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ARTEMISA
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— Aysel— Fue lo único que pude decir con una sonrisa de oreja a oreja, ella se acercó un poco, cuando quedo a pocos centímetros de mi la abrace.
— Me alegra que estés bien, no sabes el susto que me disté— Antes de separarnos me atreví a darle un beso en la mejilla pues sabía que nadie nos estaba viendo por lo que me sentía más libre, de su parte me dedico una sonrisa para darme igualmente un beso en la coronilla un poco más largo.
— Solo fueron unos cuantos raspones— dije restándole importancia.
— Lo sé, pero aun así te quedaras 24 hrs en observación solo por cualquier cosa
— Está bien – suspire
— ¿Todo bien? – pregunto y no sabía que responder yo negué con la cabeza, pero cuando toco mi mano no pude evitar soltar un quejido pues me ardía, ya no pude seguir ocultándolo, cada día era más agotador.
— ¿Que tienes? – pregunto al mismo tiempo que subía mi manga, hizo una mueca al ver la herida que llevaba en mi muñeca, mi piel ardía y parecía como si me hubieran hecho una cortada profunda.
— ¿Por la Diosa que te ha pasado? – pregunto y me miro a los ojos esperando una respuesta.
— Es una larga historia, — mencioné, su mirada me indico que prosiguiera, era mi mate, tenía que confiar en ella. —
» Hace años mi madre tuvo una visión que al principio considero como un sueño, en la que me veía a mi siendo coronada como alfa. Con los años se dio cuenta que tal vez era real, mi fuerza iba más en aumento y con el entrenamiento que ella me daba mi fuerza sobrenatural comenzaba a sobrepasar la fuerza de mi padre, mis reflejos, todo en realidad sobrepasaba a mi hermano y a mi padre, aunque me costaba demasiado dominar mi loba que ya estaba dando inicios de aparecer. . Mi madre siempre fue muy paciente en cuanto a mi entrenamiento, pero cuando ella falleció todo se vino abajo, mi padre comenzó a volverse excesivamente controlador, todo el tiempo estábamos entrenando mi hermano y yo, el al principio no confiaba que yo fuera alfa, así que mando a mi hermano a ser entrenado para ser el futuro alfa, por mi parte entrene todo lo que podía.
» Pero al no poder dominar mis poderes, decidí irme por el camino fácil, escuché en la aldea que a unas cuantas millas de la manada había un aquelarre, decían que se hacían tratos, una cosa a cambio de otra del mismo valor.
» Decidí ir a buscarla y la logré encontrar a una anciana de cabello tiznado, tenía una particular cicatriz, al lado de la mejilla, su ropa era como de aquellas que se dicen llamar brujas en el mundo de los humanos, tenía un turbante y ropas muy extrañas.
» Le explique lo que quería y ella me dijo que a cambio quería mi vitalidad, tú sabes que hay brujas de magia negra que suelen alimentarse de lobos y vampiros novicios, eso no es nada nuevo, así que acepte, ella entonces me dio una pulsera de oro, en cuanto me la puse logre estabilizar mis poderes y controlar mejor a mi loba, pero la cadena poco a poco absorbe más mi vitalidad y con ella mis defensas.
» Creí que mi loba tal vez podría darme la vitalidad que me quitara, pero tal parece que mientras mas estabilidad tiene mi loba mas poder me roba. -
— ¿Porque los sanadores no lo percibieron? -
— Porque tiene un encantamiento, solo alguien de muy alto rango puede hacerlo y tiene que ser una bruja de igual rango que quien me la dio. -
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La primer mujer Alfa
WerewolfAysel es una híbrida, sangre de lobos y hechiceros corren por sus venas. Pero eso no será suficiente para poner a salvo a s manada, tiene que aprender a dominar sus poderes, saber de su pasado para enfrentar el presente y salvar su futuro. Ella una...