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AYSEL

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— AYSEL ¡CUIDADO! — escuche gritar a Artemisa, me empujo haciéndome caer el piso, me quede aturdida por un momento, cuando finalmente reaccione me di cuenta que un novicio quien la estaba atacando, active el campo de protección sobre ella para que no le hiciera nada, y al mismo tiempo, intente utilizar mi telequinesis para arrojarlo, pero algo me atacó por la espalda haciendo que el campo se desactivara, era un rogue.

Ya estaba a punto de acabar con él, cuando mire de reojo a Artemisa quien ya se veía débil, parecía que le habían lastimado una de sus patas delanteras, reuní toda la fuerza que tenía y patee la tierra con mis patas delanteras, la fuerza hizo que tanto el rogue, como el novicio, salieran disparados hacia atrás ,seguido solté un aullido de auxilio para pedir ayuda de Aroon y mis jefes más cercanos, el aullido pareció alertar a ambos pues salieron huyendo en dirección al noroeste.

Intenté usar la levitación para levantar a Artemisa, pero no ayudaba la herida del abdomen, al seguir transformada la subí a mi lomo con cuidado y me dirigí a la aldea, Aroon logro encontrarme en el camino y me ayudo a llevarla pues la sanación estaba tardando debido al esfuerzo.

La aldea se hizo presente y algunos me observaban con curiosidad, nos dirigimos al hospital donde ya un doctor nos esperaba, Artemisa ya empezaba a destrasformarse así que la subieron a la camilla y la taparon con sábanas blancas.

Aroon sugirió que fuera a des transformarme y volviera, 10 minutos después volví al hospital de la manada, sin embargo, aún no habían dado noticias de ella, de mi parte ya había logrado sanar rápidamente.

Los nervios y el miedo de sentir que le podría pasar algo terminaron actuando en mi contra pues termine gritando al no saber que pasaba. Mas de uno se asustó al ver mi rostro lleno de furia y desesperación.

— QUE PASA, QUE NO NOS DICEN NADA— dije ya molesta, y una enfermera que pasaba a mi lado me miraba asustada ya que mis ojos se habían vuelto rojos, decidí mirar hacia abajo pues a veces se me olvidaba que mis sentimientos se suelen manifestar en mis ojos.

— AYSEL, tranquilízate ya, la están revisando, deja de usar tu voz de alfa por favor, estás asustando a medio mundo— dijo frustrado, y yo me senté enojada en una de las sillas del hospital

— Entiendo que te preocupes por ella, pero no es para tanto Aysel es una alfa se recuperara rápido —

— Tu no entiendes nada – dije molesta y decidí mejor concentrarme en otra cosa para evitar perder el control, pero Aroon siguió insistiendo que debía controlarme, por lo que decidí salir del hospital, para mi buena suerte estaba lloviendo – nótese el sarcasmo por favor - por lo que cambié mi camino y decidí irme hacia el área de emergencias pues estaba techado, me sentía abrumada así que encendí un cigarrillo.

Aroon me siguió y se puso a mi lado

— Algo pasa y no me quieres decir, puedes decirme un sinfín de mentiras como que te preocupas porque es una invitada o lo que sea, pero sé que hay algo más – su tono de voz me hizo darme cuenta de que no estaba molesto en sí, después de una pausa corta continuó - desde la fiesta algo cambio.

— No es sencillo de explicar – dije dándole otra calada a mi cigarro.

— Ella es tu mate cierto – yo me quede mirando a la nada, no sabía que decir y el termino deduciendo mi silencio como un sí.

— Lo sabía — dijo soltando una pequeña risa

— ¿De qué te ríes, idiota? — le pregunté molesta por su forma de burlarse.

— De tu negación, antes creías que no encontrarías a tu mate y hacías un melodrama por ello, y ve ahora, estas afuera de un hospital esperándola, no es lo más romántico, pero algo es algo.

No sé porque no deseas hablar con ella, dile que es tu mate, arriésgate, la Diosa luna las escogió para estar juntas.— dijo formando su sonrisa ladina. estaba a punto de decirle algo, pero en ese momento el doctor llegó hacia nosotros por la puerta trasera de emergencias.

— Alfa, la señorita artemisa está bien, solo sufrió unos cuantos rasguños, cuando se convirtió en lobo le abrieron una herida un poco preocupante, pero en cuanto se transformó a su forma humana la herida desapareció como si nunca le hubiera pasado nada, por lo que tendrá que quedarse unos días para ver que todo esté en orden.

— Tal vez sea la autosanación.

— Debió tardar al menos una hora en sanarla por completo y lo que vi fueron cuestión de minutos. -

— Bien entonces solo para descartar se quedará aquí ¿cuánto? -

— 24 hrs Alfa y después podrá retirarse.

— Gracias— exclamo Aroon y el doctor se retiró.

¿Ella sabe que es tu mate? — pregunto dirigiendo su mirada hacia mí.

— Si— dije con un porte frio y serio, no quería seguir hablando más al respecto hasta que no tuviera las cosas claras.

— Tienes que hablar con ella— NO ME DIGAS pensé en mi mente

— lo sé— exprese molesta

— Alfa, puede pasar a verla— dijo el doctor y lo seguí hasta la habitación de la cual estaban saliendo dos enfermeras que se me hacían un poco familiares, pero dejé el tema de lado cuando vi a Artemisa.

— Aysel—

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La primer mujer AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora