Capítulo 32

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¿El piso estaba temblando? Creí que no. Entonces debía ser la motocicleta lo que temblaba.

Pero no, Bakugou había apagado el motor hacía unos segundos.

—Kaminari, baja.

Estaba usando su voz suave, nunca la usaba a no ser que estuviera siendo extremadamente amable con él o que notará su patético estado, el como sus manos temblorosas se aferrazaban a su cintura negándose a bajar del vehículo que los había llevado a la entrada del hospital.

Kaminari no es tan idiota para asumir que es lo primero.

El rubio se suelta despacio y lento mientras ve como el cenizo baja de la motocicleta y pone el seguro en la rueda. Ve como se quita el casco y deja que se lo quite a él aunque sentir el casco pesado en su cabeza le ayuda a no pensar en la situación.

Lo primero que ve son los ojos rojos.

Kirishima también tiene ojos rojos, solo que los suyos por lo general son amables y compasivos mientras que los del cenizo le recuerdan a una bestia salvaje y enojona.

Sin embargo, ambos siguen teniendo los ojos rojos.

Denki agacha la cabeza, la bilis subiendo por su estómago y atorrandose en su garganta. Aparte de la motocicleta de Katsuki hay estacionados dos patrullas de policía. No quiere verlas, no puede hacerlo.

Tiene miedo.

—Denki.

El rubio se estremece ante la mención de su nombre y por primera vez desde que salió del departamento ve a el cenizo. Lo ve en serio. Y se da cuenta que no es el único que tiene miedo.

Katsuki también lo tiene.

Quizás por ello le ofreció su mano para que bajará de la motocicleta y los guió a ambos hasta las puertas del hospital, con él yendo atrás sintiéndose como un niño pequeño.

Muy pocas veces había estado en los hospitales. Contadas y ninguna se le venía a la cabeza en ese momento. Tal vez por alguna lesión menor o una cortada, no estaba seguro. El lugar como lo típico era blanco aunque las luces amarillas le daban un toque irónicamente enfermo y todo olía a desinfectante o lavandina.

Bakugou caminaba firme y a diferencia suya que estaba mirando el piso, el cenizo iba con la cabeza en alto. Le dio un apretón a su mano para que le prestara atención cuando llegaron a cierto punto.

Kaminari pudo escuchar una voz llorando y otra calmada pero aún así apagada.

Le devolvió el apretón a la mano del cenizo.

—Ashido, Ashido —repetía Sero —Bakugou y Kaminari están aquí. Mira.

No tuvo tiempo de prepararse y creía que el cenizo tampoco, únicamente escucho un taconeo en el piso y fue envuelto en unos delgados brazos.

Ashido olía a perfume. Y vio que seguía teniendo el cabello rosado.

Una oleada de melancolía lo sacudió.

—Chicos...—susurro en su oído y gimoteo —E-Ei di-dijo que estaría bien. Que era a-algo de ru-rutina...pero...

Denki quiso decir algo pero solo pudo llorar y devolverle el abrazo, fuerte. Lo más fuerte que podía. Quería abrazarla. Quería abrazar a su amiga por todo el tiempo que no pudo hacerlo.

—Estará bien, ojos de mapache —hablo Katsuki para su sorpresa —Kirishima es fuerte. Estará bien.

El rubio estaba convencido que esas palabras no eran únicamente para él y para la femenina, sino algo que también el cenizo necesitaba creer.

Conquista imposible [TodoBaku] [ShinKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora