Conquista imposible [TodoBaku] [ShinKami]

Epílogo.

La sala del departamento tenía un enorme árbol navideño cortesía —irónicamente— de Midoriya quien insistió en que lo usarán. Las series de luces eran por parte de Kaminari que tenía un montón de ellas desde que era niño y por algún milagro nunca había roto. Las girnaldas y muérdagos los hizo Sero durante sus clases y los colgó en distintos puntos de la casa. Todas las femeninas y Aoyama llevaron distintas almohadas, sábanas y frazadas de colores blanco o rojo para decorar los sillones junto con el piso.

Se veía todo muy navideño y agradable.

— ¡Ah, mira, mira! ¡Iida-kun debes darle un beso a Mei-chan! —señalo Uraraka con una sonrisa hacia el techo — ¡Están bajo el muérdago!

— ¡U-Uraraka-kun!

— ¡¿En serio?! —exclamo la mencionada — ¡Oh, es verdad! ¡Está ahí!

En un inicio la fiesta de navidad solo sería entre los dueños del departamento —Bakugou y Kaminari— y sus amigos pero debido a lo social que era uno de ellos y al hecho de que también estaba invitado cierto bicolor, la lista se fue extendiendo a último momento.

Denki termino invitando a Hatsume Mei que estaba en su curso de informática, a Tamaki Amajika y Taishiro Toyomitsu —por el favor que le hicieron con Shishikura quién por algún motivo ni verlo a la cara podía— junto con una chica más joven que ellos que era una vecina suya. Gran Torino les pidió de favor que la cuidarán.

Aparte de eso, por algún motivo también terminaron viniendo los hermanos de Todoroki y el hermano mayor de Iida. Touya llevo a su pareja Hawks y a un chico más de apariencia peligrosa pero amable llamado Tenko Shimura que les dio a todos unas manos de peluche.

En pocas palabras, era todo un revuelto de personas dentro del departamento.

— ¡Beso, beso, beso! —empezo a hacer coro la única menor de la fiesta, Himiko Toga — ¡Beso, beso!

— ¡Toga-kun!

—Por mí...—soltó una carcajada cuando un molesto Bakugou termino por estrellar la cara del más alto con la de la femenina — ¡Baku, eso no hace!

— ¡Cállate y muerete!

Kaminari soltó otro carcajada más y miro con una mueca divertida al azabache frente suyo que disfrutaba ver los desastres que estaba ocasionado sus muerdagos navideños.

—Eres cruel, Sero. Muy malvado de tu parte.

—Te estás riendo, ¿no? —se jusfico —Es divertido. Nunca había visto a Iida tan rojo.

—Ni yo —se rió el rubio y se separó de pared en la que estaba apoyado —Iré por bocadillos.

— ¡Quiero algo dulce!

Denki asintió y se fue caminando hasta la cocina donde estaban Katsuki y Shoto junto con Kyoka y Momo. El primero estaba sacando más pizzas del horno mientras que las femeninas conversaban y el bicolor les escuchaba. Fue hasta la pequeña encimera de dónde tomo un tazón con papas fritas y unos brownies de chocolate. De reojo antes de irse, pudo ver que el cenizo estaba sonriendo hacia el más alto.

Y eso le hizo sonreír también.