𝙶𝚘𝚘𝚍 𝚎𝚗𝚍.

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You're my happy ending

Manga spoilers!

La Liga de Villanos se había vuelto ridículamente grande y poderosa. Takami, el cual estaba infiltrado en la misma, veía todo desde cerca, convivía prácticamente con ellos. Cada vez estaba más y más inquieto por todo lo que se estaba por venir.

Se desataría el mismo infierno.

Y es por eso, que mantenía el pico cerrado. Era controlado las veinticuatro horas del día, no podía ni ir al baño tranquilo. Sus alas estaban conectadas con unos rastreadores, detectaban cualquier actividad sospechosa, no podía decir ni escribir nada relacionado al tema.

La presión en sus hombros, a su corta edad era demasiado grande para ser honestos, aún era un muchacho joven.

—Hola preciosa. —respondió frente a Twice, el cual se giró para verlo.

Todo el mundo sabía la relación que mantenía con la heroína Feline, era más que evidente, aunque solo les faltaba anunciar el compromiso en sí.

—¡Tu novia, tu novia! —Twice rió. —No tarado, es una prostituta. —se contradijo él mismo.

—Hace mucho no te veo... —se escuchò del otro lado de la línea, en un tono melancólico y juguetón.— ¿Aún seguirás fuera?

Keigo mostraba naturalidad, pero en sí, estaba demasiado preocupado. Porque si querían su talón de aquiles, la muchacha que se robaba sus suspiros, sería el blanco perfecto para tenerlo.

—Parece que sí... Yo también te extraño. —cambió el tono de su voz, era más calmado y sereno.

—Qué lindo tener una novia. No, están locas todas. —Twice otra vez.

—Avisaré si llego a casa. ¿Está bien? —Keigo sonrió, recibiendo una respuesta positiva por parte de su chica, para luego colgar la llamada.

—Ah~ Parece que tenemos un gorrión enamorado. ¿Es linda? Es fea, es fea, es fea. ¡Cállate! —negó el enmascarado aún viendo hacia el alado.

Hawks rió.

—Es preciosa. —suspiró sentándose en uno de los sillones. —Quiero salir de aquí solo para ir a verla, es todo.

—¿Quién diría que tu novia sería una chica bastante terca?— Dabi sonrió abriendo la puerta, iluminando desde la entrada, la habitación oscura, mostrando un cuerpo en el piso, atado e inconsciente

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—¿Quién diría que tu novia sería una chica bastante terca?— Dabi sonrió abriendo la puerta, iluminando desde la entrada, la habitación oscura, mostrando un cuerpo en el piso, atado e inconsciente. —Y un hueso difícil de roer.

—¿Qué...?

La muchacha estaba amordazada y sus ojos vendados, era como una película de terror para el rubio, el cuál apuntó todas y cada una de sus plumas al azabache.

𝐊𝐞𝐢𝐠𝐨 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐦𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora