Capítulo 5

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Deku apestaba mintiendo. Es algo que sabe desde su más tierna infancia. Él no sabe mentir ni como hacerlo y mucho menos es capaz de mentirle a su Kacchan.

No importaba cuántos años pasaran, era un tipo de regla implícita que siempre existiría entre ellos.

— ¡H-Hola, K-Kacchan! ¿Co-Como estás?

Le tiemblan hasta las rodillas.

— ¿Que mierda haces aquí Deku? —se puso a la defensiva, alzando la barbilla y con los brazos cruzados.

— ¡Y-Yo ve-venía a ver a Ochako! —soltó lo primero que se le ocurrió y no sonaba tan como una mentira.

—Entonces, ¿que carajos hacías detrás de la pared? —señalo Katsuki — ¿Tu novia las puedes atravesar o qué?

—B-Bueno...

Después de aceptar ver a Todoroki el sábado para una clase —todavía no entendía porque había aceptado— Bakugou se había largado del pequeño patio del campus y cuando doblo en una esquina se encontró con cabello verde. Y ese color solo podía estar asociado a Midoriya Izuku.

Un Deku que cuando lo vio casi se cayó de espaldas y se puso pálido como un fantasma. A Katsuki le olía que algo estaba mal. Ese pequeño nerd pecoso parecía estar haciendo de las suyas.

—La verdad...—se mordió los labios pensando en alguna penosa escusa.

Sin embargo, el resoplido que dio el cenizo le freno.

—Deja. No me importa —gruño Bakugou, pasando de él.

Midoriya suspiro con alivio a sus espaldas y por un segundo, el de ojos rojos volteó a verlo por sobre el hombro. Ahora estaba relajado y levantaba una mano en señal de despedida. No le devolvió el gesto, solo siguió avanzando.

—S-Salvado —tartamudeo Izuku una vez la figura de su amigo de la infancia se desvaneció en el pasillo de la universidad.

—Midoriya Izuku.

Tal vez hablo demasiado pronto.

Izuku se volteo con las piernas temblando como gelatina, la gélida y fría mirada que Shoto le dirigió hacia su persona le hacía desear haber seguido hablando con Katsuki. Aún si por ello el cenizo se enteraba que había estado espiando sus avances entre él y el bicolor.

—S-Shocchan hola, ¿c-como estuvo la clase?

Todoroki sonrió con malicia. Mala señal. Muy mala señal. Estaba perdido, muerto. Iida se lo había advertido en reiteradas ocasiones y Uraraka le dejo claro que apenas terminara su misión huyera a su casa y no le abriera la puerta al bicolor hasta que se calmara su fría ira asesina. Pero no, él tenía que quedarse como el buen metiche que era para ver si sus planes de cupido habían salido bien.

—Vamos a hablar —sentencio serio Todoroki —Sera breve. Te lo aseguro.

Midoriya chillo con miedo y cuando intento huir, el bicolor lo agarro por su camioneta.

— ¡E-Espera Shochan! ¡Al menos deja que me despida de mí mamá!

—Le diré a Uraraka que le mandé tus saludos.

Izuku rogó todo lo que pudo pero Shoto lo ignoro deliberadamente todo el camino. Su destino estaba sellado.

 Su destino estaba sellado

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Conquista imposible [TodoBaku] [ShinKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora