XVIII

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Por fin la dichosa clase de educación física había terminado. Estaba de lo más agotada. Incluso si no estaba sudando, sentía mi cuerpo arder, me había acabado la botella de agua en un solo trago y ni así fue suficiente para saciar mi tremenda sed. 

La verdad es que al día necesitaba tres litros de agua, hoy apenas y llegaba a la mitad. Pero bueno, no es lo importante. 

Debía tomar un poco de tiempo hasta que los vestidores se vaciaran, siempre era lo mismo después de todo. Mi vida dejó de ser normal cuando ingresé a esta escuela, y lo peor es que todo lo hacía por mi futuro e incluso mi propio orgullo. Quería ser una persona fuerte, estaba cansada de ser pisoteada y era l peor. 

Pero hay que ser sinceros. Para lo que va del año esto ha sido un asco, medio año ya. Y bueno, que va, tengo novio a fuerzas

En mi vida habría tenido a una persona así de pareja, ni siquiera se me había cruzado por la cabeza todo esto. Demonios, entré aquí pensando que sería todo de rosa y podría hacer amigos sin ninguna clase de problema. Vaya que estaba más que equivocada. 

Y como siempre, el sol hoy no tenía ni ganas de aparecerse a brindarme algo de luz. Tenía que estar acostumbrada al frío que producía mi propio cuerpo, aumentando éste con el aire acondicionado de la escuela. Ese era otro factor para tener que usar un suéter, sino las personas a mi al rededor estarían quejándose del frío. 

Nuevamente me había perdido en mis pensamientos en lo que ajustaba las agujetas de mis tenis. Suspiré soltando un poco de humo helado que fue hacia mi izquierda, en cuanto volteé me asusté. Mi corazón había comenzado a latir con fuerza, y era de miedo

-¿Cómo está mi novia favorita?~ -Palidecí por completo ante su figura apoyada en el barandal de las gradas. Tragué saliva en seco, esa manera de hablar que usó no me había gustado nada.

-¿No deberías estar en clase? -Pregunto disimulando mi nerviosismo. Como siempre digo: no debía mostrarme débil. al hablar. Eran cosas que alimentaban su sed de molestarme cada que podía. 

No olvido como me había estado molestando estos días, luego de que le dijera tonto frente a nuestros amigos. 

-Ehh... -Bufa con vagancia y expresa desinterés.- Me estoy saltando las clases porque la verdad son muy aburridas. Y además... ¿de qué me sirve estar en clases si tengo a alguien con quien divertirme todo lo que quiera? -Muestra su dentadura llena de colmillos y suelta aquella risa escalofriante.- 

-Ya veo. -Dije seriamente, prosiguiendo a guardar mis cosas. Hacía lo que podía en apurarme sin que lo notara. 

-¿Qué haces tu aquí? Ya tardaste en ir a cambiarte, langostita.  -Sin mirarlo, noto que se acerca hasta a mi y queda de frente.

-No puedo ir al vestidor si los chicos están ahí, podrían descubrirme. Siempre hago la excusa de que tardo en guardar mis cosas. -Eso lo dije sin prestar atención. 

Sentí un fuerte dolor en mi cabeza, una voz en mi interior estaba gritándome bastante molesta y ahí di en cuenta que no debí haberle dicho aquello. Había hablado de más. Porque fue como entregarme en bandeja de plata cada que ahora a él se le pegara la gana. 

Soy una estúpida en todo su esplendor. 

Levanté mi cabeza una vez ya tenía mis cosas a mi lado bien guardadas en una pequeña mochila. Floyd y yo nos mirábamos fijamente sin despegar la mirada. Tenía que levantarme. Justo observé como mostraba su larga lengua relamiendo sus labios y ensanchó su sonrisa. 

-Quiero un beso, no nos hemos dado uno desde que te propuse ser mi novia. -Dice como si fuera la cosa más normal del mundo. Un tic en mi ojo apareció y no pude evitar decir algo. 

Bully [Twisted Wonderland] Floyd Leech x Fem!OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora