XIII

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Mi sándwich de crema de maní me calmaba el ambiente, no había tensión ni nada pero el solo estar con Floyd es motivo para que mi cerebro tenga una mano cerca del botón de emergencia. 

Llevaba la mitad, mi soda apenas la había tocado y bueno, estuve a poco de darle otro sorbo de no ser que mi querido compañero, la agarró y le tomó no sé cuanto. No dije nada, solo observé como la dejaba en su lugar y suspiraba disfrutando el sabor. Preferí decir nada para evitarme algún tipo de jugarreta suya, porque pensar es lo que hago. 

-Langostita, ¿ya pensaste en un club? Hoy tenemos que presentarnos después de clases. -Lamió sus labios saboreando el glaseado de su cup cake.

-Eh, si. Me decidí por el club de ciencias. -Dije dando otra mordida.

-Uh, que aburrido. Es típico de los nerds que escojan eso, aunque te viene bien ya que te relacionas con puros cerebritos. -Alzo una ceja confundida. Quise tomarlo como ofensa pero daba igual lo que diga, hablar con él es como hablarle a la pared.- Por cierto, ¿no vas a tomarle a tu refresco?~ Te ves sedienta. 

-Primero, no me hables como si fuera una chica estando en publico. -Eso lo dije en un susurro que solo él pueda escuchar.- Y segundo, te la regalo. Ya estoy comiendo mucho dulce. 

-Tómale un trago, anda~ -Me acerca la lata a mi boca y aparto mi rostro.- No seas aguafiestas...

-De verdad no quiero, enserio te la regalo. Insisto. -Expreso una mueca cansada sin mirarlo a los ojos.- 

-Yo creo que no es eso... -Se queda pensando.- ¿Tienes miedo de darme un beso indirecto?~ Que oportuna, Langostita~

Ni siquiera lo había pensado así que no cuenta. 

-Para nada, últimamente he estado comiendo mucho dulce. El hermanito de mi líder me va a regañar si tengo el azúcar muy elevada. -Ahora si lo miro seria.- Puedes acabártela con gusto, Floyd. 

-Ay... así no es divertido. -Aleja a lata de mi rostro y le vuelve a dar un sorbo.- Como sea... ¿Te dije que yo entraré al club de Basket?

-¿Ah, si? ¿Eres bueno en deportes?

-¡Claro! Me gusta mucho hacer cosas de terrestres, cuando vives muchos años en el agua te dan ganas de hacer cosas como caminar, correr y demás.~ Deberías mejor unirte conmigo, Langostita. 

-No puedo, aunque me gustaría no puedo porque requiere usar menos ropa como exigencia. Eso podría delatarme. -Bostezo hacia otro lado y lo vuelvo a mirar. Parece entenderlo pues lo está pensando mucho. O quiero pensar porque no habla y se ve pensativo.- 

Se puso a sonreír como tonto una vez regresó sus ojos bicolores hacia mi dirección.

-Está bien, está bien... Pero al menos quiero que me vayas a visitar. Y si no vas me voy a enojar.

-Pues en ese caso sería mejor que me invites tu porque soy muy olvidadiza en ciertos ámbitos. Creo que podré hacer un esfuerzo si me lo pides. -Hago una mueca de aburrimiento con mis ojos caídos. No me gustó la forma en que me dijo, técnicamente me está obligando.

El chico se comienza a reír prácticamente burlándose de mi y se acerca. No leí sus movimientos en ningún momento, cosa que me sorprendió como le mordió a mi sándwich y después se dirigió a mi oreja. Me congelé literalmente ahí en mi sitio, su respiración caliente derritió parte del hielo en mi oreja y tragué saliva. 

-Entonces te invitaré cuando no haya nadie y podremos jugar un rato. -Plantó un ligero beso en el lóbulo de mi oreja y se alejó riendo como un tonto. 

Estaba callada, me quedé sin palabras e igual a un iceberg choqué contra un montón de emociones fuertes. Impotencia, odio, rencor, todo en uno. Apreté mi pantalón buscando algo de paz, cosa que no llegó así que respiré como en una clase de yoga. Por una vez en mi vida me han servido esas clases y creo que ahora las pondré más en práctica. 

Faltaban pocos minutos para que tocaran el timbre, tuve que acabarme mi sándwich más rápido y arrugué el papel donde venía. Lo tiraría en el camino en algún bote de basura de todos modos así que lo guardé en el bolsillo de mi suéter. 

-Bueno ya me voy, Langostita~ -Ambos nos ponemos de pie. Sacudí mi pantalón y lo acomodé, noté que él se acabó de golpe el refresco e hizo lo mismo que pensé de guardárselo para tirarlo en el camino. 

Quiero pensar...

-Claro, ten buen día. -Digo sin interés para darme la vuelta y comenzar mi camino hacia mis siguientes clases. Soy detenida por un abrazo ajeno desde atrás, cosa que ya no me era de sorprenderme.- 

-Más te vale no estar de p*ta o si no te trataré como a una. Soy demasiado cruel, aunque... -Abrí los ojos lentamente con cada palabra, no solo por el miedo. Sentí un gran escalofrío cuando sus labios subieron y bajaron por mi sien, dejando poca saliva en mi cara.- Creo que tu lo sabes mejor que nadie...

Dejó en mi un sentimiento de indignación, temor y odio, quería matarlo pero no podía. 

Cuando se fue brincando como un tonto, respiré más hondo que hace momentos. Tenía muchas ganas de brindarle un buen puñetazo, pero desgraciadamente todo lo que pueda hacer se irá directamente contra mi. No me conviene hacerle algo si lo que quiero es seguir en esta escuela, es por mi bien...  

...

Entré al salón que me indicaron, un fuerte aroma a vinagre me invadió la nariz provocándome una fea expresión. No me gusta ese olor a fin de cuentas y menos si es de manzana, que es el olor más fuerte. 

Me puse una bata y lentes de protección en mi cabeza. Caminé un poco más hasta topar con otra puerta y me adentré más por la sala del club. 

Lo primero que observé fue varios estudiantes con su respectivo uniforme, al profesor conversando con unos chicos, uno rubio y el otro... Mi mayor Trey. En realidad él fue el que me había convencido de entrar a este club el día de la fiesta, ahora que estoy acá creo que podría hacerme su amiga/o. 

Por otro lado estaba el chico del que había hablado con Jade, aquel rubio con corte lindo de Pomefiore. 

-Oh, demonios. 

No me lo esperé en lo absoluto. 

...

Bully [Twisted Wonderland] Floyd Leech x Fem!OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora