𝙶𝚘 𝚊𝚠𝚊𝚢.

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—I don't wanna see you.

🔞
ෆ—Continuación de Lies

El sexo por despecho, por soledad, por tristeza, por enojo y por tener un corazón roto, jamás lo había experimentado.
Pero aquel muchacho de parches, no tenía interés en involucrarse con su vida personal, mucho menos amorosa, solo para tener una buena noche donde podría sentir el placer de una compañía exquisita.

Sus cicatrices se le hacían muy peculiares, las partes amoratadas de su piel era lo que más llamaba su atención.
Pasando la yema de su dedo índice por el antebrazo del chico, él se removió hasta quedar con sus ojos zafiro sobre ella.

Ojos zafiro.

Fue lo primero que llamó su atención cuando lo vió entrar por aquel bar en donde ella se encontraba.

—Pensé que estabas dormida.

La voz ronca y profunda, indicando que él se había despertado, resonó en la habitación que se mantenía levemente a oscuras gracias a las cortinas cerradas.

—Desperté hace un rato.

Respondió, acomodándose para verlo mejor, mientras él la imitaba y se apegaba más al cuerpo de la fémina.
Aún hacía frío en la ciudad, y por instinto, buscaban el calor para que no se congelaran.
Solo se veían para acostarse, no sabían, o al menos ella, de la vida del otro. Ya que Hanabi al ser una heroína, sí llegaba a ser conocida gracias a las noticias, revistas y redes sociales.

Se quedaron mirando el uno al otro durante largos segundos, sin decir una palabra.

—No creí que terminaríamos así al conocernos.

La sinceridad de Dabi resplandeció en forma de sonrisa, mientras escuchaba el suspiró de la muchacha, removiéndose entre las sábanas hasta llegar a su pecho. Abrazándolo mientras inhalaba el olor del azabache, el cual llevó una mano hacia la cabeza de la más baja.

Quizá Dabi no quería un vínculo amoroso con ella, pero el aftercare nunca faltaba con él, por más rudo y malote que se viera.

—Yo tampoco.

Respondió la chica soltando un largo suspiro, perdiéndose en la fragancia de su cuerpo, sintiendo cómo el mismo estaba caliente, lo cual se le hacía reconfortante.

Gracias a que la muchacha era una figura pública. Supo que su ex novio, era nada más y nada menos que el héroe alado de Hawks.
Los medios comenzaron a hablar de la ruptura de esa pareja, pero las redes sociales explotaron, creando miles de historias sobre el fin de aquella relación.
Ninguno salió a declarar algo, pues su vida privada era mejor mantenerla así: privada.

El celular de la chica empezó a vibrar, y la misma tuvo que separarse de Dabi para buscarlo entre sus ropas, cuales estaban en el piso junto a las del muchacho.

—¿Qué sucedió?

—Hanabi, están hablando de ti en las noticias... —en el fondo, se escuchaba la televisión de Miruko.— Es de Hawks.

Sin colgar el teléfono, buscó el control de el televisor que se encontraba en la habitación, encendiéndolo.
Dabi no decía ni una palabra, solo se limitaba a observar cada movimiento de su acompañante mientras él se acomodaba entre las frazadas por el frío.

𝐊𝐞𝐢𝐠𝐨 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐦𝐢→𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora