SADIE SHEPHERD Y LA PIEDRA FILOSOFAL [1] ✔

vii. halloween

CAPÍTULO 07
Halloween

Sadie no sabía si eran muchas tareas y cosas por hacer que la distraían, pero no se había dado cuenta que ya habían pasado dos meses desde que llegó a Hogwarts, había intercambiado cartas con su tía, quien no parecía muy contenta debido a la nueva familia que se alojaba en el vecindario, le había contado que eran muy ruidosos y demasiado felices para ser verdad.

Esa mañana, la niña amaneció de maravilla, era Halloween, su festividad favorita después de navidad, el olor de las calabazas asadas inundaba el castillo, Sadie creyó que no podía estar de mejor humor hasta que el profesor Flitwick anunció que ya era hora de aprender a hacer flotar objetos, todos se morían por hacer algo de magia, en especial la rubia y su amiga come libros, venían de un mundo muggle y ansiaban poder utilizar sus varitas.

El profesor puso a la clase en parejas, para suerte de Sadie, le tocó con Harry, para desgracia de Ron, le tocó con Hermione.

—No quiero— murmullaba a sus amigos— es irritante. Sadie, por favor haz el trabajo conmigo

—Me encantaría Ron, pero el pitufo ya formó las parejas

—Si te escucha llamarlo así, te castigará— dijo Harry mientras ambos se alejaban de Ron para tomar asiento.

—Dudo que sepa lo que es un pitufo— contestó sentándose entre Harry y Seamus.

El profesor dió claras indicaciones de cómo debía hacerse el hechizo, y lo importante que era pronunciar bien cada letra, Sadie lo miraba con suma atención y cada que Harry quería decir algo, le tapaba la boca con su mano, realmente estaba interesada en la clase, por primera vez en su vida le ponía atención a un maestro.

—Agitar y golpear— se repitió para sí misma— ¡Wingardium Leviosa!

Apuntó su varita pero nada sucedió.
Repitió dos veces el hechizo pero no sucedía nada, resopló decepcionada.

—Descuida— dijo Harry— a Seamus le fue peor

Sadie se giró hacia Finnigan viendo cómo tenía el cabello desastroso y la cara sucia, había hecho explotar algo.

—Espera, espera, espera— escucharon la inigualable voz mandona de Granger. Miraba a Ron con aires de superioridad, el pelirrojo parecía irritado— lo estás diciendo mal, es Win-gar-dium  levi-o-sa

—Hazlo tu, a ver si muy inteligente

Hermione se arremangó las mangas de la túnica e hizo un limpio movimiento de varita pronunciando las palabras mágicas, la pluma frente a ella comenzó a flotar del pupitre llevándose miradas asombradas y una felicitación del profesor.

Sadie miró a su pluma decepcionada.

Al final de la clase, Ron estaba furioso.

—No es raro que nadie la aguante