iii. flight classes

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CAPÍTULO 03
Clases de vuelo

Habían pasado dos días desde que Sadie había ingresado a Hogwarts, tenía miles de cosas maravillosas por decir de ese lugar, pero también tenía algunas quejas, como lo fastidioso que era el celador Filch junto a su gata, la señora Norris, Hermione...

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Habían pasado dos días desde que Sadie había ingresado a Hogwarts, tenía miles de cosas maravillosas por decir de ese lugar, pero también tenía algunas quejas, como lo fastidioso que era el celador Filch junto a su gata, la señora Norris, Hermione no la había dejado dormir porque se la pasaba leyendo durante toda la noche, Peeves le había agradado al inicio pero ahora lo odiaba, y lo más molesto para ella; el profesor de pociones, Severus Snape. No se había metido con ella pero sí con Harry, su amigo, si había algo que odiara más que la atacaran era que molestaran a sus amigos.

La primera clase con aquel maestro, había iniciado tomando lista, todo iba bien hasta que se detuvo en el nombre de Harry, ¿Propósito? Humillarlo dejándolo ver como un ignorante presumido. Draco Malfoy, el bravucón del tren, se había burlado y Sadie había aprovechado que Snape la había tomado contra Hermione por sábelo-todo y le hizo una seña obscena con su dedo, no era la gran cosa pero el platinado se había enfadado.

Sobre Hermione, no sabía como mostrarle su desagrado ante tanta obsesión con el estudio que no dejaba dormir, incluso sus compañeras de cuarto se quejaban, intentó hacérselo saber indirectamente pero para ser muy inteligente, era muy lenta para captar indirectas, hasta esa tarde en el comedor.

—¡Estoy hartaaaa!— exclamó recostando su cabeza en la mesa—Ron, pásame el pollo

—¿Ahora que?

—La come libros lo hizo de nuevo— contestó a Harry mientras aceptaba el pollo que ofrecía el pelirrojo.

—¡Estoy escuchando!

—Ese era el punto, Granger, gracias por notarlo después de siete indirectas

La contraria arrugó la nariz molesta y se dedicó a comer silenciosamente, no había dicho nada más pero al menos ya estaba enterada de lo fastidioso que era escucharla leer en voz alta a las tres de la madrugada.

Esa misma mañana durante el desayuno, a Harry le había llegado una carta de parte de Hagrid, lo había invitado a una taza de té por la tarde y el azabache había invitado a Sadie, ahora iban camino a la cabaña del guardabosques con Ron que se había colado.

—Entren— dijó Hagrid mientras abría la puerta y alejaba a Fang, un perro negro— están en su casa

Sadie se sentó al lado de Harry y Ron en uno de los sillones, el perro se abalanzó hacia la rubia y comenzó a oler el bolsillo de su sudadera.

—¡No, Fang!— regañó señalándolo, del bolsillo sacó una rata.

—¿Scabbers? ¡Creí que estaba en mi suéter!

—Durante la comida se pasó a mi lado, le agrado más que tú— habló de manera presumida mientras acariciaba el pelaje del animal.

—Claro que no, lleva once años en mi familia, me prefiere a mi

SADIE SHEPHERD Y LA PIEDRA FILOSOFAL [1]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora