Capítulo 11

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Onur abrió los ojos deleitado, su nariz perdida en el cuello de Sehrazat. Inspiró hondo y la escuchó suspirar a ella, entre sueños...

Se acomodó a su cuerpo y sintió el delicioso roce con su piel que lo hizo sentirse instantáneamente estimulado...

Sus manos se deslizaron suavemente por el abdomen de ella y cuando llegaron a su pecho, Onur escuchó otro suspiro.

-Eres hermosa...- le dijo él al oído en voz bajísima y ella sonrió sin abrir los ojos, ya despierta, deleitada por sus caricias.

Sehrazat movió sus caderas hacia atrás, rozándolo suavemente y se ganó un suspiro en su oído.

-Onur...- dijo y se mordió el labio, era increíble todo lo que estaba experimentando con él desde la noche anterior.

-Siento haberte despertado...- le dijo y la hizo girar, quedando él sobre ella.

-Me encanta que me despiertes... se siente perfecto...- le dijo ella y él se inclinó para besar sus labios húmedamente.

-Bien... muy bien...- le dijo y sus caricias se volvieron más insistentes e intensas...

Sehrazat lo besó con total entrega y a los pocos segundos lo sintió parte suya, mientras las manos de él recorrían su piel y le provocaban un cosquilleo sensual...

Se entregaron uno al otro un buen rato y cuando volvieron a la posición inicial de cómo habían despertado, ella sintió la respiración profunda de él en su nuca y supo que se había quedado otra vez dormido...

Sonrió imaginándose con él todas las noches. Su piel se erizó al pensar en todas las consecuencias de esa situación... todavía era muy prematuro para eso, pero la idea había comenzado a rondar...

Intentó volver a dormirse, pero finalmente solo disfrutó de los brazos protectores de él que la tenían apretada posesivamente...

Un rato después comenzó a fantasear con un café y se escurrió de sus brazos con suavidad...

Se quedó mirándolo un buen rato y sonrió. Recordó los dichos de sus amigas y la cantidad de mujeres que seguramente habían intentado acercársele... y ella que no había reparado en él hasta que se conocieron en la oficina de la subdirectora...

Sacudió la cabeza y por primera vez en mucho tiempo se sintió segura y confiada de quién era y de lo que sentía...

Se dirigió a la cocina, allí encontró la camisa de él y se la puso, no porque no tuviese otra cosa, sino porque se sentía más cerca de él, rodeada de su aroma...

Preparó café y sirvió dos tazas. Se quedó mirando la nada, solo disfrutando de esa sensación de bienestar y luego se dirigió a la habitación...

Él pareció haberla escuchado o presentido que no estaba y frotaba sus ojos cuando ella apareció.

Sehrazat disfrutó de la mirada de él, acariciándola, alzando las cejas cuando ella se acercó y le entregó la taza...

-Buenos días...- le dijo y le sonrió, haciéndole un lugar para que pudiera sentarse.

-Buenos días...- le contestó ella y su sonrisa se amplió.

-Creo que no podré olvidarme de esta imagen en mucho tiempo...

-Mmmm...- dijo ella con una sonrisa.

-Tú, con mi camisa, trayéndome café a la cama... luego de una noche de amor...

-Inolvidable...- le dijo ella y se inclinó para besar sus labios.

-¿Qué quieres hacer hoy?

-¿Olvidaste que hay una reunión con Binyapi? - dijo y él arrugó el entrecejo, no se acordaba para nada.

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