Renacimiento del Ser Celestial Supremo [II]

Capítulo 296: Tienda de hierbas espirituales

Tan pronto como Yan Tianhen entró por la puerta, gritó, "¡Ah Gu, quiero beber agua!"

Ling Chigu, que estaba cuidando la casa, tomó un vaso de agua y se la dio a Yan Tianhen. Ahora podía entender claramente las palabras de Yan Tianhen sin mucha dificultad.

Yan Tianhen tomó un sorbo, y luego roció el agua con un resoplido. "Ah Gu, quiero agua caliente."

Ling Chigu pensó por un momento, pareciendo incapaz de entender cómo conseguir agua caliente.

¿No era el agua sólo agua?

"No intimides a este gran idiota." Feng Jingyu salió volando y se burló, "Ahora es una marioneta cadáver. No tiene sus cinco sentidos ni el sentido del tacto en absoluto. Incluso si lo quemo, no sentirá el calor y sólo será quemado hasta las cenizas."

Además, la razón por la que cosas como los títeres de cadáveres fueron llamadas técnicas maliciosas y siniestras fue porque, sin importar si uno atacaba con fuego o con armas afiladas, no sentirían nada en absoluto, incluso si les cortaban los brazos, les rompían las piernas y les rompían el cuello. Seguirían obedeciendo las órdenes de su maestro y continuarían luchando locamente. Sin embargo, tal máquina de matar no era lo que Yan Tianhen quería.

"Ah." Yan Tianhen estaba algo deprimido. "No me digas que Ah Gu será así toda su vida."

Feng Jingyu respondió con frialdad, "Toda la vida de Ling Chigu ha llegado a su fin desde el momento en que murió fervientemente por ese príncipe. Ahora es simplemente un no-muerto, ni vivo ni muerto. ¿Qué tiene de malo quedarse así para siempre?"

Yan Tianhen inmediatamente frunció el ceño, mirando a Feng Jingyu, "La muerte del Ah Gu de mi familia tiene un significado; ¿por qué dices eso de él?"

Feng Jingyu fue bastante despectivo, "Eso se llama estúpidamente leal. Lo que más desprecio yo, Feng Jingyu, es este tipo de tonto que no pudo cambiar su línea de pensamiento y nunca vivió para sí mismo toda su vida. Aunque lo admiro, al mismo tiempo lo desprecio. En aquellos días, ¿Quién en toda la familia real de las Nueve Tierras no sabía que la débil e incompetente perra del tercer príncipe estaba simplemente usando la tonta lealtad de Ling Chigu hacia él? Pero este idiota se negó a escuchar los consejos, lo que resultó en la destrucción de toda su familia. No me digas que soy el culpable de esto..."

Yan Tianhen sólo quería refutar, pero fue arrastrado por Lin Xuanzhi.

Lin Xuanzhi miró a Feng Jingyu con recelo, "Incluso si hay algo de verdad en estas palabras, no se te permite decirlas delante de Ling Chigu."

Lin Xuanzhi entonces miró hacia otro lado. Yan Tianhen y Feng Jingyu siguieron su línea de visión y vieron que dos rastros de lágrimas sangrientas habían caído de los ojos de Ling Chigu.

Su cuerpo temblaba ligeramente, sus delgados labios morados se fruncían suavemente, pareciendo que estaba soportando silenciosamente la pena.

Feng Jingyu se quedó atónito y habló con bastante sorpresa, "No debería ser tan malo? ¿Tuvo una respuesta tan grande cuando mencioné al tercer príncipe de este tipo? Ahora quiero ver exactamente qué clase de deidad sagrada es ese tercer príncipe."

Yan Tianhen tenía un contrato con Ling Chigu, así que podía sentir más o menos lo que Ling Chigu estaba sintiendo. Frunció el ceño, algo de tristeza apareció en sus ojos.

"Ah Gu, no llores." Yan Tianhen se acercó y enjugó las sangrientas lágrimas de Ling Chigu con su pañuelo. Dijo con tristeza, "Aunque ya hayas muerto, sigamos cultivando juntos. Tarde o temprano, serás como una persona viva, y no habrá ninguna diferencia."