Cuenta Tini
~FLASHBACK~
Me recibo como la más nerd del planeta.Llegué a la biblioteca a las 9 en punto de la mañana, justo cuando abrieron. Se acercaba la fecha de mi primer parcial y sentía la necesidad de empezar la universidad con el pie derecho. Duramente caí en cuenta que el que me haya ido bien en el colegio no significa que será lo mismo en la facultad.
Esta es una de las pocas bibliotecas públicas que abren los sábados, pero a pesar de eso estaba casi vacía. Normalmente no es muy concurrida, pero lo que me terminó de convencer fue que no hay rastros de estudiantes universitarios por acá, solo hay adultos mayores metidos en sus asuntos. Apenas éramos cuatro personas las que estábamos distribuidas en todas las mesas del lugar.
Al mediodía decidí cerrar el libro y guardar mis apuntes. El hambre me interrumpió mis dos horas y media de estudio y concentración, así que le escribí a mi papá avisándole que pasara a buscarme. Estaba lejos de casa y no sabía muy bien como manejarme por la zona. En ese momento alguien arrastró una silla y se sentó en frente mío, en la misma mesa donde yo estaba ubicada. No levanté la mirada y fingí estar ocupada todavía con mi celular mientras pensaba.
¿Cuál es la necesidad? Hay un montón de mesas y sillas vacías ¿Justo acá se tiene que sentar?
Agarré el libro y los apuntes dispuesta a levantarme.
Sebas: ¿Ya te vas?
Lo miré, era un chico morocho de lindos ojos y linda sonrisa.
¿Por qué sonríe?
Tini: Si, ya me estoy yendo.
Le contesté para no ser maleducada, pero era obvio que me estaba yendo.
Sebas: Espera un segundo.
Tini: Perdón, estoy apurada.
Me ponía de malhumor tener que hablar en susurros para no molestar a los demás.
Sebas: ¿Apurada? ¿Para qué estaría apurada una chica que viene los sábados a la mañana a tragar libros.
Alcé las cejas, volví a poner mis codos donde estaban, crucé mis brazos apoyando mis codos sobre la mesa, me incliné un poco hacia él y sonrió divertido.
Si, era lindo.
Tini: ¿Vos cómo sabes que vengo solo los sábados a la mañana?
Empezaba a sentirme incómoda ya que no recordaba haberlo visto antes.
Sebas: ¿Ves ese chico que está allá atrás?
Giró su cabeza y señaló sin disimular a un chico que estaba sentado atrás de un escritorio lleno de hojas y carpetas, a él si lo había visto antes, trabajaba acá, pero no sé exactamente haciendo qué ya que nunca habíamos cruzado una palabra. Me causó gracia que desde su silla y puesto de trabajo estaba asesinando a su amigo con la mirada.
El de la linda sonrisa me miró nuevamente.
Sebas: Se llama Ricky, y lo flechaste.
Volví a mirar a Ricky y este nos miraba de reojo mientras fingía estar ocupado con los papeles que tenía en el escritorio.
Si, también era lindo.
Tini: Estoy de novia. -Mentí.
Me removí incómoda sobre la silla y desvié la mirada.
Sebas: Mmm no te creo nada.
Su mirada viajó por cada esquina de mi rostro, se detuvo en mis labios, borró su sonrisa burlona y ahora sus ojos oscuros se concentraban en los míos. Los dos nos quedamos mirándonos así hasta que él cortó lo que sea que se había generado.
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Después | Sebastini
Fiksi PenggemarEsta historia es completamente ADAPTADA. Todos los créditos a su autora original.