Tenebris

18

Hendery

—Esa es mi condición, vas con los brujos, pero te pones las lentillas. —dijo SiWon con seriedad, no dispuesto a aceptar un no por respuesta.

—Para que vean que soy condescendiente, aceptaré. —habló el semi demonio.

—Bien.

Se había formado alguna clase de trato. Al final, Mark Lee iba a ir con los lobos y Jung JaeHyun con los vampiros, todo lo contrario a lo que se había planeado. Con ellos no había mucho que trabajar, ambos podían pasar fácilmente por beta y vampiro, además de que ninguna casta era curiosa o tenía conocimientos sobre demonios. Los brujos eran lo que nos preocupaba. Nosotros aprendíamos sobre los seres oscuros desde nuestro primer año, sabíamos diferenciarlos, hasta se podría decir que sentíamos su aura. El meter a Ten, quien tenía más pinta de demonio que los otros dos, con los nuestros, era un gran desafío. Primero debíamos hacernos cargo de los distintivos ojos azules, cualquiera que los viera sabría que no se trataba de un brujo. Luego, cubriríamos lo más que podamos su cuerpo, tapando los tatuajes e intentando que la piel algo grisácea no sea notable. Aprovecharíamos que los que nos encontrábamos ahí teníamos cierto renombre, por lo que la mayoría confiaba ciegamente en lo que decíamos, para disipar cualquier duda sobre la procedencia del chico.

Seguían acordando los últimos detalles, queriendo dejar todo perfectamente planeado para no tener ningún contratiempo al momento de incluirlos. Yo no prestaba atención, estaba algo preocupado por XiaoJun. Lo veía intentando fingir que la presencia de Yuta no lo alteraba. Sus brazos estaban tensos a sus costados y miraba a cualquier parte menos a donde él se hallaba sentado. Lo entendía, su familia siempre tuvo una clase de problema con los Nakamoto, una clara enemistad que todos notaban pero nadie conocía su origen. Nakamoto YooNa odiaba a todo aquel que no sea un vampiro, ese era un hecho, pero el odio que sentía y expresaba hacia Wen DeJun estaba en otra escala. Yo no sabía qué había pasado en la fiesta para que XiaoJun se descontrole de esa manera, últimamente parecía tener mayor poder sobre su don, pero sea lo que sea que haya pasado, fue realmente fuerte. No había querido indagar mucho, solo le di su espacio buscando distraerlo con alguna broma o anécdota, y puedo decir orgulloso que triunfé en mi labor.

Tomé su mano entre las mías y empecé a jugar con ella, jalando los dedos uno por uno y presionando con fuerza la palma. No volteó a verme y se dejó hacer, ya algo acostumbrado a mis arranques de tocar sus manos. Nadie podía culparme, eran muy suaves, me gustaba jugar con ellas. Además, sus líneas eran interesantes, era entretenido leerlas.

Seguí así por un buen rato, a veces masajeando su mano o haciéndole cosquillas. Él reaccionaba retirándola y dándome un disimulado golpe en las costillas. Yo le sonreía en grande, divertido al verlo rodar los ojos en respuesta. Luego volvía a tomarla y el ciclo se repetía. Esto nos beneficiaba a ambos, yo me entretenía y él se relajaba y olvidaba a Yuta.

Pronto sentí que Tao caminaba hacia adelante listo para retirarse, y alcé la vista justo en el momento en que Kun nos indicaba que saliéramos. Solté a DeJun y los seguí, mirando antes a SiCheng y despidiéndome de él con una sonrisa. Me había caído bien, era un chico adorable pero divertido, además no me interrumpía cuando hablaba.

Al estar en el pasillo no tuvimos que cruzar ninguna palabra para saber cuál sería nuestro siguiente destino. Era más que claro que nos dirigiríamos a la sala común. Tao iba adelante con RenJun, YangYang y yo en el centro y Kun y XiaoJun atrás.

Se habían hablado muchas cosas en el despacho de SiWon, desde métodos para camuflar a los semi demonios hasta posibles soluciones por si los demás se enteraban de la verdad. Aún así, no era secreto para nadie que no todos los detalles se habían tocado, todos nos habíamos guardado algún dato o hecho que podría haber sido útil para los demás. En esta ocasión, se buscaba el bienestar de tu propio grupo, y si tienes algún plan oculto que pueda salvar o resguardar a todos tus compañeros pero que ponga en peligro a los otros, nadie dudaría en aplicarlo. A eso íbamos a la sala, a trazar y coordinar las posibles rutas que se puedan tomar. Sin lobos ni vampiros escuchando.