Telescopio

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Galilea se encontraba en la habitación que compartía con su esposo, mientras calculaba las ganancias mensuales. El negocio había ganado popularidad en las últimos seis meses. Había sido bastante complicado con la cantidad de pan que sobraba y para no desperdiciar lo regalaban o lo consumían. Ahora casi todo se vendía. Si el negocio seguía creciendo, tendrían que contratar a alguien más y hacer más.

Galilea preveía todo esto, por lo cual se encontraba haciendo aquellas cuentas sobre el extra que podían gastar sumado a la paga que darían si tuviesen a un empleado ayudándoles con el local.

Miró al reloj colgado en la pared. Jack dijo que iba a ir a recoger un par de cosas quién sabe dónde y estaba preocupada de que no haya llegado aún. Sabía que era un hombre inteligente, pero no podía evitar preocuparse sabiendo que Whitechapel no era el sitio más seguro aún cuando él ya no cometía asesinatos.

La mujer apagó la vela que iluminaba el escritorio de su habitación, mientras de recostaba en la cama que compartía con Jack. Pasaron unos diez minutos en los que Galilea estaba a la espera de su marido recostada en su cama, temía que le hubiese pasado algo. Salió de la cama y se dispuso a abandonar la habitación, pero a penas abrió la puerta del cuarto, notó a su esposo entrando por la puerta principal.

— ¡Oh, Jack! Estaba tan angustiada — dijo la mujer dirigiéndose a él.

— Dama mía, me alegra encontrarte despierta. Tengo algo para ti— dijo el hombre de cabellos canosos mientras sostenía un estuche de madera que había dejado en el suelo.

Galilea lo abrió curiosa y, al abrirlo, se llevó una gran sorpresa al notar que era un telescopio. Tenía un diseño más moderno que su propio telescopio y era bastante elegante. Venía acompañado con el soporte del mismo.

— Cielo, es precioso — dijo la italiana con una leve sonrisa —, ¿Cómo lo has conseguido?

— Lo compré para ti. Son los ahorros que he hecho desde que abrimos nuestro negocio.

Ambos cogían una pequeñísima parte de las ganancias que hacían cada quincena. No era ni siquiera la cuarta parte de el total, pero era algo de dinero que guardaban para darse gustos propios, después de todo tenían que pagara materiales, la renta de su apartamento y en abastecer su hogar, ya fuese con comida u otros productos necesarios.

— Pero... Jack no tenías...

— Mis ahorros iban destinados a este obsequio de todas maneras, Galilea. Sé lo mucho que extrañas tu antiguo trabajo, así que quiero hacer una rutina nocturna contigo para ver y estudiar las estrellas como tanto te gusta— dijo el hombre, con la sonrisa amorosa —. Creo que esto compensa un poco lo que has hecho tú por mí.

— Amore mio! — exclamó Galilea abrazando a su marido.

Marriage Life [Jack the Ripper x OC Drabbles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora