Era un día lluvioso, la guerra había acabado, finalmente el buque desembarcaba en el muelle, siendo anhelado por muchas mujeres y familiares a espera de sus esposos, hijos, hermanos, tíos, primos o aquellos que habían sido enlistados.
Nana Daiba, un soldado de condición humilde, regresó alegre de haber servido a su país y emocionado de volver a ver a su novia.
-Oye ¿Cuando fue que la viste por última vez? — un compañero de guerra preguntó curioso.
-El día de nuestra boda, hace cuatro años — respondió el joven rubio, ojiverde y alto con una sonrisa.
-Déjame ver, te pareció hermosa, de inmediato de casaron y después te fuiste — dijo incrédulo y sonrió con diversión.
-Adivinaste — el rubio sonrió con gracia ya que sonaba algo divertido.
-Yo estoy igual, odio la guerra, apuesto que no reconoceré a nadie.
-Ah, yo la reconocería en cualquier parte — rió un poco por la broma.
Su compañero se despidió con algo de prisa puesto que estaban bajando del navío y al parecer la esposa de su compañero lo esperaba.
Fue muy agradable ver a sus demás compañeros ser recibidos por sus parejas o familiares, pero él no tuvo la misma suerte, su novia no se encontraba ahí.
Quizá habría sucedido algún inconveniente, así que regresó tranquilo a casa.
La lluvia había cesado. Entró a su casa, pero escuchó ruidos extraños, con algo de confusión abrió la puerta de la habitación encontrando a su novia escuchando audios.-Kaoruko — dijo el soldado sorprendido de verla semidesnuda dándole la espalda.
-Nana — volteó con asombro al percatarse de la presencia de su novio y fue con él muy alegre — Nana — repitió abrazándolo con fuerza y besándolo de la alegría.
-Jejeje como no te vi en el muelle, yo...
-No sabía que llegabas hoy — dijo Kaoruko aún emocionada.
-¿No leíste mis cartas? — Nana preguntó confuso.
-Oh, Nana — se apartó un poco para poder explicar lo sucedido — comencé a leerlas, de verdad, pero después no pude seguir soportando saber de todas esas peleas, matanzas y...
-Te escribí todos los días — respondió serio y decepcionado.
-Ara ara, lo sé, las guardo como mi tesoro — Kaoruko sonrió tomándolo de su mano derecha — ven, ven.
Lo llevó hacia una pequeña caja, el cual abrió haciendo notar el contenido, efectivamente las cartas estaban ahí, pero no habían sido abiertas o por lo menos desempaquetadas. Kaoruko tomó un conjunto de cartas amarradas aún y se los dió a Nana para mostrarle. Claramente Nana la miró confuso y decepcionado por aquello, que con tanto cariño había escrito en su estadía en la guerra, cosa que Kaoruko notó.
-Oh, Nana, saber que estabas corriendo peligro fue insoportable — intentó justificarse mostrando tristeza — al recibir tus cartas sabía que estabas vivo y era lo único importante,... que...que — dejó de lado las cartas — que...estabas vivo, a salvo.
Nana miró las cartas aún decepcionado, pero Kaoruko lo tomó del rostro con cariño y lo miró fijamente a los ojos con amor.
-Eso era lo único que me importaba ¿Querrías perdonarme? — dijo haciendo un gesto de cachorrito para ser perdonada.
Nana aún estaba serio, pero mostró una sonrisa ladina y afirmó perdonar a su amada.
-Yo te escribí, ¿Tienes esas cartas? — Kaoruko sonrió alegre.
-Sí, sí, tengo algunas — también sonrió, pero con algo de diversión.
Inmediatamente la peliazul puso un gesto serio por aquello.
-Te dije que no era buena escribiendo — respondió.
-"Estoy de acuerdo, la distinción es sospechosa, ¿No creen?..." — era un disco que se reproducía en un gramófono (aparato donde antes se ponían discos grandes de vinilo)
-Ha, es un curso que estoy tomando, para hablar con propiedad — con rapidez se dirigió al gramófono y sacó el disco mostrándoselo a Nana — se llama Armis ed Knox y se ahoga en dinero, todos están haciendo dinero por montones — sonaba muy emocionada — tú has estado lejos, por eso no lo sabes, pero lo harás.
Tomó nuevamente su mano y lo llevó a dejar sus cosas para mostrarle algo más. Mientras hablaba, sentó a Nana frente a ella y le dió un maletín.
-Hablé con el señor Isuguri para que te guardara tu trabajo y dijo que podías empezar cuando volvieras, me recomendó que usaras siempre tu uniforme — lo decía con tanta confianza y alegría que Nana no tenía palabras para expresar lo que sentía en aquel momento, solo sonrió con incredulidad — ¿Quien puede resistirse a un héroe? Jejeje.
Kaoruko se sentó frente a Nana y cruzó las piernas muy encantada de su logro.
-Por supuesto yo, negocié tu salario — su sonrisa era de auténtica alegría.
-Kaoruko, yo... no volví para vender chocolates — afirmó aún incrédulo y finguiendo una sonrisa.
La peliazul se emocionó más aún al escuchar aquello.
-¿Tienes un empleo mejor? — se acercó más a Nana mostrando mayor sorpresa.
-No.
Ante aquella repuesta, Kaoruko borró su sonrisa.
-No lo tengo, pero sabes... — Nana dejó aún lado el maletín y se acercó a Kaoruko tomando sus dos manos — en la guerra estuve pensando en lo que me importa, en lo que quiero de la vida, para mí, para nosotros,... te escribí todo eso en las cartas.
-¿Otra ves mencionas las cartas? — la peliazul se puso de pie haciendo puchero — ¿Quieres que las lea todas?
-No — también se puso de pie — pero entenderías como me siento, lo que quiero... — cada vez se sentía más tristeza.
Eso no pasó desapercibido por Kaoruko, quien se acercó a él apenada.
-Amor, dime lo que quieres — sonrió lujuriosamente quitándole la chaqueta.
-Necesito tiempo — afirmó el rubio sin oponerse.
-El tiempo es oro — dijo mientras le deshacía la corbata — quiero cosas, Nana, jamás he tenido lo que deseo, quiero cosas — incluso terminó de quitarle la camisa — ¿Tú no quieres?
Ambos se unieron en un beso apasionado del momento mientras se dirigían a su cama.
-¿Usarás tu uniforme? — preguntó la peliazul.
-¿Uniforme?
-Para vender chocolates — afirmó — millones y millones, mi amor ¿Lo harás?
Nana la miró dudoso aún, pero no podía negarle su pedido a su hermosa novia, así que aceptó y continuaron en lo suyo.

ESTÁS LEYENDO
En las nubes
FanficDespues de regresar de la guerra, un joven soldado, conoce de forma casual a la hermosa hija del dueño de un viñedo y acepta ser presentado como su esposo para ayudarla a enfrentarse a su dominante padre. Fanfic adaptado de la película "A walk in t...