𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 20

212 31 18
                                    

Los pasos de Vegeta eran constantes, y su determinación iba en aumento a cada paso; no iba a detenerse por nada, eso ya lo había decidido, iría por el amor de su vida y con el anhelo de que Bulma pudiera perdonarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los pasos de Vegeta eran constantes, y su determinación iba en aumento a cada paso; no iba a detenerse por nada, eso ya lo había decidido, iría por el amor de su vida y con el anhelo de que Bulma pudiera perdonarlo. Ni siquiera quería pensar en Milk y su padre; después de la decisión que estaba tomando era consciente que ya no podría volver a poner un pie en Zafhiró. Milk lo sabría al momento en que lo viera llegar a pelear por Bulma ignorando lo que ella pensará de él. Probablemente después de ello, sería acusado por traición y lo mandarían directamente a la horca, pero sin embargo estaba dispuesto a vivir su vida huyendo con tal de saber que lo hizo por alguien que valía el sacrificio de hacer a un lado su bien propio. Sonaba cursi aquellas palabras en su mente pero era la verdad y por primera vez en su vida no le avergonzaba sentir amor.
Mientras caminaba sintió que la niebla se hacía cada vez más tétrica y espesa conforme seguía los pasos de Kuro, como si de un momento a otro todo se fuera haciendo cada vez más lúgubre y sombrío. Al parecer la maldad se podía respirar en el aire que aspiraba, y la temperatura era demasiado baja a pesar de la calurosa época del año en la que se encontraba actualmente.
El guerrero decidió abandonar aquellos negativos distractores y antepuso el concentrarse. Prefirió dirijir su vista solo al frente del camino y evitar pensar en la mala vibra que le provocaba el ambiente; pero nuevamente a unos cuantos metros su atención se desvío hacía el rastro de sangre que seguía fielmente el sendero. Continuó adelante y aunque la niebla era penetrante, supo de quién era la figura recargada sobre un árbol.
Al estar cara a cara miró a Goku que estaba gravemente herido; el negro de sus ojos penetro su fría mirada para después dirigirla hacía donde provenía la sangre. Era un corte profundo el que kuro le había provocado, su brazo había sido completamente atravezado por el filo de la espada, así que era lo mas lógico que no pudiera continuar con su paso durante mucho tiempo.

— Debemos curarte las heridas antes de que empeores— musitó el guerrero colocando su mano para evitar la perdida de más sangre ya que realmente se sentía culpable de todo lo sucedido; si tan solo hubiera interferido el destino sería completamente diferente.

— No creo que te importe si llego a morir— Goku respondió con ironía y sumamente herido ante las anteriores muestras de despreció y orgullo de su parte; siempre creyó que apresar de todo contaría con su apoyo y amistad, pero cuando sus celos le nublaron la cabeza su integridad dejó de ser la de un verdadero amigo y se convirtió en alguien completamente desconocido.

— Se que nada de lo que yo diga o haga cambiará el pasado, pero cómo lo mencioné antes, aún conservo mi estimación por tí y de verdad me preocupa lo que pueda pasarte— dijo desprendiendo un trozo de tela de sus ropas, e inmediatamente la ató al hombro de su compañero que lo miraba fijamente tratando descifrar su repentino cambio de parecer.

— ¿Por qué estás aquí?— preguntó sin rodeos, y sin buscar alguna escusa para hacer el momento menos incómodo de lo que se estaba tornando— ¿Que demonios tratas de hacer? Por qué me quedo muy claro que nada de lo que está pasando te importa.

— ¡No te atrevas de decir cómo es que debo actuar!!— exclamó con el tono de voz más fuerte e impredecible que pudiera expresar en el momento— ¡Es más que claro que estoy aquí por que...! – Vegeta dudo justo antes de responderle y de parecer débil frente a él – por qué no podrás solo.

–¿De verdad crees que soy tan débil?— inquirió el guerrero con suma molestia e indignación— ¿O acaso piensas que no puedo hacer nada si ti? ¿Que no puedo ser tan bueno como tú?

—No saques de contexto lo que te estoy tratando de decir Kakaroto; lo que trato de explicarte es que no es un sujeto débil al que vas a enfrentar, necesitas de mí ayuda— su mirada se ensombrecio sólo con el sublime recuerdo de su enemigo; no era temor, más bien era la extraña sensación que le provocaba una posible derrota.

—Lo sé... Él no es humano...— dijo deslizando lentamente la mirada hacía el camino.

—¿A qué te refieres con que no es humano?

— Sé que tal vez no creas lo que voy a decirte, pero aquel sujeto es un maldito demonio.

—Lo sé, es peligroso, todo el mundo le teme por las horribles cosas que ha hecho. Milk ya me lo había advertido— el guerrero le resto importancia a las palabras de Goku.

—No se trata sólo de la maldad que representa, literalmente es un demonio. Su fuerza nos supera y no tendrá piedad— Goku bajo la mirada como un breve descanso para lo que acontecería.

—¿Crees que eso será razón para comenzar a dudar? Kakaroto, está vez no voy a comportarme como un cobarde— una pequeña y arrogante sonrisa relucio en la comisura de sus labios.

— Vegeta, yo no tengo miedo a morir y mucho menos si es por alguien que realmente amo, yo tampoco voy a retroceder... y si tengo que perecer para lograr salvarla lo haré. No importa si en el futuro yo no estoy en su vida, solo deseo que viva feliz— Goku se obligó a sonreír antes de seguir hablando— incluso si después de todo, ella te elige a tí.

Vegeta se quedó mirando al pelinegro, comenzaba a admirarlo por la forma en la que pensaba, y aunque lo hacía sentirse avergonzado de su comportamiento nada cambiaría el hecho de reconocer la valentía de aquel hombre.

— Yo necesito...— Vegeta siceo dudando por un breve momento— yo necesito disculparme contigo, me he comportado como un verdadero imbecil...— era realmente difícil admitir su error; siempre había sido egoísta, sólo pensaba en sí mismo y ahora eso iba probablemente a costarle perder al amor de su vida y a su único amigo. De nada servía tener opulencia si no tendría a nadie importante en su vida para compartir su dicha— yo no quiero perderla... Yo de verdad la amo... — su mirada se cristalizó mientras aquellas palabras salían de su boca como sí fuera un desahogue de su alma, como sí su corazón pidiera a gritos ser liberado de la pesada carga que le provocaba tanto orgullo que lo consumía lentamente como un cáncer.

— Haremos esto juntos— Goku sonrió sutilmente indicándole a Vegeta que las pasadas ofensas serían parte del pasado; nunca fue una persona rencorosa y no comenzaría a serlo ahora. Por más errores que hubiera cometido jamás habría podido odiarlo. Su niñez la vivió en su compañía así que más que un amigo era parte de su familia, como su hermano. Sabía que aunque le costaba trabajo dejar su orgullo de lado, cada palabra que salía de los labios de Vegeta era realmente sincera— iremos por ella y está vez no le fallaremos.

Una curvatura se formó en los labios de Vegeta al tiempo en el que extendía su puño hacía el frente esperando la complicidad que disfrutaban cuando eran niños. La gran sonrisa de Goku la cuál le caracterizaba se hizo presente en sus boca, y al igual que él, levantó su brazo y sin pensarlo chocó los nudillos contra los de su amigo.

—  Lo haremos juntos, amigo— reafirmó Vegeta entre sentimientos llenos de euforia y adrenalina.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝒀 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora