Cuenta Sebas
Aflojé el nudo de mi corbata y seguí dándole largos tragos a mi cerveza, eso logró que mi cuerpo se relajara sobre la silla durante varios minutos. Había llegado media hora antes de lo que habíamos arreglado con mis amigos para repasar en mi mente lo que iba a decirles, pero cuando vi a Cami cruzando por la puerta del bar mi mente se borró. Me buscó con la mirada y le hice señas con la mano para hacerle saber mi ubicación. Se sentó en una de las sillas y resopló.Cami: Estás tomando cerveza un lunes a las dos de la tarde, supongo que es una historia larga.
Asentí desviando la mirada y le pedí al mozo que volviera con dos cervezas más. Esperé a que las botellas estuviesen sobre la mesa y me aclaré la garganta. Camilo me miró atento, pero tranquilo, sin embargo sentía la necesidad de estar a la defensiva.
Sebas: Empezó el año pasado, como seis meses después del accidente.
Largué esa frase nervioso de una vez sin vueltas ni rodeos. Cami dejó caer su espalda en él respaldar y se cruzó de brazos.
Sebas: No te voy a mentir, nos dimos cuenta rápido de que algo estaba pasando entre los dos, algo que nunca hubiésemos querido que pase.
Su rostro no reflejaba ninguna emoción y bebí más de mi cerveza.
Sebas: Al principio sólo fue un beso y luego fue otro, supongamos que eso era normal, pero cuando me quise dar cuenta ya entrábamos y salíamos de la habitación de un hotel.
Frunció el ceño.
Cami: ¿Y Danna?
Le lancé una mirada y captó lo que quise decir.
Sebas: Después dejó de ser solo por el sexo. Me costó bastante admitir que ella me gustaba enserio, también su compañía y que amaba hacerla reír.
Sonreí como un boludo.
Sebas: Me gusta, me gusta muchísimo, y la quiero.
Conté los segundos que tardó en hacer o decir algo, pero para mi sorpresa, Cami sonrió.
Cami: Pensé que se odiaban.
Sebas: Créeme, nosotros también.
Me contagié de su sonrisa. Agarró su botella y la bebió hasta la mitad. Suspiró e hizo muecas con la boca antes de hablar.
Cami: Mira hermano, creo que decidiste hablar conmigo porque querías escuchar mi opinión, y también porque tus celos del sábado se delataron.
Apoyé mis brazos cruzados sobre la mesa listo para escucharlo.
Cami: Yo...
Hizo una pausa.
Cami: Es algo que yo nunca haría, ni en un millón de años.
Bajé la mirada, pero lo seguí escuchando.
Cami: Y menos después de un accidente como el que tuvieron ellos. Una puñalada en la espalda es último que esperaría de mi mejor amigo, pero...
Lo miré.
Cami: Pero te creo.
Sonrió de medio lado.
Cami: ¿Están seguros de que es más que una calentura?
Asentí.
Cami: ¿Y son conscientes de que siempre van a sentir a Ricky en el medio?
Tardé varios segundos, pero asentí nuevamente.
Cami: Entonces yo no tengo nada más que decir, sólo espero que sean lo suficientemente adultos para saber manejarlo en caso de que les traiga consecuencias.
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Después | Sebastini
Fiksi PenggemarEsta historia es completamente ADAPTADA. Todos los créditos a su autora original.