Capítulo 2

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Nunca imagino que mudarse fuera tan difícil. En primera su pequeño cuarto en una casa de los suburbios ni tenía tantas cosas y para su sorpresa de milagro había cabido todo en el auto de su padre.

Aunque ahora era suyo. Era un auto viejo, feo y de un chillante color amarillo que había sido el orgullo de Yamada Hizashi en su juventud pero que ahora le pertenecía a él.

A Hitoshi Shinsou —su hijo adoptivo de diecinueve años— que lo consideraba un verdadero cacharro pero al menos no había tenido que pagar por él.

—Toshi, ¿ya te vas? —pregunto una pequeña y dulce voz femenina acompañada de un tirón en su pantalón.

Muy bien, hora de ponerse valiente y enfrentar los ojos de borrego de su hermanita menor Eri.

¿No podía haberse ido en medio de la noche y dejar una nota? Cómo hacia todo vándalo que no quería romperle el corazón a una niña de cinco años.

Pero no, Shota y Hizashi tuvieron que insistir con que hiciera las cosas bien. Shinsou podía estar feliz que después fueran ellos los que tendrían que consolar a la albina.

—Vendré los fines de semana —prometió acariciando los risos blancos —O tú puedes venir a mí nuevo departamento. Solo espera hasta que tenga una cama.

— ¿No tienes cama Toshi? —pregunto horrorizada la menor.

Pero antes que Shinsou pudiera contestar un seco y ácido "sí", Shota Aizawa salió de la casa a darle un buen golpe en la parte trasera de la cabeza y Hizashi fue a consolar a la pequeña femenina.

—Awww my girl —le acarició la cabeza y la alzo en brazos — ¡Don't worry! You brother sabe cómo cuidarse.

— ¡Pero no tiene cama, papi! —grito la albina haciendo un mohín — ¿Donde va a dormir? ¿En un sillón como la tía Emi cuando viene de visita? ¡Le va a causar dolor de espalda!

—Algo así. Solo que dormiré en el piso y sobrio.

Su susurro no llego a los oídos de su hermanita pero sí a los de su padre de ojos y cabellos oscuros quien le fulminó con la mirada pero no le dijo nada.

Luego de abrazar a Eri y tranquilizarla sobre su bienestar en su nuevo hogar, Hitoshi pudo dejar sus últimas cosas dentro del auto. Tenía un largo viaje de Musutafu hasta Tokio así que quería partir de una vez.

Hizashi paso a la albina a Shota y le dio un fuerte y largo abrazo. Su padre tenía un fuerte olor a shampoo en el cabello —tal vez porque lo tenía tan largo se le notaba más— era por mucho más alto que él y de complexión delgada aunque con la edad —y un par de cervezas de sábado— se le estaba formando una panza de los cuarenta.

—I will miss you son —hablaba en tono suave y un poco triste —Cuídate mucho, ¿sí? Y no te olvides de visitarnos, de ser posible con gifs de Tokyo.

—Cuando consiga dinero —contesto con una pequeña sonrisa Hitoshi.

Yamada se rió, le alborotó los cabellos como cuando tenía la edad de Eri y le soltó, dejando ahora el turno de Aizawa. Su padre como siempre usaba ropa negra pero por esa ocasión Shinsou pudo notar que tenía un collar de plata con las letras "H" y "E" colgando.

Era un presente que había comprado Hizashi para Shota pero que él y Eri habían escogido. Suficiente muestra de lo mucho que el amargado y sarcástico peliengro iba a extrañarlo.

—Hitoshi, vas a estudiar —inicio el discurso Aizawa —No ha salir de fiesta o a emborracharte con tus amigos, ¿entiendes? Enfócate en tus metas que tiempo de descansar ya tendrás después.

Conquista imposible [TodoBaku] [ShinKami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora