SADIE SHEPHERD Y LA PIEDRA FILOSOFAL [1] ✔

ii. sorting hat

CAPÍTULO 02
Sombrero seleccionador

—¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí!— un hombre gigantesco daba instrucciones a los estudiantes que acababan de bajar del tren, Sadie tenía un poco de miedo y no se había movido ni un centímetro hasta que Ron la empujó suavemente por la espalda.

—El es Hagrid— susurró— es un semigigante amistoso, no es malvado

Ambos intercambiaron miradas y siguieron a toda la multitud de alumnos que caminaban por un sendero oscuro por detrás del guardabosques.

—En un segundo tendrán la primera visión de Hogwarts— exclamó.

Al cruzar la curva del sendero, todos soltaron un «¡ooooh!» ante el castillo gigantesco que estaba ante ellos, la rubia miraba maravillada la vista, se esperaba una institución común y corriente pero se palmeó mentalmente la frente cuando recordó que era magia, nada podía ser tan común en ese lugar.

El sendero estrecho en el que estaban, se abría paso ante un gran lago negro, por el otro lado estaba el gran castillo con torres y torrecillas sobre la punta de una montaña.

—¡No más de cuatro por bote!— exclamó Hagrid señalando los botecitos al lado de la orilla. Harry, Ron y Sadie corrieron emocionados al igual que los demás para alcanzar uno perfecto, estaban por avanzar cuando subió otra pequeña niña castaña, Hermione Granger, a Sadie no le había agradado del todo, no paraba de asemejarla con su tía y eso era desagradable. Ron tampoco parecía muy feliz de verla nuevamente.

Hagrid encabezó el grupo en su propio bote mientras hablaba de lo maravilloso que era Hogwarts con un tono soñador mientras miraba el cielo nostálgico. Pasaron por un túnel y después por un muelle subterráneo hasta llegar a la orilla y trepar entre las rocas.

Subieron por un pasadizo en la roca, llegando  finalmente al césped húmedo a la sombra del castillo. El semigigante tocó tres veces la puerta de roble hasta que respondió una mujer alta de cabello negro y túnica verde esmeralda.

La bruja dirigió a los de primer año a una habitación vacía para explicarles algunas reglas de Hogwarts y el hecho de que tenían que ser sorteados en una de las casas, de las cuales, Fred y George le habían hablado a Sadie, ella rezaba mentalmente a Hades para quedar en Slytherin. McGonagall también habló sobre las clases y los puntos que podían ganar o perder dependiendo de su disciplina.

—Volveré después...— los ojos de la profesora se detuvieron en Ron Weasley, quien tenía una mancha negra en la nariz. Sadie siguió la mirada de la mayor y por instinto llevó su mano al rostro del pelirrojo para limpiarlo—cuando esté listo todo para la ceremonia

—¿Como nos sortearán exactamente?— preguntó Sadie, Ron quien aún tenía la mano en su nariz después de que la rubia la limpió, la miró confundido.