La primer mujer Alfa

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ARTEMISA

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El tiempo pasa rápido cuando mantienes a tu mente ocupada y pasa demasiado lento cuando esperas algo con ansias, había pasado tan solo una semana, desde la última vez que vi a Aysel, su beta Aroon me había comentado que la disculpara por lo sucedido en la manda, y de hecho se disculpó con todos en la fiesta, en especial con los organizadores , sin embargo era comprensible lo que sucedió, y nos tomó por sorpresa lo bien que pudo manejar a su loba para evitar posibles daños. Aveces el aura animal es difícil de manejar cuando esta en su estado mas natural y reacciona con sus instintos puros. 

Me explico que dentro de unos días sabría de ella, para acordar la alianza de manadas, me explico que tal vez lo mejor era que mi manada se mudara temporalmente a la suya, esto con el fin de que nos pudieran brindar protección. 

Al principio mi manada no lo tomo de la mejor forma, mi hermano y mi padre estuvieron recios en aceptar, pero finalmente comprendieron que era lo mejor, mi beta confiaba ciegamente en mi, igual que todo el pueblo.

Muy aparte de la alianza que estábamos haciendo Aysel y yo, no puedo evitar sentirme extrañada por lo que paso en la fiesta, fue demasiado extraño cuando vi a Aysel, sentía como si mi loba quisiera establecer una conexión conmigo, incluso estaba a punto de salir para acercarme más a Aysel, pero mi beta lo impidió. El campo de protección que las manadas habían hecho para eventos como son la luna azul o la luna de sangre nos habían protegido a todo aquel que estuviera dentro de la mansión.

Decidí dejar el tema por la paz, y volver a leer la carta de Aysel, en ella expresaba claramente lo que se planeaba para ambas manadas, serían unidas y protegidas.

"La manada Yunuen Moon posee una muralla que rodea por completo a la población, brindándole protección, debido a la vulnerabilidad de tu manada, podríamos crear una parecida con magia, pero llevaría tiempo, por lo que me he tomado la libertad de crear casas provisionales en el terrero de mi manada, el traspasar toda una población de un lugar a otro sé que es bastante difícil, pero considero que es la mejor manera de proteger ambas manadas. Los primeros en trasladarse, serían los omegas, después deltas y por último tu familia y la familia de tu beta."

Y eso es justo lo que estábamos haciendo, hechiceros fueron enviados a mi manda estos últimos días para trasladar la familia de mi beta y la servidumbre, los últimos que quedamos en la manada somos mi padre, mi hermano y yo. El irse de la manada fue bastante difícil, pero sabía que era necesario.

La muralla no puede construirse con gente dentro de ella, pues correrían muchos riesgos, en especial los cachorros.

Las manadas vecinas recibieron la noticia, de que la manada Yunuen Moon y la manada Luna Roja, se unirán por un tiempo desconocido.

— ¡Artemisa!— escuche hablar a mi hermano — Ya estamos listos—
—Voy en un segundo — dije melancólica
—¿estas segura de que debemos irnos?— Dijo un poco dudoso
— Es lo mejor para la manada, además, serán dos manadas, dos alfas, por lo tanto, seremos más fuertes y solo es por un tiempo limitado — dije segura de mí misma
— Muy bien, entonces vámonos ya —
—Vamos— Me tendió su mano, y la tomé, salimos de la mansión y traspasamos el portal que nos estaban brindándonos.

De un momento al otro, ya estaba en las fronteras de la manada Yunuen Moon, mi manada estaba ahí, todos a mi alrededor nos recibían con aplausos y gritos, Aysel estaba llegando con un conjunto deportivo, y unos tenis rojos.
Ella se dirigió hacia mí, y mi familia
—BIENVENIDOS A LA MANADA YUNUEN MOON, estamos felices de recibirlos, mientras la manada Luna Roja es segura se quedarán en nuestra mansión, no se preocupen, aquí estarán seguros— dijo sonriente
—Enserio, muchas gracias Aysel — exprese con gratitud

— MANADA LUNA ROJA,LA MANDA YUNUEN MOON, NOS HA DADO UN HOGAR, PARA QUE TODOS ESTEMOS SEGUROS, POR FAVOR, LES PIDO SU AYUDA, QUE CONVIVAMOS EN PAZ, NUESTRA MANADA ESTA SIENDO PROTEGIDA GRACIAS A HECHICEROS DE LA MANADA YUNUEN MOON.

Tu mihi debes— exprese en latín un poco más bajo para dirigirme a ella, lo cual traducido quiere decir estoy en deuda contigo
— Alphas inter nos fraterno adiumento nos mutuo— me respondió en latín también "Entre alfas, nos ayudamos"

—¿Vamos?—Le dije un poco nerviosa
— Vamos— dijo sonriente, cuando llegamos a la mansión, su beta nos mostró toda la casa, y los cuartos en los cuales, nos debíamos de quedar. La casa era sumamente bella, aunque por fuera era moderna, por dentro era un tanto diferente, las escaleras y ciertos retratos me recordaban a la época Victoriana.

Cuando entre a mi cuarto, me quedé sentada un rato en la cama, pensado en todo, pero más en ella, sentía algo extraño en mi corazón, algo que no podía ignorar simplemente, me sentía vulnerable y eso daba miedo.
Además, que no podía dejar de pensar, en aquella mancha tan peculiar que tenía su lobo, era igual que la mía, una mancha blanca en forma de Luna, tome una caja que habíamos mandado hace unos días, en esta estaba escrito con rotulador "Libros".

Tomé un libro con lomo dorado y empecé a leer una y otra vez el pequeño fragmento que había encontrado y resaltado con unos señaladores.

Almas Gemelas y Lobos

Era el título de aquel libro.

"No es muy común, que los lobos presenten marcas en su pelaje, normalmente solo aparece cuando son lobos muy poderosos, y la marca que se presenta es única, y no existe otra igual, a menos que su mate, sea un lobo igual, en este caso, habría solo dos lobos con la misma marca, y será, la prueba más fiable y concisa, de que la Diosa Luna, los creo el uno para el otro"

Tal vez, Aysel era mi mate, lo consideraba poco posible, jamás había creído que mi mate era una chica, sin embargo, había viajado tanto con mi padre que sabía que no era imposible el que dos chicas fueran almas gemelas, aquella bruja del bosque me había predicho que el encontrar a mi mate seria todo un reto, pero que si lo encontraba sería más poderosa. Tal era mi imaginación o tal vez no, tenía que averiguarlo cuanto antes.

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