Renacimiento del Ser Celestial Supremo [II]

Capítulo 245: Volviendo a la familia Lin

Si Lin Xuanzhi escuchara a Tong Le ahora mismo, seguramente estallaría en risa.

No era débil, ni tampoco alguien que pudiera ser fácilmente intimidado por otros. En el pasado, sólo se enorgullecía y despreciaba interactuar con bribones y ladrones. Mientras no se le tocara el fondo, no se molestaba en desperdiciar palabras y energía discutiendo.

Lin Xuanzhi se convirtió en el jefe de las Cuatro Espadas del Cielo Profundo no sólo por su talento, sino también por sus propios esfuerzos.

Lin Xuanzhi podría ser llamado un fanático de las espadas. No le gustaba tanto el cultivo como estaba obsesionado con cultivar el camino de la espada. La espada era su esposa, su hijo, su todo. Dedicaba todo su tiempo y experiencia a estudiar los caminos de la espada sin reservas y no se relajaba ni un momento.

Pero, ¿cómo podía esperar que gente como Tong Le, que no sabía mucho sobre Lin Xuanzhi, tratara su indiferencia como debilidad y cobardía?

¡Fue una gran broma!

Después de todo, Du Qiying y Lin Xuanzhi estudiaron con el mismo maestro, así que él tenía mucho contacto con él en el día a día y conocía a Lin Xuanzhi mejor que Tong Le.

Du Qiying se veía pálido e inseguro. Apretó los dientes y dijo con cara oscura, "Sabes una mierda. Lin Xuanzhi nunca ha sido un caqui suave. Además, en la Reunión de las Cien Familias, esta vez fue el centro de atención. Se hizo amigo de muchos discípulos de grandes familias e incluso la familia Bai lo favorece. Sus partidarios son mucho más fuertes que antes."

"El cielo es alto y el emperador está lejos. ¿Quién puede controlar a quién?" Tong Le aún no se tomaba a Lin Xuanzhi demasiado en serio.

No importa lo poderoso que fuera Lin Xuanzhi, ¿no sufrió un desastre en ese entonces? Soportó amargas pérdidas y casi no pudo recuperarse después de un solo tropiezo.

Si podía caer la primera vez, entonces podría caer una segunda o tercera vez.

Los celos de Tong Le eran fuertes. No tenía ninguna buena impresión de Lin Xuanzhi e incluso sentía un odio indescriptible contra él, especialmente cuando se enteró de que Lin Xuanzhi había despertado el fuego del alma artesano y podía crear fácilmente poderosas armas mágicas. Sus celos se volvieron aún más severos y los desahogó mostrando su desprecio y desdén por Lin Xuanzhi.

Du Qiying no era optimista y sacudió la cabeza: "El hombre que le invitó a la montaña esta vez es el Maestro del Pico de la Espada Hundida."

El Maestro del Pico de la Espada Hundida era un hombre extraño. Nunca jugaba a las cartas según el sentido común y todo su ser estaba siempre envuelto en el misterio. La gente no podía evitarlo. Se decía que estaba emparentado con una familia que podía mirar al cielo y adivinar el futuro.

Lo más importante, incluso el Maestro de la Secta del Cielo Profundo afirmaba que no podía controlar a esta persona.

Si Lin Xuanzhi lo seguía...

El rostro de Du Qiying se oscureció una vez más.

Tong Le pensó por un momento y luego dijo: "Hay otra forma de controlar a Lin Xuanzhi."

Du Qiying preguntó: "¿Cómo?"

Con una sonrisa orgullosa, Tong Le le dijo, "Golpea a una serpiente, golpea siete pulgadas. Las siete pulgadas de Lin Xuanzhi es una persona con una apariencia extremadamente fea."

Du Qiying estaba aturdido. La extraña cara de Yan Tianhen apareció instantáneamente en su mente.

"¿Te refieres a su hermano menor adoptado, Yan Tianhen?" preguntó.