Capitulo 29

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Que alegría para la familia saber que la muchacha había despertado. El padre es pescador y cuando iba en amino al mar con su hija ella vio a la pobre joven en la orilla del mar, al principio pensó que era una sirena, ya que es una niña a esa edad la imaginación no tiene límites, pero cuando el padre la vio rápidamente la llevo a su casa para atenderla ya que seguía viva, cuando la ayudaron ella se encontraba en estado de coma, eso es lo que les dijo el doctor del pueblo, y les alegra que haya despertado ya que no tenía muchas probabilidades de hacerlo.

-¿Recuerda algo más señorita?- pregunto el señor.

-Ah solo recuerdo que ya estaba de regreso de mi luna de miel y...- se queda en silencio unos segundos y en su cabeza comienzan a aparecer recuerdos e imágenes de una tormenta – la tormenta! El barco! Kristoff! Oh no Kristoff!- comienza a alterarse- ¡¿Dónde está?!- intenta pararse pero la esposa la detiene.

-Espere necesita calmarse-

Cuando Anna intento pararse le dolió un poco el cuerpo -¿Dónde estoy?- dice un poco más relajada.

-Está en el pueblo del Sol- dice el señor.

-¿Estoy en el reino Corona?- los voltea a ver.

-Si señorita pero díganos ¿De dónde es usted?- dice la pequeña niña.

-Soy de Arrendell... Soy la princesa Anna de Arrendell- cuando dice eso los padres se sorprenden.

-Oh su majestad no teníamos idea de que- dice la esposa pero la interrumpe Anna.

-Descuiden no lo sabían... díganme ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?- hubo silencio unos segundos.

-Casi tres meses su majestad- dice el señor.

Anna al escucharlo no lo podía creer, se sentía asustada, triste ¿Cómo en cuestión de minutos una tormenta ocasiono todo esto...? Después de un momento de silencio la princesa hablo.

-Necesito regresar a mi reino...- dice mientras intenta ponerse de pie con cuidado.

-Con respeto su majestad pero... creo que eso no será posible- dice el señor.

-¿Por qué no?- dice mirándolo, cuando nota las miradas de los dos padres de tristeza.

-Porque Arrendell está congelado, desde hace tres meses, el tiempo que usted lleva inconsciente...- Anna no podía creer lo que estaba escuchando y su rostro no podía ocultar ese miedo y preocupación, ella sabía que quien provoco ese invierno eterno era su hermana -*Oh Elsa...- pensó Anna, con más razón tiene que regresar a su reino. – Necesito ir al palacio de los reyes de Corona...- dice y los padres algo dudosos aceptaron llevarla.

Después de dos horas la señora le proporciono ropa a Anna y ella les agradeció a todos por su cuidado y les prometió una recompensa, el señor fue quien la llevo en su caballo, después de una hora llegaron al castillo.

-Muchas gracias por sus atenciones, prometo vernos pronto- dice Anna cuando el señor la ayuda a bajar del corcel.

-Descuide su majestad un honor ayudarla- se vuelve a subir en su corcel y se despiden. Mientras Anna se dirige a la entrada.

-No puede entrar, los reyes no están aceptando visitantes- dice un guardia.

-Pues dígales que quien viene a verlos es la princesa Anna de Arrendell- dice con firmeza, el guardia sorprendido inmediatamente le dio la orden a otro guardia para que le diera el anuncio a los reyes, ellos dejaron entrar a la princesa.

Cuando los reyes escucharon la noticia rápidamente se dirigieron al gran salón.

-¿Anna?- dice la reina Rapunzel.

-Rapunzel- las dos se abrazan.

-Creímos que tú estabas... muerta- dice el rey Euguen para luego abrazarla.

-Por lo visto todos creyeron eso...- Anna les cuenta todo- Así que hoy fue cuando desperté y me entere lo de Arrendell... por eso vine con ustedes para pedirles ayuda... necesito ir a Arrendell- los reyes se sorprenden un poco.

-Pero Anna, nadie ha podido ingresar a él durante estos meses, el mar a su alrededor igual está congelado- dice Rapunzel.

-Lo tengo que hacer Rapunzel, mi reino está en peligro, mi hermana está en peligro!- dice en un tono alto, los reyes se miraron unos segundos para después mirar a Anna y los dos asintieron.

-Está bien Anna, te ayudaremos- ella les sonríe y siente un alivio.

Al día siguiente los reyes le alistaron un barco pequeño donde su única compañía de la princesa era el capitán y dos guardias.

-Muchas gracias, el reino les- la interrumpe Rapunzel.

-El reino no nos debe nada- le sonríe- descuida solo, cuídate Anna y ayuda a tu hermana- Anna los abraza y se despiden.

-Descuida Elsa, ya voy a casa hermana...- dice en susurro mirando hacia enfrente, en dirección a Arrendell.

Pero ella no sabe que quien la recibirá no será su hermana... 

Esperanza en la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora