Conquista imposible [TodoBaku] [ShinKami]

Capítulo 36

— ¿Kaminari? —le llamo preocupada Ashido — ¿Que estás haciendo?

— ¿Eh? —el rubio levanto la cabeza y sonrió torpemente —Poniendo azúcar al café.

—Eso no es azúcar, es sal —suspiro Jiro —Tampoco estás tomando café, es chocolate caliente.

— ¿Oh? —miro hacia abajo Kaminari —Tienes razón. Iré a cambiarlo.

— ¡No, no! —tomo su mano la femenina de cabello rosado —Mejor quédate aquí, iré yo a cambiarlo.

—Gracias, Mina —sonrió brillantemente el rubio.

Kyoka suspiro divertida y Mina le devolvió la sonrisa a Denki. Ambas estaban muy felices de verlo así pero estaban un poquito preocupadas sobre que su torpeza estaba aumentando a medida que pasaban los días.

E irónicamente era más fácil lidiar con él cuando estaba triste que cuando se encontraba enamorado o eso parecía según ellas.

Kaminari no había dicho nada sobre el amor. Pero se le notaba en la mirada, esa alegría que emanaba no era por haber aprobado sus materias o poder comprar un nuevo videojuego. No, era diferente. Estaba más distraído de lo habitual y sonreía con tanto brillo que podía hacer competencia con Aoyama o Midoriya.

Era un cambio agradable aunque preocupante.

El chocolate salado no debía ser bueno para su estómago.

— ¿Y...? —trato de iniciar una conversación la pequeña azabache.

— ¿Y...? —ladeo la cabeza el rubio confundido.

Jiro se contuvo para no gruñirle. Debía ser paciente, Kaminari estaba en las nubes y aunque no quería bajarlo de ellas, tenía que saciar de algún modo su curiosidad.

Bakugou no le pasaba el chisme por mucho que se lo pidiera.

— ¿Cómo van las contre tú y Shinsou?

Como si se tratara de las luces navideñas que adornaban los locales y la cafetería en la que estaban, el rostro de el rubio se prendió de un fuerte tono rojo.

— ¿S-Shinsou? ¿Que c-cosas hay entre nosotros? —intento hacerse el tonto el de ojos dorados.

—Las cosas obvias, tonto —apoyo su cabeza en la palma de su mano — ¿Cómo van? Pareces más feliz, Kaminari. Solo quiero asegurarme de saber a quien tengo que golpear si eso cambia.

—N-No creo que tengas que golpear a alguien —tartamudeo el rubio y puso sus manos en su regazo —Shin y yo...estamos como siempre. Nada ha cambiado.

La azabache elevó una ceja interrogante y quiso volver a preguntar sobre el tema pero justo llego la otra femenina con un chocolate caliente para el rubio y unos saquitos de azúcar que dejó frente suyo.

— ¿Ya han pensando en donde haremos la fiesta? —interrogo Ashido corriendo su silla para sentarse.

— ¡Sí! —respondió Kaminari alegre por haber safado del tema —En nuestro departamento, Baku accedió. Y Shin dijo que los que no pudieran volver a casa por su cuenta podían dormir en su sala.

— ¡Genial! Entonces solo queda ver lo de los regalos —junto sus manos Ashido con una sonrisa — ¡Quiero jugar al amigo invisible!

Sí, la charla desvío la atención del tema principal pero el rubio sabía que no sería por mucho tiempo.

Tarde o temprano, tal vez debería hacerlo algo al respecto.

¿O sería Shinsou quien lo hiciera?