Libertad

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Serenity se encontraba sumida en sus pensamientos, el eco del poema que Diamante le había dedicado resonando en su mente como una melodía melancólica. Le dolía su traición, un dolor punzante que la mantenía despierta por las noches, atrapada en un laberinto de recuerdos que la atormentaban. Las palabras de amor que había escuchado removían sentimientos que había intentado enterrar, y su corazón se debatía entre el amor que aún sentía por él y el compromiso que había hecho con Zafiro.

Deseaba escapar, pero cada vez que intentaba activar su broche de transformación, este perdía su poder. Algo bloqueaba sus habilidades en Némesis... Tenía que descubrir qué era, aunque sabía que no sería fácil. Era su única oportunidad para liberarse de las cadenas invisibles que la mantenían prisionera.

En su despacho, Diamante se encontraba atrapado en un torbellino de emociones. Las palabras de Serenity aún resonaban en su mente, como ecos de un amor perdido. No quería perderla, pero cada día se sentía más distante de ella, como si un abismo se interpusiera entre sus corazones. La culpa lo devoraba; cada pensamiento sobre ella era un recordatorio de su fracaso.

Ella no quería verlo, a pesar de las numerosas veces que había golpeado su puerta, esperando con ansias que ella abriera. 
¿Cómo te extraño, princesa mía? susurró con voz quebrada, sintiendo cómo el peso de la tristeza lo aplastaba. Cada día sin ti es un tormento; mi corazón clama por tu presencia.

Berjerite, observando el tormentoso mar de emociones en su príncipe, decidió intervenir. 
—Mi señor, sé que no soy quien para decirle qué hacer... pero debe encontrar la manera de acercarse a ella. La princesa le ama más que a nada en este mundo; no lo olvide.

Diamante la miró con desesperación, sus ojos llenos de angustia. 
—¿De verdad crees eso? He causado tanto dolor... ¿Cómo podría perdonarme?Su voz temblaba, cargada de inseguridad y miedo. Soy el arquitecto de su sufrimiento.

Berjerite continuó con firmeza, intentando infundirle esperanza. 
—He sido testigo del sufrimiento que ha llevado en su corazón desde lo ocurrido con Rubí. No pierda la fe en ese amor tan grande; tal vez aún esté dolida... Dele tiempo y espacio para sanar.

Diamante sintió un destello de esperanza al escucharla, pero también una creciente ansiedad. 
—¿Y si eso es lo que necesita para sanar? ¿Y si me alejo solo para perderla por completo? La idea lo aterraba; perder a Serenity era un pensamiento insoportable.

Berjerite asintió con determinación, sabiendo que debía ser franca con él. 
—Mi príncipe, escuche mi consejo; es el único camino hacia la redención. Encuentre la manera de estar presente en su vida. Si no actúa pronto, Zafiro podría aprovechar esta oportunidad y casarse con ella.

Diamante se sintió abrumado por sus pensamientos y emociones encontradas; el miedo a perderla lo paralizaba mientras el deseo ardía intensamente dentro de él. 
—No puedo permitirle irse... Si lo hago, la perderé para siempre.

La angustia en su voz era palpable.

Berjerite lo miró con compasión y entendimiento, reconociendo el peso del amor y la culpa que llevaba sobre sus hombros. 
—Si realmente la ama, debe darle libertad. Si vuelve a su reino, estoy segura de que cambiará esa opinión sobre usted.

El príncipe se debatía entre el deseo y el miedo; una lucha interna desgarradora que lo mantenía en vilo. 
—¡No! ¡No puedo soportar verla irse! Inconcientemente cometí un error... La invasión al reino lunar, la muerte de su madre... Y luego lo de esa mujerzuela... Cada palabra salía cargada de pesadumbre y arrepentimiento.

Berjerite insistió suavemente, consciente del riesgo que corría Diamante al no actuar ahora. 
—Mi señor, si no actúa ahora, perderá todo lo que ama.

Con lágrimas en los ojos y un corazón desgarrado por el remordimiento, Diamante comprendió la verdad en las palabras de Berjerite. 
—Si debo dejarla ir para que sea feliz... entonces tendré que aprender a hacerlo.

Pero el miedo lo paralizaba como una sombra oscura sobre su alma herida. 
—No sé si podré soportarlo... Berjerite... ¿cómo puedo vivir sin ella?

Berjerite le dio una mirada decidida y alentadora; había visto el amor verdadero brillar en los ojos de Diamante antes y sabía que aún existía una chispa dentro de él. 
—Hágalo, señor. Sé que encontrará las palabras adecuadas para tocar su corazón; confíe en su amor.

Con esas palabras resonando en su mente como un mantra esperanzador, Diamante sintió un rayo de determinación atravesar su pecho; era hora de actuar por amor.

Con renovada resolución y el peso del dolor aún presente en su corazón, Diamante se dirigió a su escritorio; el pergamino y la pluma esperaban por él mientras luchaba internamente con sus sentimientos más profundos.

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Querida Serenity, 

Desde el momento en que te vi por primera vez bajo la luz tenue del atardecer, mi vida cambió para siempre; cada instante a tu lado ha sido un regalo invaluable e irrepetible. Ahora, en tu ausencia, siento cómo este mundo se ha vuelto gris y desolado sin tu luz brillando a mi alrededor; cada rincón me recuerda tu risa y tu dulzura.

La traición que cometí me consume cada día como un fuego inextinguible; no hay un instante en el que no me arrepienta profundamente de mis decisiones erradas; el dolor que te causé es una carga insoportable en mi alma atormentada por mis propios demonios internos.

Te extraño con una intensidad desgarradora; cada latido de mi corazón grita tu nombre como un lamento perdido entre las sombras.

No puedo soportar la idea de perderte para siempre; tu felicidad es lo único que deseo sinceramente incluso si eso significa dejarte ir hacia tu reino lunar donde puedas encontrar paz y sanación lejos del tormento que he causado yo mismo.

Si regresar allí es lo que necesitas para sanar y encontrar esa paz interior tan ansiada, entonces te ruego con todo mi ser: hazlo.

Mereces ser libre; aunque eso me destroza por dentro como mil fragmentos afilados atravesando mi pecho vacío.

Soy consciente de los errores imperdonables que he cometido:  invasión al reino lunar, la muerte de tu madre, cada uno de esos momentos me ha dejado marcado y lleno de remordimientos eternos; desearía poder borrar el pasado con un simple gesto o una palabra mágica; sin embargo sé bien que eso es imposible e irrealizable.

Aun así quiero que sepas algo fundamental: mi amor por ti es verdadero y profundo, más allá del tiempo y las circunstancias adversas.

Si decides regresar a la luna lleva contigo este mensaje: siempre estaré aquí, esperando con los brazos abiertos el día en que puedas mirarme sin resentimiento ni dolor acumulado en tu corazón herido por mis acciones egoístas e insensatas del pasado reciente; espero sinceramente que encuentres la felicidad plena que mereces; si algún día decides volver a mí —a este corazón roto pero esperanzado— estaré listo para recibirte con todo mi amor renovado.

Con toda la pasión y devoción infinita,

Diamante.

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Con la carta terminada y las lágrimas aún brillando en sus ojos como perlas preciosas caídas al suelo frío del despacho real, Diamante sintió un ligero alivio al haber expresado finalmente sus sentimientos más profundos por fin; era un paso hacia la redención personal —un intento sincero—de reparar el daño causado por sus decisiones erradas y dolorosas del pasado.

Con esperanza palpitante en su corazón y una mezcla abrumadora entre miedo e anhelo hacia ella mientras imaginaba cómo sería volver a tenerla cerca algún día… decidió enviar esta carta a Serenity confiando plenamente en que sus palabras pudieran tocar su alma herida ayudándola así a encontrar esa paz tan anhelada.

Lujuria lunar +18 (Diamante X Serena)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora