Renacimiento del Ser Celestial Supremo [II]

Capítulo 285: Matriz de doble ilusión

Feng Jingyu siguió las instrucciones de Yan Tianhen esta mañana para encontrar una manera de ponerse en contacto con Lin Xuanzhi. Sin embargo, para su sorpresa, excepto en el bosque de niebla, había matrices mágicas por todas partes. Algunas eran matrices de bosques de niebla, otras de arroyos, otras de bambú, y otras incluso directamente de piedras. Con todo, ninguna de ellas era fácil de manejar.

Como si se tratara de echar sal sobre la herida, el terreno rodeado de montañas y ríos se convertía en una doble ilusión más grande y fuerte cuando se combinaba con los diversos tipos de conjuntos de confusión en todas las direcciones.

Feng Jingyu sintió que su cabeza iba a explotar cada vez que se encontrara con un conjunto de ilusiones. En el pasado, cuando todavía estaba en las Nueve Tierras reinando como rey, siempre quemaba directamente cualquier matriz de ilusiones que encontraba sin excepción, pero ahora no podía hacerlo.

Primero, tenía que recuperarse durante mucho tiempo después de haber arrojado fuego aunque fuera una vez, y segundo, si arrojaba fuego por un asunto tan trivial, como gobernante de las Tierras del Oeste, ¡perdería toda la cara si se supiera! Durante todo el día, se podría decir que los esfuerzos de Feng Jingyu fueron inútiles.

No podía salir de la serie de ilusiones, así que naturalmente no podía pasar la noticia a Lin Xuanzhi.

Yan Tianhen miró su pequeña y seria cara, luego estiró un dedo y lanzó a Feng Jingyu a la cama. Se acostó de nuevo y se giró para mirar a la pared. "Si no podemos salir, entonces no podemos salir. No es gran cosa."

Las plumas de Feng Jingyu se hincharon. Saltó y voló sobre la cabeza de Yan Tianhen, dándole una palmada en la frente mientras cantaba con su voz infantil, "¡No golpees casualmente a este rey!"

Yan Tianhen agarró a Feng Jingyu y lo cubrió con una esquina de la colcha, y luego bostezó, "Está bien, está bien, también estás cansado después de volar todo el día, así que descansa rápido."

De hecho, todavía tenía una dura batalla que librar mañana. En este momento, Yan Tianhen ya no creía que el estimado Huai Yu le dejaría pasar sus días en paz.

Feng Jingyu se sorprendió y agitó sus alas en un intento de salir de la colcha. "¿No te preocupa en absoluto que en esta situación, si este estimado Huai Yu quiere encarcelarte, no puedas hacer nada al respecto?"

Yan Tianhen hizo la vista gorda a sus preocupaciones, "¿Por qué querría encarcelarme? No tengo nada que valga la pena que él gaste tanto esfuerzo para capturarme así. Al contrario, todavía tengo que estudiar con él."

Feng Jingyu estudió débilmente a Yan Tianhen con un par de ojos rojo-dorados. "¿Podría ser que ya no te guste la Gran Belleza?"

Yan Tianhen hizo una pausa. Inmediatamente entrecerró los ojos, cogiendo a Feng Jingyu con dos dedos y poniéndolo bajo sus ojos. "Maomao, ¿me estás ocultando algo?"

Feng Jingyu puso los ojos en blanco; ya estaba acostumbrado a que la gente lo agarrara, "¿Qué puedo esconderte? Por supuesto que no."

Yan Tianhen preguntó sospechosamente, "¿Pero por qué siento que te importa más mi Dage que yo?"

El cuerpo de Feng Jingyu se puso rígido y cerró los ojos, haciéndose el muerto.

Yan Tianhen se sintió cada vez más preocupado, como si hubiera algo malo. Sacudió a Feng Jingyu, "Date prisa y dime la verdad. ¿Hiciste algo terrible a mis espaldas?"

Feng Jingyu se sacudió tanto que sus entrañas casi se desplazaron. Tuvo que recurrir a un continuo chirrido en un intento de despertar la simpatía de Yan Tianhen.