Secuestro Inesperado

Capítulo 9

No se que pasaría dentro de un tiempo pero se que es el caos que necesitaba en parte en mi vida, me sube a su escritorio tirando las cosas por el suelo me besa el cuello y me lame el lóbulo causándome un cosquilleo haciendo que suelte un gemido ese acto le vuelve loco porque me apretá la cadera, se quita su camiseta dejándome de nuevo su cuerpo bien trabajado con mi mano recorro su torso desnudo suelta un gruñido escondiendo su cara en mi cuello cuando bajo a su bulto que se hace presencia, no puedo controlar las sensaciónes que causa en mi.

- ¿Quieres que te folle? - es un completo pervertido que sabe que sus palabras causan estragos en mi, mi cuerpo me duele después de lo de ayer, empiezo a mojar haciendo que mi parte palpite mi cuerpo lo pide a gritos tenerlo dentro de mi.

- No voy a hacerte nada hasta que no lo escuche de esa boquita - muerde mi labio, con ese acto hace que moje más.
Intento hablar pero las palabras no me salen trago duro y vuelvo hablar.

- Follame... - el sonríe me quita mi vestido quedando en ropa interior me baja de la mesa poniéndome de espaldas contra su pecho.

Noto su aliento en mi nuca causándome escalofríos en todo mi cuerpo me sujeto como puedo en la mesa pasa sus dedos por mi espalda consiguiendo que se me ponga el vello de punta suelto un gemido cuando noto su mano que pasa por mi tripa y toca mi entrada metiendo la mano por mi ropa interior, paso mi lengua por mis labios que están secos escucho como baja su cremallera de su pantalón vaquero y se quita los botones bajandolo se pega más a mi haciendo que baje más mi espalda me besa los hombros y coge de su vaquero tirado en el suelo un preservativo, se lo pone noto su miembros en mi culo y me susurra en el odio con voz ronca.

- Quiero escucharte gemir no te aguantes nada entendido - es más una orden pero con voz sexual.

Asiento con la cabeza y muerdo mi labio cuando siento cuando entra en mi abro la boca soltando un gemido esta completamente dentro de mi, empieza a moverse lento para que me valla acostumbrando noto un poco de dolor pero se va pasando porque el placer es mucho mayor, Kevin se pega a mi pelo y escucho como gruñe.

- ¿Te duele? - me susurra bajo gemidos.

- No me duele, estoy bien, no pares - empieza a moverse más rápido se escucha nuestras respiraciones agitadas.

- Dioss Mía me vuelves loco - coge en un puño mi pelo sin hacerme daño acerca su cara a la mía y me deja pequeños besos hasta que llega a mi boca y rápidamente sale de mi y me da la vuelta quedando frente a frente.

Me besa ferozmente mientras que la vuelvo a sentir dentro de mi me sube de nuevo y me quejó un poco al sentir algo frío pero lo apartó rápido me da más fuerte haciendo que mis piernas tiemblen me tumba en la mesa y me agarra con su mano en mi cuello sin hacerme daño eso me excita más cierro los ojos y los vuelvo a abrir encontrandome con esos ojos que tanto me vuelven loca pongo una mano en su nuca acariciando su pelo, noto como mi vientre se apretá y el placer aumenta aún más llegando al orgasmo juntos gritando su nombre.
Se apoya en mi pero no pone todo su peso le acaricio el pelo y el me besa mi hombro sonrió como una tonta.

- Ojalá poder estar así siempre - le miro sorprendida me deja un beso en mi nariz.

- ¿Lo dices enserio? - me aparta mi pelo metiendolo detrás de mi oreja.

- Claro que sí - me ayuda a levantarme se quita el condón lo hace un nudo y lo tira a la basura se empieza a subir sus pantalones, me visto ante su mirada.

Mira la hora en el móvil bajamos abajo como si nada y salimos al jardín por fin puedo verlo los hombres se me quedan mirando de arriba a abajo pero Kevin los mira con cara de mala ostia y rápidamente la apartan me coge de la mano y me guía hasta la fuente que tanto me gusto cuando la ví por primera vez, tiene unos bancos alrededor hay muchas flores de todo tipo dándolo un olor perfecto los pájaros cantan encima de los árboles el sol brilla como nunca, miro al cielo mientras giro me siento libre como si hubiera estado encerrada un año entero en esa casa, bajo la mirada a Kevin que tiene una gran sonrisa y un brillo en los ojos, escucho como cae el agua de la fuente también hay pétalos de rosas flotando y unos peces de colores, juraría que podría morir en este sitio tan hermoso, se me viene una imagen de yo debajo de un árbol leyendo un buen libro sentada sobre el césped, echo de menos coger un libro sobre todo nuevo y poder oler a nuevo.