| Pilar Aire | Shinazugawa Sanemi x OC ✨

Shinazugawa Genya

El doctor dijo que mantenga higienizados mis oídos y mis tímpanos cicatrizarían por sí solos. Por otro lado, podría darme fiebre, la cual era la situación actual.

-No es necesario que hagas esto. No es la primera vez que tengo fiebre y puedo cuidarme sola. -estaba acostada en el futón, con una tela mojada en la frente y tapada hasta el cuello. Sanemi estaba entrando por la puerta con una bandeja que llevaba el desayuno

-No me importa hacerlo. -dijo. Se sentó a mi lado y luego hice lo mismo. Tomé el trapo de mi frente y lo puse en mi nuca, luego recogí mi pelo y Sanemi se quedó mirándome mientras bebía un poco de té

-Puedes acompañarme a un lugar por la tarde? -pregunté

-No. -respondió serio

-Por qué no? -pregunté sorprendida

-Porque no irás a ninguna parte. Tienes fiebre.

-Es muy importante que vaya... Si no quieres acompañarme, iré sola. -dije desafiante

-*Suspiro* Bien. A dónde quieres ir? -yo sonreí

-No es muy lejos. Es a mi casa. -él me veía confundido

-Por qué? Ya quieres irte? -preguntó triste

-No! Debo buscar algunas cosas... Entenderás cuando vayamos...

-Bien. Avísame cuando quieras ir. -dijo para volver a tomar su té.

Cuando terminamos de desayunar, Sanemi llevó todo a la cocina y me dejó sola, yo me vestí con el uniforme y volví a poner la tela en mi nuca.

Me dirigí hasta donde estaba él. Sanemi suavemente tomó mi rostro y posó sus labios en mi frente

-Segura quieres ir hoy? No mejoraste... -dijo preocupado, lo cual me hizo sonreír

-Si, quiero ir hoy. -me acerqué y dejé un beso en sus labios -Hoy es un buen día! -dije emocionada

-Hayami. Está por llover. -contradijo irritado

-Perfecto! Podemos salir y no nos insolaremos! -agregué

-Espero que los delirios sean porque estás enferma. -me miró de arriba hacia abajo -Irás de falda? No tienes pantalones? -preguntó

-No. Solo me dieron este uniforme. -él me miró sonriendo

-Tengo los pantalones de mi primer uniforme. -yo lo miré disgustada. Él fue a su habitación y volvió -Úsalos. -ordenó divertido

-Debo hacerlo? En serio me gusta como me queda la falda. -dije algo molesta

-Si no lo haces, tomarás frío y solo empeorará tu fiebre. -se acercó a mi y acarició mi muslo por debajo de la falda -Usa la falda solo para mi. -dijo con una sonrisa atrevida

-Si! -respondí embobada y sonrojada. Él besó mi mejilla y luego me fui a cambiar -Vámonos! -grité. Él sonrió y me siguió, saliendo por la puerta.

Cuando estábamos por pasar por el pueblo, Sanemi tomó mi mano

-Sanemi! Nos verán! -susurré soltándolo. Él se entristeció e irritó un poco. A mí me apenó así que volví a tomarlo -Al diablo! -dije en voz alta. Él mostró una suave sonrisa

-Estás segura? -preguntó

-Por supuesto! Después de todo, en poco tiempo me convertiré en una Pilar! Dejaremos de ocultar lo que sentimos! -hablé emocionada. Él sonrió y besó mi mano. Luego continué delirando todo el camino hasta que llegamos a mi casa.

Yo me puse frente a la puerta y sonreí llevando mis manos a mi cintura -Me extrañaste, verdad? -le estaba hablando a mi padre. Sanemi me miró confundido.