Capítulo 23

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NARRA KEVIN:

Ha pasado un puto mes desde que paso eso con la chica, un puto mes sin ver a Mía ni tocarla y detrás del hijo de puta del otro, hemos entrado en un montón de sitios en su busca y siempre llegábamos tarde hemos perdido a gente, pero seguimos buscando sin parar, y os preguntareis que se dé Mía que está bien tiene otro trabajo nuevo y sale con su mejor amiga a veces recibo fotos de ella y sigue igual de hermosa.

- ¡Kevin! Llegó otro paquete con fotos - me grita desde abajo Daniel bajo corriendo y le quito el paquete de las manos.

- Antes de abrirlo tengo que contarte una cosa - pone la mano encima del paquete.

- Venga no me jodas tío ahora no - le quito la mano de malas maneras y vuelve a interrumpirme.

- Hazme caso es sobre las fotos puede ser que no te gusten - me mira serio y me doy la vuelta abriendo el puto paquete ya sacando las fotos.

Las primeras era solo Mía trabajando en la guardería con los niños una sonrisa aparece en mi cara al seguir viéndolas y verla que está feliz cuando paso a la siguiente foto mi sonrisa desaparece y apretó la mandíbula al ver que aparece con un chico de la mano.

- ¿Qué cojones es esto? - me doy la vuelta mirando a Daniel pone los brazos arriba en modo calma.

- Te lo dije - me señala con el dedo cuando se va a ir le paro.

- ¿Quiero una puta explicación a esto? - le muestro la foto en su cara.

- Hermano a mí que me cuentas, ha pasado un puto mes que ni la has llamado no has dado señales de vida es normal que empiece a hacer su vida - tiro con fuerza un jarrón que hay en la entrada cabreado no me imagino que haga su vida con otro.

- Tranquilízate así no vas a conseguir nada - se me acerca un poco.

- NO ME PIENSO CALMAR CUANDO ESTA CON OTRO - le grito sin poder controlar mis celos porque si, siento celos.

- No lo sabes cien por cien solo es una foto puede ser un primo o tal vez un amigo - le miro con cara de me estas vacilando.

- Con un puto amigo no te coges la mano y espérate a que no se le haiga... - me callo en la última palabra, yo llevo un puto mes en vela haciéndome pajas pensando en ella.

- Tengo que ir a verla - cojo mi chaqueta que estaba encima del sillón desde ayer dispuesto a irme a verla.

- ¡NO! - se pone Daniel en medio de la puerta impidiéndome que salga.

- Apártate - le digo serio el me niega.

- Piensa primero, hay que acabar con el otro si vas la podrás en peligro sabe dónde darte - pienso por un momento soltando el aire retenido tiene razón.

- Tienes razón - sonríe y se aparta de la puerta se sienta en un sillón.

- Llámala seguro que se alegrará de escucharte lo ha tenido que pasar también mal todo este tiempo no ha sabido nada de ti - me ofrece un teléfono con el cual hacemos llamadas no nos pueden rastrear.

- Si la voy a llamar - toco el teclado un poco nervioso pulsando los números no se si me lo va a coger o como va a reaccionar.

Espero a que lo coja Daniel decide irse para dejarme solo y por una parte se lo agradezco, ansioso estoy por escuchar su voz.

- ¿Hola? ¿Quién es? - dios su voz sigue siendo tan dulce, me muerdo el labio nervioso antes de contestar.

- Mía - es lo único que pude soltar.

- ¿Kevin? - en su voz se nota una cierta duda y la entiendo, de fondo escucho grititos de los niños.

- Si soy yo - un silencio rotundo se escucha en la línea.

Secuestro Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora