Capítulo 41

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Cuenta Tini
Respiré muy profundo ignorando lo rápido que me latía el corazón.

Tini: No sé quién es tu amiguita ni qué problema tienen, pero por suerte tampoco es de mí incumbencia así que déjame afuera de todo esto.

Sebas: ¿Qué queres Martina?

Exploté.

Tini: ¿Qué queres vos? Decile que me deje en paz.

Sebas: ¿A quién?

Su desesperación me hizo desesperar a mi.

Tini: ¡No sé! Estela... Estefana... la piba que me llamó.

Sebas: ¿Stefanía?

Gruñí.

Tini: Estoy ocupada Sebastian, yo no tengo nada que ver con tus cosas, no me metas.

Rió irónico.

Sebas: Yo soy el que menos tiene que ver con esto. Le di tu número hace unos días porque me buscó y me rogó, y antes de que me sigas insultando al pedo tenes que saber que ella lo conocía a Ricky, no a mí, era su...

Tartamudeó e hizo una pausa.

Sebas: Amiga.

Eso me hizo entender absolutamente todo y el odio me invadió el cuerpo de un segundo para otro.

Tini: ¿Y por qué carajo le pasas mi número a ella?

Sebas: Porque...

Tini: ¿Pensas que es una buena idea que hable con ella? ¿Por qué querría hacerlo? ¿Me queres ver mal?

Estaba al borde del llanto.

Sebas: Si no le queres hablar no lo hagas, yo no te estoy obligando, así que sos vos la que no tiene que meterme en sus asuntos ¡Sos adulta, manéjalo!
⭕️Fin de Llamada Telefónica⭕️

Cuando me cortó el teléfono, mi día, que recién arrancaba dio un giro de ciento ochenta grados por culpa de dos llamadas que no duraron más de 20 segundos.

El mal humor, el odio, el dolor en el pecho, la rabia y la impotencia me siguieron durante el resto del día.

A las 4 de la tarde fui al gimnasio para descargarme y entrené como una desquiciada durante una hora para ver si con eso algo mejoraba.

Al salir, mi celular sonó, pero reconocí ese número y volteé mis ojos. Me coloqué el cinturón y aceleré sin molestarme en atender. Ella siguió insistiendo mientras yo me ocupaba de intentar no atropellar a nadie con el auto.

Llegué a mi departamento, me di un baño de cuarenta minutos, me vestí con ropa limpia y comí mientras hablaba por teléfono con Ruggero. Le conté lo del viaje y se emocionó muchísimo, incluso más que yo. Quise seguir hablando con él, pero ambos habíamos tenido un día largo y nos despedimos luego de intercambiar palabras de ternura. En otro momento le haría la propuesta de que se vaya conmigo a Playa del Carmen el fin de semana de su cumpleaños, que cae una semana después de mi llegada.

Me quedé acostada viendo películas y la verdad no me quejaba de mi plan de sábado a la noche, hasta que que ese número volvió a aparecer en mi pantalla, pero Sebastian tenía razón, debía poner la cara y ocuparme del maldito asunto antes de que vuelva a ser una piedra en mi camino.

Antes de atender repasé en mi mente lo que iba a decirle.

⭕️Llamada Telefónica⭕️
Tini: Hola, mira, deja de llamarme porque no tengo nada que hablar con vos.

Después | SebastiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora