Estimado Adam de Logvine:
Te escribo esta carta con el objetivo de pedirte apoyo y respaldo para mis soldados. Esta guerra en la que todos hemos estado implicados, protegiendo nuestros reinos y tratando de derrocar al Rey de Claw debe terminar. Te invito a Wajayland para explicarte mejor mis intensiones y ante todo te ruego discreción, bajo ningún concepto Christopher debe saber lo que estoy planeando. Espero recibir tu visita lo antes posible y te mando mis más sinceros saludos. Atentamente
Greace,
Princesa de Wajayland.
Greace no quería explicarle lo que había sucedido entre ella y su primo, pero estaba segura de que Adam sospecharía al instante de que algo grave había pasado entre ellos por la firma y el lugar de encuentro.
El Rey de Logvine no tardó en contestar a su llamado y en menos de dos semanas ya se encontraba en las tierras pertenecientes al pueblo de Wajayland.
–Bienvenido, amigo mío. –Saludó la princesa con emoción a su invitado.
–Estás hermosa como siempre, me alegro de verte. –contestó Adam con la galantería
que le caracterizaba.
–Gracias, yo también me alegro de verte.
–Estamos muy contentos de que haya aceptado usted nuestra invitación. –el Rey Conrad y la Reina Lucía saludaron con cortesía al recién llegado.
–No puedo negar de que estoy muy intrigado por saber que es lo que planean para Claw.
–Debes estar muy cansado por el largo viaje, ahora acompáñanos a cenar y descansa. Mañana hablaremos con más calma. –Respondió Greace con una sonrisa, era un primer paso que su amigo se presentara ante ellos, luego vería si aceptaría su propuesta.
Se dirigieron todos al gran comedor y en ningún momento Adam preguntó por su primo o por lo sucedido en Austroa. Aunque estaba desesperado por saber.
A la mañana siguiente, luego de desayunar, decidieron los dos Reyes acompañados de la Reina y de la Princesa hablar de los planes que tenían para su reino enemigo.
–Estás en todo tu derecho de negarte, yo tampoco estoy de acuerdo con que se tome este riesgo, pero Greace está decidida.– comenzó el Rey Conrad a explicar su posición.
–Es la solución, la única forma de salir nosotros de esta guerra. –justifica Greace.
–¿Qué tienen en mente?– Adam no pudo evitar ponerse nervioso.
–Iremos a Claw con la mayor cantidad de soldados para protegernos, en caso de que las cosas no salgan como esperamos. Ellos nos doblan en cantidad, pero es solo una manera de precaver, no pretendemos atacar. –Prosiguió el Rey Conrad –Greace será la mediadora, hablará con Castro y tratará de conseguir un acuerdo de paz.
–¿Greace?– El Rey de Logvine estaba muy sorprendido, las cosas con este plan no podían resultar bien. –¿Sabes que eso es entrar en la cueva del lobo? Si Castro no cede podría matarte de primera.
–Es un riesgo que estoy dispuesta a tomar, pero hay cosas que necesito tratar con él.
–¿Cómo cuáles? –Preguntó Adam frunciendo el ceño.
–Erika volvió a Austroa, por alguna razón aún desconocida. Su excusa no me convenció y necesito saber cuál es el motivo de esa vuelta y si no nos afecta. Si Austroa cae, atrás iremos nosotros, es la que más territorio abarca y mayor riqueza posee. Será fácil destruirnos luego de eso. –Greace trataba de convencerlo, pero la cara de sorpresa de su invitado aumentaba con cada palabra que salía de su boca.
–¿Christopher no sospecha de Erika? –preguntó Adam aturdido por la propuesta.
–Le ruego no pronuncie ese nombre bajo nuestro techo. Él no es bienvenido aquí, lo qué hacemos es por nuestro pueblo, nada tiene que ver con ayudar a Austroa. –Estas son las primeras palabras que pronunció la reina Lucía durante la reunión y todos estaban de acuerdo con lo dicho.
–No, no sospecha de ella. –la voz de Greace fue poco menos que un susurro, pero aún así todos lograron escucharla.
–Es un viaje largo, tardaremos más de 15 días por tierra. –Aseguró el Rey Conrad.
–¿Cuando pretenden partir?– Adam no estaba seguro de que querer participar en esto.
–Si aceptas, en tres días. Los soldados de Crosavia y de Anderras también nos apoyarán, están en camino hace una semana.–Le comunica el Rey.
–Avisaré a mis hombres para que se preparen, si tenemos suerte, saldremos vivos de esta. –Sus palabras aunque no muy alentadoras, iluminaron los ojos de todos en la habitación. La guerra terminará, pero alguien tiene que perder la cabeza como sacrificio.
Tres días, solo tres días y partirán al encuentro con su enemigo. Greace estaba más que segura que esta era la mejor decisión. Necesitaba hacer algo por ella misma, no podía seguir con la agonía de pensar que un día los atacarían y perderían todo lo que su pueblo había recuperado en los últimos meses.
El trayecto hasta Claw era agotador, más de una vez tuvieron que desviarse de los caminos y tomar el bosque para no llamar la atención a las gentes del pueblo, todos sabían lo rápido que corrían los rumores y no querían verse en la terrible situación de ser emboscados por el propio Rey de Claw.
Greace viajaba sola en su carruaje, su padre y los demás reyes que los acompañaban iban a caballo, soportando el fuerte Sol que en esa etapa del verano se manifestaba. Adam ya sabía lo sucedido con su primo y lamentaba mucho que las cosas hubieran terminado de esa manera. Para él, Chris si amaba a Greace, era solo que se vio en una situación donde tuvo que elegir y claramente no escogió la mejor opción. No quería justificar sus acciones, pero cada una de sus decisiones se vieron afectadas por el hecho de que Erika era la madre de sus hijos.
Aunque delante de todos Greace parecía no sentir nada más por el Rey de Austroa, era imposible pensar de que ya había olvidado al que hacía unos meses era su esposo.
Después de 18 días a caballo, por fin logran llegar a Claw y para sorpresa de todos, fueron recibidos con un ejército de menos de 50 hombres...
Claramente algo no estaba bien aquí.
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Que me ames (Terminada)
أدب تاريخيGreace es la princesa del reino de Wajayland, tiene 20 años y sueña con tener múltiples aventuras a lo largo de su vida. Su sorpresa llega cuando su padre le informa que debe casarse con el rey de Austroa. Christopher es un hombre de 35 años padre d...