiera en buscarla" era la peor amiga que podía existir, ya no sabía si ella me consideraba como una amiga después de lo que paso, siendo sincera conmigo misma y viéndolo desde su punto de vista, yo no me perdonaría.
Ella se había tomado la molestia de esquivarme en la salida, no quería hablar conmigo y eso estaba bien, entendía que le había ocultado varias cosas, ahora mismo me sentía como la mierda, me estaba dando cuenta que por mi culpa estaba arrastrando a todos juntos, las únicas personas que me quedaban y aún así no hacía nada para no herirlas.
"Nunca esperen contar con las almas rotas que vagan por el mundo, no esperen obtener respuestas y mucho menos ayuda, lo máximo que pueden lograr es hacer de sus cicatrices se hagan también tuyas"
Me estaba dando cuenta como cada día podían empeorar las cosas, ahora tenía miedo del mañana, lo que realmente era ilógico, ¿Cómo le podía tener miedo a algo que no sabía si sucedería? pues nisiquiera sabía si el mañana para mí llegaría, podría morir en este mismo instante y dejar todo como hasta ahora, no habría hecho nada para cambiar mi rumbo, si ocurría algo en este mismo instante me iría para siempre, no le habría dicho a mi mamá que la amo, no le diría mis sentimientos a Clark y no podría aclarar las cosas con Samantha.
Cambiar la realidad de nosotros mismo parece más que complicado y tienen razón, lo es, siempre será complicado cambiar tu vida, se requiere una gran fuerza de voluntad, no solo desearlo, debes querer con toda tu fuerza y corazón lograr ese cambio, porque no sirve de nada que llores en la oscuridad esperando que ocurra algo por lo que no luchas.
Sin embargo, yo seguía aquí, estaba estancada en el hoyo que me había encargado de cavar, buscando la luz que yo misma había tapado, esperando la salvación por la que no estaba luchando.
...
Mi mamá no había llegado aún, eso me daba un poco de tiempo para poder hacer todo lo que tenía preparado, extrañamente el esperar a mi mamá me había puesto de buen humor, quería abrazarla ¿Hace cuanto no abrazo a mi mamá? Debería ser mucho tiempo para no tener ni idea, pero aún así lo esperaba con ansias.
Ya era un poco tarde y aún mi mamá no había llegado, ya todo se había enfriado y no había quedado más remedio que envasarlo y guardarlo en la nevera, tampoco había tenido ganas de ver televisión y no quería apostar mi suerte intentando escribir en este estado vulnerable.
Me estaba secando las lágrimas, creo que me había decepcionado un poco, ella no había llegado, claro que nunca le había avisado, simplemente contaba con que estaría aquí, siempre contaba con que estaría aquí, no simplemente en la casa, si no más bien aquí a mi lado "otra vez sola Emma, otra vez estás en lo más profundo ¿Qué se siente saber que no saldrás de aquí pronto?.
¿Nunca les a pasado que tienen una voz en la cabeza que tiende a ser su peor enemiga? ¿Qué tiende a recordarte las cosas cuando menos debería? No conozco el caso de otras personas, tal vez sea solo yo, tal vez esa voz solo te diga la verdad, pero como bien dicen, no todas las verdades son buenas.
Ella no llego si no hasta pasada las once, cuando escuché abajo la puerta de la entrada principal, mi mamá venía feliz y ebria, por la ventana había podido ver el auto de la mamá de Clark, ellas había salido, algunas veces al mes salían juntas, pero mi mamá nunca había vuelto en este estado o por lo menos yo no lo había notado.
- mamá - intenté llamar su atención, pero ella solo camino a la cocina - ¿Quieres que te prepare un café? - tampoco respondió.
- Emma estoy cansada - había dicho luego de varios segundo, me alivie un poco, probablemente quisiera que la guiara a su cuarto - estoy cansada Emma.
- tranquila mamá, te llevaré a tu cuarto para que descanses - me acerque para intentar tomarla del brazo - me estabas empezando a preocupar, por un segundo dude si llamar a casa de Clark para ver si estaban sus padres - reí recordando la preocupación de minutos atrás.
- no quiero esto más - no entendía a lo que se refería - no quiero seguir en una lucha contigo - me congelé junto a ella, así que de eso se trataba todo, por eso había tomado unas copas de más con Meredith - no quiero ver a mi hija teniendo unos malditos ataques cada vez que la descuido - ella estaba llorando, !Dios¡ Verla de esa manera me dolía como no tenía idea - no tengo la fuerza para seguir cariño, te amo con todo mi corazón, pero no puedo ¿No puedes entender que yo también perdí a alguien ese día?, !!!TAMBIEN ESTABA MAL!!! Pero no podía derrumbarme, no podía dejarte sola, pero tú me dejaste sola a mí - estaba es estado de shock, ella tenía razón, simplemente me había cerrado y la había dejado fuera - perdí al amor de mi vida ese día, quería llorar, pero ¿Cómo le decía a mi hija que fuera fuerte si yo no lo era? También tenía miedo, yo no sabía que hacer - ya en este paso me había alejado de mi madre por lo menos un metro, casi no veía por las lágrimas - luego empezaron los ataques de ansiedad, ya no puedo cariño, no puedo con tus problemas y los míos, trabajo desde las 8 hasta las cuatro de la tarde en oficina y lo demás en casa, sostengo tus estudios, los gastos, pero también se sostengo a ti cariño - ella que no había levantado la mirada me observo directo a los ojos - estás cayendo y me estás llevando contigo.
...
La había dejado en la cocina, ella se había quedado sola nuevamente, así como yo lo estuve esta tarde, así como lo habíamos estado estos años, ahora me sentía inútil, la había arrastrado conmigo, la tenía junto a mí en el maldito hoyo y no lo había notado.
"No sé admiten mentiras" tal vez sea una frase que nunca en mi vida llegaría a repetir, la inocente niña que había creado de esa frase su religión ya no existía, ahora solo quedaba las pequeñas sobras de un alma viva y alegre, sombras que el tiempo se empeñaba en agrandar, la vida me había abofeteado demostrandome el verdadero mundo real.
Otro ataque estaba por iniciar, podía sentir mi respiración dispareja, las manos me temblaban y el mundo me asfixiaba, otra vez moría y está vez está sola, las lágrimas me ahogaban, no veía bien, estaba rodeada de árboles, estaba otra vez en el parque en la que una vez me había perdido.
Estaba perdiendo la conciencia, intenté llamar al número de emergencias, pero no puede responder más que un ayuda muy agudo, intenté marcar nuevamente, pero no tenía la fuerza, está vez vi el número de la mamá de Clark, logré marcar antes de caer totalmente, sentí que respondieron, sin embargo lo único que alcance a decir fue "el parque" otra vez deseaba tener 10 años para creer en los cuentos en donde las princesas logran tener finales felices.
ESTÁS LEYENDO
No Sé Admiten Mentiras
Genç KurguLas pequeñas cosas son aquellas que a veces más duelen. ¿Que dolor es más soportable según el alma que habita en nuestro cuerpo? ¿Cuántas decepciones eres capaz de soportar? A veces cuando las mentiras llenan, cuando el perdón no es suficiente para...