Ni doscientos años son suficientes #KiriAsuWeek2020

Polos Opuestos

Día 3: 2 Octubre / CANON

Tema: No soy para ti, ni tu eres para mí

"Polos opuestos se atraen y los iguales se repelan."

Mientras ella es luz yo soy la oscuridad, mi amada representa la inocencia y la pureza del ser humano y yo todo lo contrario, soy un ser corrompido y mi alma esta podrida. Ella es cálida como el fuego y yo helado igual al hielo. 

Asuna es hermosa, tierna y dulce, su esencia de flores perfumadas con el rocío de la mañana la vuelve única y perfecta. En cambio yo, sin personalidad y todo un desastre al momento de socializar. ¿Cómo es que dos personas tan diferentes podían estar juntas y amarse aun con todo y los problemas que eso representaba? No siempre estábamos de acuerdo, era muy difícil expresar nuestros pensamientos (en especial para mí), en ocasiones nos costaba vernos y pasar un rato juntos.

"El no era para ella, y ella no era para el..."

Pensar que no nacieron para estar unidos era algo que le molestaba a cada momento, su corazón le dolía y las ganas de llorar no faltaban. Se enamoro tan profunda y perdidamente de aquella pelirroja que no soportaba la idea de ya no tenerla en su vida. Se convirtió en su todo, era más indispensable que el aire para respirar. Sin su esgrimista se sentía vacío y solo, como un alma en pena que vaga perdido por el mundo buscando su asunto pendiente sin éxito. No la dejaría ir, es egoísta cuando se trata de su mujer, no lo negaría. Asuna es suya y ella de él. Su amor era posesivo, tal vez tóxico y le daba igual. Su vida adquirió color en cuanto conoció a esa caperucita testaruda en la mazmorra. 

Sabía que merecía a un hombre de verdad y no un niño jugando a ser héroe, pero primero lo matan antes que dejar a otro probar esa suave piel y gozar de los atributos de su diosa. Nadie la tocaría mientras el viviera. 

Llámenlo como les plazca, su amada le pertenecía, era suya y ningún idiota con hormonas alborotas le arrebataría al mayor tesoro que la vida le pudo haber dado. 

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Mi amado caballero negro, dueño de mis sueños más bellos y protagonista de mis descabelladas fantasías. Somos el Ying y el Yang, negro y blanco, día y noche. Me dice que yo soy su poderoso Sol y el la fuerte Luna. A los ojos de muchos nos vemos como un dúo dinámico e imparable, nada es imposible cuando estamos juntos.

Lo amo, me ama

Lo necesito, la luz ni sirve de nada si no tiene a la oscuridad como su fiel compañera.

Solo el me mira de una forma amorosa y sincera, me protege de los deshonestos y malvados que buscan dañarme, mi adorado Kirito-Kun, no hay momento en el que no cuide de mi. Algún día yo también podre cuidarle como el hace conmigo. El me salvo de ese mar infinito de soledad en el que me ahogaba y me mostro una y mil formas de vivir, me enseño a amar, a disfrutar cada momento al máximo. Me tendió una mano durante la crisis de estar encerrada en aquel mundo cruel, le debo tanto. Mi lugar seguro es a su lado, en sus brazos protectores y fuertes, en donde disfruto su calidez y de los latidos de su corazón. Aun con estas diferencias que se empeñan en complicarnos la situación, nada nos detiene, seguimos de pie luchando por este amor tan puro y hermoso.  

No estaré con nadie que no sea mi espadachín negro, soy suya; mis ojos, mis labios y mi corazón le pertenecen a ese tímido muchacho de mirada de acero y cabello azabache. Su sonrisa es mi consuelo y sus besos mi elixir, mi droga.

Las leyes y costumbres me valen,  elijo la muerte antes que separare de mi amor.

Dos almas unidas al azar por el destino, un par de amantes refugiados en el calor de sus cuerpos, un hombre y una mujer tan distintos y a la vez tan iguales. Sincronizados por el latir de esos tristes corazones que no hallaban su lugar en el mundo cruel en el que les toco vivir. Una estrella y su fiel creyente, un pecador y una sanadora.

Se aman a pesar de que de cierta forma, no son el uno para el otro, pero el destino ya esta escrito y deben seguir juntos, pues el hilo rojo los ha unido.