Transcendiendo el tiempo

Un sueño extraño

Cadáveres de soldados asesinados por la facción contraria, fuertes ruidos de fusiles, bombas y tanques de guerra. Ese era el escenario que Kim Rok Soo estaba viendo en ese momento.

Él no era consciente de quién era en ese momento, lo único que podía sentir, era un dolor punzante en la pierna y le era imposible mantenerse de pie, además, también podía sentir un dolor punzante a un lado del estómago.

—¡Hyung!

Sintió una voz conocida que lo llamaba a lo lejos, un soldado con una expresión de desesperación fue arrastrándose por el suelo, arriesgando su vida para buscar a su amigo herido, quién estaba oculto detrás de una roca.

Su visión se estaba volviendo algo borrosa y su respiración agitada, sin embargo podía escuchar perfectamente el sonido de la guerra.

Finalmente sintió como brazos cálidos envolvían su cuerpo tembloroso. Su vista no lograba enfocar bien al soldado que lo sostenía, pero su intuición le decía que para él, era una persona muy importante.

—¡Hyung! ¡Por favor resiste!

Podía escuchar aquella voz entre sollozos que lo llamaban, podía ver las lágrimas fluyendo por las sucias mejillas de aquel hombre. ¿Por qué se preocupaba por un moribundo? ¿Por qué lo estaba abrazando con tanta fuerza?

—E-escucha... Debes huir... nuestro ejército está retrocediendo... Si sigues aquí pronto empezaran a lanzar granadas...

Aquel hombre abrazó aún más fuerte a Kim Rok Soo, su cuerpo también estaba temblando, pero su razón, fue la impotencia, ya que era imposible ayudar a su mejor amigo. O más bien, a su persona más importante.

—¡¿Qué estás diciendo hyung?! ¡No te abandonaré!

El herido trató de apartar a su amigo, quería que al menos el viviera, no quería que por su culpa terminara muriendo.

Finalmente terminó rindiéndose ante la terquedad de su amigo, el ejército aliado seguía retrocediendo y sabía que dentro de poco el ejército enemigo comenzaría a lanzar granadas para comenzar a avanzar.

—¿Sabes?.. Planeaba ganar la guerra con honores, volver a mi casa... abrir una cafetería y vivir tranquilamente...

Kim Rok Soo hablaba con dificultad por culpa de sus heridas, pero no deseaba morir sin decir al menos lo que deseaba, al menos su mejor amigo lo escucharía.

—Lo harás hyung, yo también, quiero volver y vivir contigo y ayudarte con esa cafetería.

Su amigo decía aquello intentando sonreír, pero las lágrimas seguían saliendo de sus ojos sin parar.

—No es una mala idea... ¿Qué tal yo atendiendo a los clientes... y tú haces lo demás?

El soldado que lo tenía entre sus brazos comenzó a reír.

—Eso sería explotación laboral hyung, pero si significa estar a tu lado, no me importaría.

—Se oye agradable...

Tras la respuesta de Kim, un sonido metálico se escuchó al lado de ellos. Era una granada enemiga.

El soldado abrazó a Kim con todo su ser, como si tratara de transmitir un gran sentimiento con ese último abrazo a su mejor amigo.

En ese momento Kim Rok Soo, quién ahora es Cale Henituse, abrió los ojos de golpe. Su respiración estaba algo agitada y había un poco de sudor en su cara.

—¡Débil humano! ¿Te resfriaste?

Preguntó Raon quién estaba a un lado de la cama observando a Cale, On y Hong estaban a su otro lado observándolo también. Cale dio un suspiro y trató de recordar la cara de esa persona con la que soñaba, pero era un vago recuerdo.