Only You | KOOKMIN

31 The end

Cuando entré a la preparatoria era un chico totalmente ingenuo, aún conservaba mi alma pura, dependía de mis padres como la mayoría de los adolescentes.

A la edad de 15 años empecé a aceptar la diferencia entre mi hermana y yo, de alguna forma ella siempre era la más beneficiada ante mis padres.

Siendo siempre el foco de atención. Mis padres estaban orgullosos de su hija, ganando premios y siendo la primera en su clase, como era de esperarse.

Pero no se daban cuenta de lo bueno que yo era en álgebra, lo mucho que me apasionaba la historia, de que siempre fuí el primero de mi generación y que destacaba en el básquetbol.

No quiero juzgar a mis padres o decir que son los peores padres del mundo, ni decir que son malas personas porque no lo son.

Es verdad que hay una diferencia entre la forma en la que tratan a mí hermana a la forma en la que me tratan a mí, pero eso nunca me desanimó.

A pesar de que negué el hecho de que mí hermana fuera la hija favorita por mucho tiempo, ya no podía seguir engañándome.

En realidad yo no me sentía celoso, admiraba a mi hermana más que a nada en este mundo, era mi guía, mi inspiración. De alguna forma sentía que la preferencia hacia ella era lo correcto, sentía que yo no lo merecía.

Todo el tiempo buscaba su aprobación, porque realmente la apreciaba.

Fue entonces cuando empezó a salir con un tal Lee Dawon, a mí no me caía tan bien, pero lo dejé pasar porque era una persona muy importante para mi hermana.

De alguna forma en los últimos años nos habíamos alejado debido a sus bruscos cambios de humor. Y mi carácter de adolescente.

Y poco a poco mi admiración hacia ella se iba desvaneciendo.

Terminó su último semestre de licenciatura de química en Alemania, junto con su novio que estudiaba administración de empresas.

En todo ese tiempo no pude hablar con ella, nunca contestaba mis llamadas. Tal vez yo era muy empalagoso.

Pero cuando terminó el semestre volvió.

Había terminado mi entrenamiento de básquetbol, estaba cansado y muy sudado, solo quería llegar a casa para darme un baño y dormir todo el día.

Entré a casa y dejé las llaves colgadas. Mire a todos lados en busca de mis padres que a esa hora ya estaba en casa.— ¿Mamá? ¿Papá?.— Pregunté pero no obtuve respuesta.

Me dirigí hacia el despacho de mi padre ya que normalmente él se encontraba ahí.

Estaba apunto de tocar la puerta cuando escuché unas voces que provenían de ahí.

—. Es un inútil, ¿han visto sus calificaciones? Han estado bajando y bajando.— Elizabeth hablaba con voz exaltada mintiendo, algo que nunca había visto en ella.

— ¿No estarás confundida? JungKook es muy responsable en la escuela.

— ¿Acaso no me creen? Padres, estoy muy preocupada por el futuro de Bambi.

¿Bambi? Hace años no me llamaba así...

— ¿Y qué sugieres?.— Intervino mí madre.

— Dawon me habló de una beca en Italia sería fantástica para él.

— Pero JungKookie está muy pequeño para vivir solo y en el extranjero menos.