Renacimiento del Ser Celestial Supremo [II]

Capítulo 234: El asedio de la familia Shen

Duan Yuyang y Yan Tianhen vigilaban la entrada con los dos cachorros tigre. Lin Xuanzhi se sentó con las piernas cruzadas en la cueva, se puso la píldora de nivel celestial en la boca, y después de un breve momento de vacilación, cerró los ojos y se la tragó solemnemente.

De hecho, con su nivel de cultivo actual, el método correcto era usar su saliva para disolver lentamente la píldora celestial en su boca. A medida que cada capa se desprendiera y se fuera absorbiendo poco a poco, el dolor que sufrió cuando la píldora medicinal entró en sus órganos internos y mar Dantian Qi se reduciría al mínimo.

Sin embargo, no tenía tanto tiempo... no se podía desear tanto el pez como la pata de un oso, tenía que renunciar a uno.

Reparar un mar Dantian Qi que había sido destruido por completo era un asunto muy aterrador. Para un cultivador, este tipo de dolor no era definitivamente inferior a tener el alma aplastada.

Lin Xuanzhi sentía que el lugar donde se encuentra su Dantian se sentía como si estuviera explotando y desgarrándose; todo su cuerpo estaba lleno de un dolor irrefrenable.

Sin embargo, no emitió ni un solo sonido. Aparte del sudor frío que empapaba su espalda y su ropa, así como su rostro incoloro, no había manera de que alguien pudiera distinguir su situación actual de su rostro.

Yan Tianhen miraba dentro de vez en cuando, temiendo que algo le sucediera a Lin Xuanzhi.

Aunque en la cueva cabían unos dos o tres adultos para poder ver a Lin Xuanzhi de un vistazo, no podía ver claramente su estado debido a lo oscuro que era.

Lin Xuanzhi no emitió ningún sonido y aguantó en silencio. Yan Tianhen no se atrevió a acercarse y a molestarlo, pensando que el estado de Lin Xuanzhi debería estar bien ahora mismo, así que se sintió aliviado.

Si había que usar una frase para describir el estado actual de Lin Xuanzhi, entonces sólo se podían usar las frases "miseria indescriptible", "vivir es peor que la muerte" y así sucesivamente. Este tipo de dolor no era temporal, y sólo desaparecería una vez que el mar Dantian Qi fuera completamente reparado.

Lin Xuanzhi guió la fuerza medicinal de la píldora de nivel celestial para que fluyera alrededor de su mar Dantian Qi mientras luchaba contra el dolor e incluso desvió algo de atención para pensar, si aquellos que tenían sus mares Dantian Qi destruidos se rendirían a mitad de camino porque no podrían soportar el dolor durante la reparación.

Aunque Lin Xuanzhi no lo sabía, había mucha gente que elegiría seguir siendo un lisiado porque no podían soportar el indecible dolor que la píldora medicinal les traía.

Tres días pasaron tranquilamente. Al cuarto día, se oyeron repentinamente ruidos clamorosos a lo lejos. Un grupo de unos veinte cultivadores subieron a las montañas y caminaron hasta aquí. Yan Tianhen y Duan Yuyang no pudieron evitarlos a tiempo y terminaron chocando con ellos.

Un discípulo gritó, "¡Los he encontrado! Están aquí! ¡Todos, vengan rápido!"

Los cultivadores que se dispersaron durante su búsqueda se apresuraron inmediatamente a reunirse.

Era como si Yan Tianhen se enfrentara a un gran enemigo. Entrecerró los ojos y miró fijamente a Shen Changgeng, que caminó entre la multitud para ponerse justo delante, e invocó a Ling Chigu, que siempre había estado cerca, en su mar de conciencia.

Mientras tanto, Ah Bai y Hu Po también se pusieron en posturas ofensivas.

Duan Yuyang sacó un talismán en silencio y lo escondió en su amplia manga.

Shen Changgeng sonrió, "Pequeño amigo Yan, nos encontramos de nuevo."

"No intentes decir casualmente que nos conocemos, no te conozco tan bien."