Nunca nos ponemos a pensar en cuanto puede tardar en cambiar nuestra vida, ¿un año? ¿un mes? ¿un minuto? Nadie está seguro en realidad, la vida cambia y podemos o no darnos cuenta. Ser feliz no depende del tiempo, sino de nuestras acciones, lo que decidamos influirá en nuestro futuro y puedes arrepentirte o no. Pero puedes intentar arreglarlo y quizás en poco tiempo nuestra vida haya cambiado varias veces sin ni siquiera notarlo.
Greace, la princesa de Wajayland, creía que era feliz a sus 20 años. No soñaba con otra cosa que no fuesen sus libros de aventuras; conocer nuevos reinos, hacer que su pueblo sea tan feliz como lo era ella en esos momentos, pasar meses en el mar encontrando criaturas asombrosas y tierras que nadie visitó jamás. Pero nunca pensó en que sus planes acabarían derrumbándose en tan solo 5 minutos.
–Buenos días –saludó mientras sus padres el Rey Conrad y la Reina Lucía desayunaban tranquilamente en el comedor del castillo. La princesa se sorprendió al darse cuenta de que no estaban solos en la gran mesa rectangular, donde había espacio para veinte personas más y que alcanzaba para alimentarlos a todos e incluso así, sobrarían alimentos. Su hermana Anika la Reina de Crasovia y su esposo el Rey Albert II habían llegado temprano en la mañana de un largo viaje de 15 días en barco solo para estar en Wajayland.
Greace los saludó con entusiasmo, sin embargo aún estaba sorprendida. Su hermana únicamente regresaba al castillo en fechas importantes y según tenía entendido, para su cumpleaños que era el más cercano, aún faltaban 6 meses.
–¡Greace que guapa estás! Parece que ya has entrado en tu etapa de madurez, hace mucho que no nos vemos y la última vez que me escribiste fue hace un mes ¿ya terminaste ese libro El Caballero del Rey que estabas leyendo? –preguntó Anika con cariño a su hermana.
–Sí, ya lo he terminado. Pero comencé uno nuevo muy interesante, y tenía intensiones de terminarlo antes de contártelo.
Las chicas mientras vivieron juntas tuvieron sus etapas de altos y bajos en cuanto a su relación de hermanas, debido a sus caracteres tan diferentes, al igual que su forma de ver la vida.
Anika era más entregada a ella que a su reino y esto causaba estragos en cuanto a los lujos que presumía y las carencias que en esos momentos estaba presentando Crasovia. Su padre, el rey Conrad había tratado de ayudarlos durante este último año, pero al parecer la situación era más grave de lo que se imaginaban, ya hacía unos cuatro meses que Wajayland había entrado en crisis también. En estos momentos estaban viviendo de los impuestos y por supuesto a nadie le hacía mucha gracia.
El rey Conrad interrumpió la conversación de sus hijas, para hacer una declaración...
–Greace, ya tienes 20 años y la preparación suficiente para saber qué es lo mejor para tu reino. Tu madre y yo hemos estado hablando esto durante ya más de un año y creo que dada la situación en la que estamos, debemos hacer algo al respecto –el Rey hizo una pausa y terminó anunciando –Te vas a casar dentro de una semana.
A Greace se le escapó un quejido bastante raro y no supo que decir, miró a su alrededor y se dio de cuenta que la única persona que estaba sorprendida era ella ¡ya todos lo sabían! pensó.
Se experimentó un largo e incomodo momento de silencio en el comedor del castillo, ninguno de los presentes quería formular palabra hasta que Greace dijera algo. Ella supuso que esperaban su respuesta, así que con voz temblorosa logró pronunciar.
–Una semana... ¿Por qué tan pronto?
En ese instante logra salir de su estado de shock, y lo primero que le viene a la mente es que todos sus planes de conocer el mundo y de tener aventuras se han acabado. Casarse, es una gran responsabilidad. Compartir tu espacio con alguien más, permanecer con él para toda la vida... No, no quería eso tan pronto. Sí, tal vez le han interesado algunos guardias del castillo, pero siempre pensaba en eso como algo en segundo plano, nunca como una cosa importante para hacer en su vida.
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Que me ames (Terminada)
Historical FictionGreace es la princesa del reino de Wajayland, tiene 20 años y sueña con tener múltiples aventuras a lo largo de su vida. Su sorpresa llega cuando su padre le informa que debe casarse con el rey de Austroa. Christopher es un hombre de 35 años padre d...