Capítulo 13

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Cuenta Tini
Todo me tembló. Cegada por el deseo envolví su cuello con mis brazos y terminé con la tortura. Cuando nuestros labios se tocaron viajé a otra dimensión, nos besamos con ganas y desespero, como si el tiempo se fuera a acabar en cualquier segundo. Su lengua experta recorrió mi boca y yo no tardé en hacer lo mismo con la suya. Enredó sus dedos en mi pelo y con la mente en blanco agarré en puños el cuello de su camisa para que no se alejara.

Paramos un segundo para recuperar aire y tomé su labio inferior entre mis dientes jalándolo un poco. Su boca volvió a moverse sobre la mía y al sentir lo excitado que estaba un gemido escapó de mi garganta sin permiso. En respuesta clavó sus dedos en mi cola y me levantó haciendo que rodeara su cadera con mis piernas. Sin dejar de besarlo le desabroché los dos primeros dos botones de su camisa porque sentía la necesidad de tener más contacto con su piel.

Sus besos bajaron a mi cuello y agarré su nuca con fuerza disfrutando de la sensación. Metió una de sus manos debajo de mi pullover y me tocó desde la parte baja de mi abdomen hasta mi pecho mientras sus labios regresaban a los míos. Apretó y gemí contra sus labios. En ese momento mi celular sonó haciendo que el tono de llamada retumbara en nuestros oídos.

Me soltó deslizando mi espalda por la puerta y con las manos temblándome saqué el celular del bolsillo. Sebastian se llevó las manos a la parte trasera de su cabeza y cerró los ojos con fuerza mientras tranquilizaba su respiración y yo intenté hacer lo mismo antes de contestar la llamada de Cande.

⭕️Llamada Telefónica⭕️
Tini: ¿Hola?

Cande: Hola Tinita, acabo de leer tu mensaje ¿Qué pasó? ¿Todo bien?

Le di la espalda a Sebastian y me aclaré la garganta para que mi voz sonara firme y no temblorosa ni agitada.

Tini: Te habló después amiga.
⭕️Fin de Llamada Telefónica⭕️

Le corté sin esperar respuesta y Sebastian levantó su corbata negro del suelo.

Sebas: Tengo que volver a la oficina a buscar mis llaves, te acompaño a abajo.

Tini: No, voy por las escaleras.

El cuerpo me seguía temblando.

Sebas: Martina...

Tini: Ya está, por favor, no digas nada.

Tragó fuerte y se le tensó la mandíbula.

Sebas: Esto no sale de acá.

Tini: Lo mismo te digo a vos.

Me miró triste, porque al igual que yo, él sabía que la cagamos y ya no había marcha atrás. Con la cabeza agachada caminó por el pasillo hasta el ascensor, mientras se acomodaba los botones de su camisa. Cuando desapareció de mi vista mis ojos se llenaron de lágrimas y mi pecho se oprimió por dentro.

Tini: Perdóname Ricky.

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Hola!!! Les dejo este capítulo que es súper corto!!! Perdón pero estoy con muchas cosas!!! Más tarde quizás les subo otro, sino mañana como todos los días🖤

Después | SebastiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora