PROLOGO:

11.6K 343 49
                                    

Por las noches escucho los murmullos de los autos, escucho el sonido de cualquier animal que se esté merodeando por mi habitación, escucho lo que el silencio me otorga y de una manera tan tranquila me deja contemplar.

Miro hacia la nada en la penumbra de la noche, hacia lo único vivo y poderoso a lo que me puedo acercar, a lo único casual y siniestro que logro observar en su total oscuridad. Miro hacia la ventana en busca de la respuesta correcta hacia mis pensamientos y me observo a simple vista.

¿Cómo alguien puede quererme? ¿Cómo él se enamoro de mí? Intento ponerme en su lugar un par de segundos e intento entender la manera tan errónea en que se enamoro de mí. ¿Han escuchado del amor a primera vista? Yo sí, y antes de esto, creía que era una estupidez inventada en los libros románticos.

Pero déjenme decirles que eso es algo más que un invento, algo más que un sentimiento transmitido al ver y querer tener a la persona cual acabas de ver. Es como tratar de cuidar y proteger lo que no es nuestro por derecho, es como una sensación que te complace tan profundo que no te das cuenta del peligro que te comienza provocar.

No me paso a mí, nunca me enamore de su mirada el primer día que lo vi, nunca me enamore de él la primera vez que platicamos, y por supuesto no me enamore de él al ver cómo me trataba. Fue él quien me fue enamorando poco a poco, fue él quien me demostró que la gente puede cambiar y transformarse en lo más maravilloso de nuestra vida.

Me levanto poco a poco de la cama y camino hasta tocar la ventana fría y empañada por la helada de afuera. La nieve crece consideradamente e intento pensar en lo maravilloso que sería tenerlo  a mí lado una vez más. Comienzo a recordar lo absurdo que fue nuestro amor, rápido, desgastado y sin mucho tiempo que disfrutar.

Nunca entendí que fue lo que nos unió, o que fue lo que él vio en mí, nunca logre entender cómo pudo no, notar mis llantas sobresalidas y mis cachetes gordos redondos como una dona, o cada parte de mi cuerpo gordo y obeso como lo ha sido siempre desde que tengo memoria. Lo que sí sé es que el pudo notar más allá de eso, él noto algo más en mí:

Eso que él noto fue mi sentido del humor, mi gran inteligencia, mi magnifica facilidad para redactar historias y contar anécdotas de una manera tan estupefacta que siempre me pedía le contara un libro cuando se sentía mal, él comprendió el verdadero significado del amor junto a mí. Olvido mi físico, mi peso y mi posición económica.

Se concentro en lo que nos unía, y nos hacia felices al estar el uno con el otro. Me demostró que después de tantos años de creer que jamás alguien se enamoraría de mí, o que simplemente se fijaría en mí, hoy por fin, puedo sentirme deseado con fuerzas al tratar de seguir con mi vida.

–¿Qué pasa? –Pronuncia mirándome a los ojos. Noto la debilidad en su mirada, noto la poca frialdad y la manera tan perfecta en que juega sus bromas.

Entro rápidamente al baño de la escuela, me quedo frente al espejo e intentando encontrar algo lindo en mi físico. ¿Algún día dejaran de burlarse de mí? ¿Algún día comprenderé el verdadero significado de la “hermosura interior”? Mientras me observo las lágrimas mojan cada parte tersa de mis cachetes y se esparce hasta llegar al fondo de mi barbilla.

–¡No llores! –Me dice consolándome. Deja reposar su mano sobre mi hombro y con el rabillo del ojo a través del espejo puedo notar su preocupación. Me mira directamente y noto que quiere hablarme de frente.

–¡DEJAME SOLO! –Le digo entre dientes sin explotar toda mi rabia. Este me mira rápidamente sorprendido y agacha la cabeza en respuesta.

–¡Yo no soy tu enemigo! –Logra contestar casi tan despacio que por un instante me llego a preguntar qué fue lo que dijo. Comprendo bien hasta el punto de hervir más mi enojo.

–Quiero que pares esta farsa, ¿No te das cuenta el daño que logras hacer en mí? –Me paro a pocos centímetros de su rostro y levanto su mirada hacia mí –¡MIRAME! ¿No te doy asco? ¿No sientes repugnancia al verme?

Este se queda mudo ante mis palabras y entonces me toma del mentón jalándome hacia sus labios, el segundo beso que nos damos y siento el mismo veneno recorrer su salvia mientras nos unimos en varios segundos.

–¡No te quiero por tu físico! –Comienza decir al soltar el beso –Quiero estar cerca de ti por la manera en que mi cuerpo te pide, por la manera en que me alimentas como si fueras una droga para mí. Y también por la manera tan profunda en que haces sentir al estar junto a ti.

Miro mi rostro recordando que así era mi vida antes de que él llegara a mí, vacía, simple, sin la esperanza de que alguien pudiera tomar mi mano como aquella tarde soleado en que pensé iba a golpearme, como aquella vez que me encerró para poder estar cinco minutos a solas conmigo. O como aquella vez en la que nuestros labios se juntaron por primera vez al compas de nuestro sueño fugaz.

Esta es otra típica historia de amor contada por el típico chico marginado que no logra pescar nada en el amor. Sin embargo, la historia “no” narrara a los típicos y perfectos chicos populares y con un cuerpo magnifico, tampoco al popular que se enamora del marginado o viceversa. Sólo les contara la manera en que un amor nació de las cenizas del odio y miedo.

Les contara una historia profunda, triste, amorosa y única, que aunque nos hable del verdadero amor al alma interior y al corazón puro. No creo nos brinde el final feliz que se todos merecemos, ante “el juego del amor”.

…………………………………………

**NUEVA NOVELA PARA USTEDES MIS QUERIDOS LECTORES**

Quiero que lean bien el prologo, ya sea dos, tres o hasta cuatros veces más y noten la profundidad de los sentimientos, por favor, déjenme un comentario de lo que esperan o buscan en esta nueva historia que les brindare con todo el amor del cual siempre les he trasmitido.

¡VOTEN Y COMENTEN!

 

El juego del amor (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora