Capitulo 8

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Cuando llego al polo norte entro al taller de Santa Claus, ahí ya se encontraba El Hada de los Dientes, ella es una mujer cubierta de plumas verdes, azules y amarillas con caderas anchas y alas que tenían gran parecido al de un colibrí su cabeza estaba igual, solo su rostro se podía ver sin estas plumas y tenía unos ojos grandes color violeta con pestañas largas. También ya estaba Sand Man o de cariño Meme, este es un hombrecito de color dorado ya que su vestimenta es de arena dorada, él es quien les da los dulces sueños a los niños y además es mudo, más tarde llego conejo que por cierto aún estaba enojado con el joven peliblanco. Cuando de repente escucharon una puerta abrirse todos voltearon y vieron a Santa o como ellos lo llaman Norte él era un hombre grande con barba larga y blanca, era algo ancho pero no demasiado y con su acento ruso.

-Guardianes que bueno que vinieron lo más rápido que pudieron – dice mientras se pone en medio del gran salón del taller.

-Espero que sea algo serio Norte, aún no he terminado de vigilar que la pascua haya terminado adecuadamente-

-Si Norte para que nos llamaste sabes que Meme y yo tenemos trabajo todos los días- dice Hada aleteando y volando rápidamente.

Todos miran atentamente a Norte.

-Ah bueno es que la verdad yo tampoco se para que exactamente los llame- dice mientras se rasca la cabeza algo avergonzado.

Todos sin saber que decir comenzaron a reclamarle a Norte.

Los guardianes disgustados por lo que les acaba de decir Norte comenzaron a hablar todos a la misma vez, bueno y guardianes me refiero solo a Hada y Conejo ya que Jack en si no le importaba tanto y Meme pues aunque hacia figuras en su cabeza ya que es su única forma de comunicarse no hacia ruido.

-Silencio... déjenme hablar...- Norte intentaba calmarlos pero no resultaba.

Así que Jack decidió ayudarlo, con su cayado hizo que la parte de abajo chocara con el piso haciendo que se congelara parte del piso y soltara viento, provocando que todos se quedaran callados. Este cayado o báculo de madera largo que en la parte superior tiene una curva en forma de G es donde Jack controla sus poderes, este le permite utilizarlos al igual que volar.

-Dejen que Norte hable- dice mientras se sienta en un escritorio.

-Gracias Jack... miren yo tampoco sé exactamente porque los llame solo el Hombre de la Luna nos quería juntos... debe ser algo importante.- dice mientras señala a la Luna.

-¿El Hombre de la Luna nos está llamando de nuevo?- dice Hada algo preocupada.

-Con que no sea para elegir otro guardián, apenas y soporto ver al niño canoso- dice Conejo.

-Ay ¿el colita de algodón aún sigue enojado por su naricita?- dice Jack en forma de burla.

-Mira niño no te metas conmigo porque no tendré más paciencia para soportarte y...- lo interrumpe Norte.

-Hombre de la Luna, que gusto volver a vernos... dinos ¿Qué es lo que está pasando?-

Todos los guardianes se juntan para ver a Hombre de la Luna y ponerle mucha atención, gracias a su luz enseña la sombra de un castillo también de personas asustadas y después la sombra de una mujer que mueve sus manos y saca magia de ellas.

-Ah chicos ¿alguien está entendiendo algo?- dice Hada confundida.

-La verdad estoy igual de confundido que tu- Dice Jack aun mirando aquella silueta de la mujer sacando magia de sus manos.

La silueta de la mujer desaparece y por último se ve Pitch Black.

-No puede ser- Dice Conejo sorprendido, todos los guardianes reaccionaron de la misma manera.

-Luna perdónanos pero... no entendemos exactamente lo que está pasando...- Dice Norte, todos vuelven a mirar la Luna cuando esta con su luz ilumina con gran intensidad una de las partes del piso, esta se abre y de ahí sale una pequeña caja de color plateada. Mientras los guardianes no entendían Norte sin poder creerlo ahora entendió todo. –Luna espero y esto sea una broma- Cuando dice eso la luna deja de dar su brillo a la caja y se va alejando poco a poco. –Bueno eso es un no...- suspira con pesadez y se acerca a la caja.

-Norte ¿Qué es esa caja?- dice Hada.

-A ver a ver que alguien me explique que acaba de pasar ¿Qué tenía que ver un castillo y una mujer con Pitch?- Dice Conejo confundido.

Jack igual se acercó a la caja para verla mejor y vio como Norte saco de su cuello un collar, era una llave, cuando Norte la introdujo la caja se abrió y adentro habían cuatro esferas como las que Norte utilizaba para ir de un lugar a otro pero estas en vez de ser rojas con dorado eran azules con plateado, los guardines las miraron sin entender exactamente lo que significaba todo lo que paso.

-Norte ¿Para qué son estas esferas?- Pregunto Jack sin dejar de mirarlas.

-Ha pasado tanto tiempo...- dice Norte en susurro.

-¿De qué?- dice Hada.

Norte mira a los guardianes para comenzar a explicarles.

-Hace 500 años cuando yo fui escogido como guardián habían más antes que ustedes, éramos cuatro en total, uno de ellos sabia de la existencia de otros mundos y quería ir a conocerlos para eso creo estas esferas, fascinado con la idea comenzó a viajar a los diferentes mundos pero había un pequeño detalle y era que si viajas demasiadas veces te quedas atrapado en el espacio y tiempo, un lugar en donde no hay salida, los demás quisieron ayudarlo pero de igual manera quedaron atrapados, quedándome yo solo, después hombre de la Luna me ordeno que las guardara en esta caja y que cuando sea de gran emergencia serían utilizadas.- Toma una esfera y la mira detalladamente. –El momento ha llegado...-

-¿El momento de que?- Dice Jack.

-De viajar a otro mundo- dice con emoción.

Jack y los otros guardianes lo miran con sorpresa sin creer lo que acaba de decir Norte. 

Esperanza en la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora