17. Una merecida Paz

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Un grupo de chicas se encontraba en el salón a la hora del almuerzo charlando animadamente mientras comían, estaban contentas ya que la última miembro de su grupo, nada más y nada menos que la chica más linda y popular de toda la escuela y que era la presidenta del consejo estudiantil había vuelto a estar junto a ellas como antes, aunque la ya mencionada también participaba en la conversación animadamente, no podía evitar ojear en repetidas ocasiones hacia la puerta del salón esperando a alguien. 

Algunas semanas antes, al grupo de chicas se les había hecho bastante raro que Kocho Kanae les pidiera que le permitieran estar con el grupo de Rengoku-san durante un tiempo indeterminado, pero había sido obvio que todo era debido a lo que había pasado con Shinazugawa Sanemi el primer día del festival escolar, sus amigas al verla tan afectada decidieron apoyarla y le dijeron que se tomara el tiempo que necesitara, y efectivamente cuando el implicado volvió y causó todo ese escándalo, de nuevo las cosas volvieron a su cauce, lo que las hacía felices, aunque el hermetismo de los hechos y de porque ella y Shinazugawa se habían vuelto tan cercanos las tenía inquietas.

- Vamos Kanae-san, ya han pasado varios días desde que Shinazugawa volvió y te dio ese abrazo en frente de toda la clase, cómo es posible que no nos digas nada, algo tuvo que haber pasado entre ustedes dos, no es justo!!! - dijo Ozaki Sou, amiga de tercer año de Kanae y líder del club de tenis de la escuela.

- Es cierto, creo que nosotras como tus amigas merecemos saber el porque - dijo Sakoto Takano, mientras tomaba su jugo.

- Pero les digo que eso fue un malentendido, Shinazugawa-san solo quiso agradecerme por haberle ayudado el día del festival escolar, eso es todo - decía Kanae nerviosa y un poco sonrojada tratando de evitar detalles, aunque sólo pensar en aquel momento la sacaba completamente de su temple elegante y tranquilo.

- Eres terrible mintiendo Kocho Kanae - dijo Teruko Sagano, la última miembro del grupo enfadada - ¿Cómo es posible que te abrazara a ti de esa forma y a Uzui-san apenas si lo saludo?, no creas que nacimos ayer, solo admítelo, entre ustedes pasó algo, solo no me digas que ahora sales con el matón de la escuela - dijo entre risas pícaras.

Al escuchar aquellas palabras Kanae se puso completamente roja, haciendo que todas sus amigas boquiabiertas la miraran confirmando todas sus dudas, pero aún en ese estado dijo suavemente.

- Se equivocan, Shinazugawa-san y yo sólo somos... amigos - dijo mientras bajaba la cabeza y con un tono más serio - les pido el favor que no digan esas cosas en voz alta, podrían generarse malentendidos que de nuevo terminen causándole problemas, él ya ha pasado por mucho en esta escuela y quiero que el resto de su año escolar sea lo más tranquilo posible.

En ese instante y al ver que se habían pasado con sus comentarios, sus amigas le pidieron perdón y le dijeron que sólo tenían curiosidad, como toda la escuela, a lo que Kanae como siempre con su casi infinita amabilidad, volvió a ser la misma después de dar un suspiro de alivio, como si nada hubiese pasado.

De repente, todas vieron como Shinazugawa entraba al salón con un montón de bolsas colgando de sus brazos mientras caminaba torpemente y se acercaba hacia Kanae, y a pesar de que el grupo de chicas ya había visto dicha escena varias veces, aún se quedaban perplejas observando.

- Buenas tardes Shinazugawa-san... - dijeron al unísono las amigas de Kanae.

- Bu-buenas tardes - dijo Sanemi tímidamente en voz baja, temblando un poco y sin mirarlas, para luego dirigirse a Kanae - buenas tardes Kocho-san, perdón por la tardanza... aquí está tu almuerzo.

- Buenas tardes Shinazugawa-kun, ¿estás bien cargando todo eso?, ¿quieres que te ayude? - preguntó Kanae preocupada al verlo.

- No te preocupes, lo tengo bajo control - respondió tranquilamente, acto seguido le pasó su bolsa junto a otras cosas mientras repetía lo que Kanae usualmente comía a la hora del almuerzo, confirmando el pedido - espero no haber olvidado nada - dijo Sanemi mientras acomodaba el resto de bolsas que tenía en sus manos con algo de dificultad ya que aún eran bastantes.

Amores inconclusos - SaneKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora