No de nuevo..

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Abay me sirvió café cargado, lo detesto.

Salimos rápido al instituto en mi auto. aprovechando que no había tanta gente por ser fin de semana. Llegamos a
Lo que era el laboratorio que estaba escondido en el subterráneo. Teníamos una celda, en ves de barrotes un vidrio gigante resguardado por un campo de fuerza magnético que solo yo puedo activar desde afuera para hacerlo hablar.

Una vieja bruja que estuvo en deuda conmigo me ayudó hacer modificaciones en la academia.

Bajamos en el elevador y luego escaleras, estaba muy resguardado. Llegamos y el prisionero estaba desatado y con algunos rasguños por querer salir de la prisión.

Me acerco a él y me mira con odio.

-Hagámoslo fácil, ¿quieres? Si tu coperas no sufrirás tanto. —Le digo.

-Vete al carajo. —Me dice .

-Esperaba tu respuesta. —Bajo la palanca que hace que le dé un pequeño toque de electricidad.

Se retuerce.

-¿Que dices ahora?. —Lo miro con diversión.

-¿Que acaso no puedes venir aquí a interrogarle personalmente?. —Me dice con una sonrisa.— No hablaré contigo.

Le hago una señal a Abay para intente dialogar con este idiota.

-Con el tampoco hablaré..., es algo entre la chica y yo. —Dice sonriendo perverso.

-¿A quien te refieres? —Le dice Abay.

Sabía perfectamente quién era.

-Aquella chica en el bosque junto a Ti.— Me dice astuto.

Ruedo los ojos.

-¿Que hacemos ahora? —Me dice Abay.

-Mira idiota no creas que estás en condiciones de pedir lo que quieras. Si lo quisiera te mataría ahora mismo. —Le digo enojado

-¿Entonces será así?. Pues bien ustedes se lo pierden. —Me dice tranquilo.

Golpeo la pared dejando mi puño marcado en él

-¡Traela! —Le digo a Abay molesto

Pasaron unos diez minutos, ya es tarde y nose si a regresado..

la veo bajando las escaleras, al parecer su regreso es reciente porque tiene puuesta ropa que no usaba aqui. Se ve jodidamente hermosa.

Su expresion es de confusión.

-¿Que ocurre? ¿Que es este lugar? —Me pregunta.

-Hola linda, tiempo sin vernos, luces hermosa. —Le dice el idiota y le guiña el ojo.

Michel lo mira seria.

-El es el prisionero que encerramos aquella ves. —Le informo.

-¿Y que tiene que ver conmigo? —Me mira confundida.

-El imbecil dice que no hablará con nadie más que contigo —Le digo irritado.

Me mira sorprendida y se dirije a él

-¿Por que yo?

-Bueno quería saber cómo estabas. —Le dice coqueto.

-¿Quien eres? —Le dice Michel.

-Bueno para ti puedo ser quien quieras.— Me guiña un ojo.

Me empiezo a enojar y le doy otro toque esta ves más largo.

Michel me mira enojada.

-¡Basta! No es la manera. —me dice.

-¿Acaso no escuchas lo que te dice? Solo quiere molestar. —Le digo molesto.

"Mi Gran Historia De Amor" (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora