x. forbidden forest

1.5K 229 94
                                    

CAPÍTULO 10
El bosque prohibido

Había pasado una semana desde que asignaron el castigo y aún no lo cumplían pero las personas no paraban de mirar al cuarteto con odio, por perder cincuenta puntos para Gryffindor, cada uno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había pasado una semana desde que asignaron el castigo y aún no lo cumplían pero las personas no paraban de mirar al cuarteto con odio, por perder cincuenta puntos para Gryffindor, cada uno. Incluso los Ravenclaw y Hufflepuff los miraban mal, porque aunque no tuvieran esperanzas de ganar la copa de las casas, no querían que Slytherin la ganara y ahora por culpa de ellos, estaban en primer lugar.

—¿Porque nos miran tanto?— preguntó Ron incómodo.

—Quizás son homofóbicos 

Ambos niños miraron extrañados a su amiga.

—Sadie, no somos gays

—¿No lo son?

—¿No lo somos?— preguntó nuevamente el pelirrojo confundido.

—Mejor cierren la boca— Harry rodó los ojos— como les dije anoche— cambió el tema— ví a Quirrell apunto de llorar y detrás de él estaba Snape, seguro que lo convenció de conseguir la piedra

—Quizás deberíamos hacerle caso a Hermione, ir con Dumbledore suena razonable

—Ron, no hemos hecho nada razonable en lo que va del curso

—Y no tenemos pruebas

—Pues algo se nos ocurrirá, ahora vamos a desayunar antes de que acabe el tiempo

Cuando llegaron al comedor, las miradas de odio no tardaron en aparecer al igual que unas cartas sobre la mesa frente al trío y al otro lado, Neville también tenía una.

—Pensé que nos habíamos librado del castigo— gruñó Sadie.

Abrió la carta de mala gana.

«Su castigo tendrá lugar a las once de la noche.
El señor Filch los esperará en el vestíbulo de entrada.

Prof M. McGonagall»

—Que sequedad, ni un buen día ni nada— Sadie guardó el pergamino para comenzar a comer despreocupadamente— esperen, ¿once de la noche? ¿Que clase de castigo es ese?

—Uno muy malo seguramente.

Ron había acertado.
El castigo no era lo que esperaban y mucho menos porque al llegar al vestíbulo, no se encontraron a Filch solo, Malfoy lo acompañaba.

—¿Que hace aquí el albino rancio?

—Mejor cállate, asquerosa cabeza de hongo

Sadie estaba apunto de abalanzarse a golpearlo pero el celador los interrumpió con su humor de los mil dragones.

—Síganme—Filch los dirigió hacia afuera mientras parloteaba burlonamente sobre el castigo—....Lastima que ya no castigan como antes; colgarlos de las muñecas en el techo unos pocos días, aún tengo guardadas las cadenas por si las ocupan algún día

SADIE SHEPHERD Y LA PIEDRA FILOSOFAL [1]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora